Opiniones

"El Periódico digital para el sur de Córdoba"

Derry Girls

Reconozco que tras leer la sinopsis no me atrajo nada, porque clasificaban la serie como una comedia de adolescentes, por lo que pensé que sería como la mayoría: de consumir y olvidar, con protagonistas requeteguapas y superguapos sin carisma, con diálogos vacíos, personajes casi planos y representación de los adultos como estúpidos, y argumentos sin mucho fundamento. Pero resulta que Derry Girls (Lisa McGee, 3 temporadas, 2018-2022) es una serie que carece de todo esto, puesto que todos los capítulos tienen un argumento muy bien elaborado (buenos ejemplos son el capítulo en que las protagonistas evitan realizar un examen por haber visto llorar a la imagen de la Virgen de la iglesia, y aquel en que consiguen ir al concierto de Fatboy  Slim); resulta que los adultos tienen su propio lugar en la serie, en paralelo a las jóvenes, e, incluso, hay un capítulo en el que sus madres recuerdan cuando tuvieron la edad de sus hijas; los personajes están muy perfilados (incluso algunos secundarios); los diálogos tienen mucho jugo (notables son las líneas de la Hermana Michael); las protagonistas tienen un carisma arrollador y están al día de visibilizar lo distintas que somos las personas tanto en el aspecto como en la personalidad; y, por último, nada de consumir ni olvidar, porque es una serie que, una vez la has visto, se queda contigo y no la puedes dejar de lado ya jamás.

Así, Derry Girls nos muestra un retazo de la vida de Michelle, James, Clare, Orla, Erin y la familia de estas dos últimas (que son primas y viven en la misma casa) los años previos al Acuerdo del Viernes Santo (1998) en Derry, en  Irlanda del Norte, ciudad dividida entre católicos y protestantes. Michelle, James, Clare, Orla y Erin acuden a un colegio femenino de monjas (incluido James que, como se nos hace saber en el primer capítulo, acude ahí porque es inglés y pueden agredirle por ello; por cierto, esto es una constante en toda la serie, la de recordarle con menosprecio a James que es inglés), dirigido con rigurosidad por la Hermana Michael, una monja que no soporta a los curas, es muy crítica con las actuaciones artísticas de las alumnas (bueno, siempre vemos las de Jenny Joyce) y que aprende yudo en sus ratos libres; todo un personaje. Sin embargo, el verdadero protagonistas es el grupo de cinco ya mencionado, que toma a Erin como la principal, una adolescente sarcástica y puntillosa. En verdad, la serie, con el trasunto del problema norirlandés, trata del paso de la adolescencia a la madurez; en palabras de Erin:

Hay una parte de mí que desea que todo simplemente sea igual. Que todos pudiéramos seguir así para siempre. Hay una parte de mí que no quiere crecer. No sé si estoy lista para eso. No sé si estoy lista para el mundo. [...] No importa cuánto nos asuste, hemos de avanzar y tenemos que crecer, porque las cosas quizá cambien a mejor.

A valorar en esta serie y de agradecer enormemente es que la juventud no se muestra en una única dirección; por ejemplo, Michelle es totalmente alocada y la más interesada por el sexo o el alcohol, mientras que Clare es la más sensata, inteligente y sensible (personalmente, Clare me parece el personaje más atractivo, porque no puede evitar ser siempre sincera, aunque eso suponga llevarle la contraria o dejar en evidencia a sus amigas, además de que —AVISO: salta al párrafo siguiente si no has visto la serie— al final de la primera temporada reconoce que es lesbiana, así como, en el penúltimo capítulo de la serie, sabemos con ella que la vida es alegría y dolor al mismo tiempo, que no se pueden disociar y que en un momento nos arrastra la primera como nos devasta el segundo).

Otro aspecto maravilloso de la serie es la música, que son los temas más sonados de aquella década: The Cranberries, Take That, 2unlimited, East 17, The Corrs, Ace of Base, Jamiroquai o Whigfield, entre otros; lo que no deja de ser una llamada a revalorizar la música de los 90.

En definitiva, a fin de cuentas yo no soy nadie, quizá pueda convencerte el hecho de que el mismísimo Martin Scorsese ha confesado que ha visto Derry Girls.