Opiniones

"El Periódico digital para el sur de Córdoba"

Una de bancos: ¡dicen que la banca siempre gana!

Cuando éramos chicos y jugábamos al Monopoly entre hermanos y primos por el verano, siempre había rivalidad, también estrategias para acaparar bienes, calles, edificios, para bloquear y empobrecer al contrincante de juego.

En esos ratos de juego, de compras y ventas mientras hacíamos la digestión fuera de la piscina, se compraba y vendía con dinero falso, “eso sí, un buen fajo de billetes multicolor”, que marcaba la diferencia entre jugadores ricos y pobres, o cavilantes con paso de hormiga previsora y ahorradora, o con actitud atrevida del que todo lo quería, ganase o perdiese al final de la partida.

En ese juego siempre repetíamos la frase: “La banca siempre gana”, aunque no éramos conscientes de la verdad de la frase hecha encerraba...

Hoy día en pleno 2021 y con la amenaza in situ de la quinta ola por Covid, con la zozobra de las nuevas medidas restrictivas a la sociedad en general, para regular lo que el auto-control personal no alcanza realizar individualmente.

En estos siete meses del 2021, la mayoría de los trabajos y empresas privadas y públicas han vuelto a la nueva normalidad, con sus horarios completos y también sus plantillas.

Pero curiosamente los bancos no lo han hecho, pero tampoco tienen cuentas de hacerlo en el medio plazo. Los horarios de atención al público son muy reducidos. Muchas de las gestiones que antes hacíamos frente a una ventanilla de caja o mesa de una entidad bancaria, hoy son imposibles de hacer, impensables sin superar una cola humana quejosa, pero obediente aguardando su turno en la calle, bajo el sol del verano, algunos jóvenes, otros medianos y muchos bastante mayores....

En las Cajas y Bancos de hoy en día, se nos pone trabas casi para todo a sus clientes, nos cobran cuotas usureras y sibilinas por todo si te atienden en ventanilla. Valga de ejemplo los 2 euros que cobra el BLA-BLA-BLA por sacar efectivo de tu cuenta corriente o los 4 y hasta 6 euros por realizar una transferencia dentro de tu banco o fuera de este. Así como cuotas de 5 euros mensuales por mantenimiento que merman tu contenido monetario mes a mes por tener cartilla física o 15 euros al mes si no tienes tarjeta de débito y/o crédito con ellos, o 40 euros al trimestre si no hay una serie de gastos mínimos que superen los 600 euros en dicho período y no contratas con ellos productos como: seguros, plan de pensiones, fondos de inversión, un largo ETC con mayúsculas...

Cuando se te muere un familiar (mi madre), hay que formalizar un papeleo. Una mujer fiel toda la vida al mismo banco, que fue cambiando de nomenclatura y colores en la medida que los banqueros se fusionaban unos con otros. Ella al margen de todo esto era una cliente modesta, como lo somos la mayoría, Una vez fallecida fuimos al banco en cuestión para formalizar el papeleo, darla de baja como titular y que mi padre siguiese con sus gastos vitales.

El señor banquero nos remitió a la banca on line, la sede central era la encargada de asuntos de testamentaria, fueron palcos en palabras y nulos en ayuda. Eso sí, nos dejaron bien claro que disponíamos de 6 meses para arreglar el papeleo, liquidar con tesorería y una vez entregado toda la documentación on line que se nos pedía, habría que cerrar la cuenta de mis padres de toda la vida y crear una nueva, re-domiciliar todo, etc.

Esta nueva cuenta en este u otro banco de España, me da igual, llevada asociada nuevas condiciones, nuevas cuotas de las que ya he hablado, que obligan al cliente al banco on line, sin tener en cuenta su edad o destreza digital, “todo un mundo para un octogenario al que estás coaccionando en su capacidad monetaria de acción o elección e independencia económica de su pensión, de sus ahorros, de la gestión de vida económica”.

En ese trasiego de ir y venir con él para que le asignarán una clave a un tlfno móvil que ni siquiera tiene conexión a internet, una mujer mayor, me `pide un día delante del cajero del banco que le saque dinero de su cartilla, que me da el número apuntado en un papelillo porque confía en mí, ya lo intento antes con la señorita de la mesa del banco, pero no quiso ayudarla...Y sólo se me ocurren malsonantes calificativos para los empleados de dicho banco...

¡Al igual que me fríe la sangre , que las entidades bancarias se olviden de las personas, de sus circunstancias, que los banqueros/as no se dignen ayudar a la mujer esta o aquella. Tampoco a mi padre, ni a mí misma, cuando me atasco en la app o aplicación virtual de mí banco, el de mis padres!.

¡La banca siempre gana! Puedo y quiero entender que estemos en época de pandemia, que los bancos establezcan protocolos de seguridad, turnos, citas previas, pero no las restricciones de servicios a sus clientes. Aunque la tecnología ha venido para quedarse y la digitalización sirva para operativizar los servicios.

Los bancos y las cajas han olvidado que sus beneficios y fusiones se mantienen en buena parte con nuestras nóminas o pensiones, con nuestras compras, hipotecas o préstamos personales, con nuestros ahorros, uso de tarjetas, con las inversiones, los seguros, planes de pensiones u otros productos bursátiles. Que todo esto es posible porque no guardamos nuestro dinero en una lata, en el colchón o en algún rincón de nuestras casas.

Si la banca no quiere seguir perdiendo plantilla, jubilar trabajadores, cerrar sucursales, ofrezcan servicios presenciales a sus clientes, ayuden a nuestros mayores, muchos de ellos analfabetos digitales, o la gente que nos atascamos en vuestras aplicaciones on line, temerosos de perder nuestro saldo, de ser estafados por internet de mil maneras diferentes. Con un poco de voluntad ética y social señores/as banqueros/as todos ganamos un poco. Ustedes seguirán cobrando sus incentivos en época de crisis y bonanzas, de esa banca que hace unos años salvamos entre todos. Mientras nosotros los usuarios o clientes estaremos bien atendidos, asesorados, contentos con nuestro dinero y con su buena gestión, ¡Todos podemos ganar un poquito, somos personas!