Opiniones

"El Periódico digital para el sur de Córdoba"

Efemérides para todo

Cada mañana cuando nos levantamos tenemos una serie de rutinas establecidas, en ocasiones forman parte de nuestras necesidades fisiológicas y humanas. Ir al baño, desperezar los músculos entumecidos por el sueño o el insomnio, asearse, levantar persianas, abrir ventanas, mirar a la calle, tú calle, comprobar que el espacio exterior sigue como siempre. Con sus ruidos típicos y sus rutinas diarias van despertándose un nuevo día.

Volver al interior de tu hogar, conectar la radio, cargar la cafetera, saludar a tu mascota en la mañana, que con impaciencia trepa por tus piernas, tras su saludo en parte interesado, porque espera algún suculento capricho alimenticio y una vez conseguido, te abandona hasta su rincón, su cama, su confortable rincón, en tu casa, su hogar.

Poco a poco despiertan los bellos durmientes que conviven en tu hogar por la fragancia del café recién hecho, en la cafetera de siempre, de toda la vida y que activa tu casa, el funcionamiento vital de mi hogar.

Mientras oigo la radio, el recorrido por las noticias internacionales, nacionales, autonómicas y provinciales. El repaso por las provincias de nuestra Andalucía, la temperatura del día que hará aquí y por allá, las ansiadas lluvias que no llegan en la medida que precisan nuestros pantanos y acuíferos, aunque se anuncien con antelación... Le sigue el santoral, el resumen deportivo, fundamentalmente futbolístico, está narrado hoy por una voz femenina (quizás por ello, hoy me llama más atención que otros días), prosigue el santoral del día, así como las efemérides de los más variado y variopinto cada mañana, para cada temática, conocidas, desconocidas e imprevisibles.

Nos hemos acostumbrado diariamente desde hace  unos años hasta la actualidad, a las efemérides de todos los colores, tamaños y motivos. Aunque originalmente una efeméride era un hecho relevante escrito para ser recordado o conmemorado en el tiempo, celebrado en un determinado día, y también es una sucesión cronológica de fechas con sus respectivos acontecimientos. Las efemérides se clasificaban de diferentes maneras, por ejemplo: históricas pasadas y/o presentes en el largo o medio plazo, relevantes para la religión de todo tipo, científicas, políticas, institucionales, catastróficas, sociales, económicas, festivas, etc.

Años, días, fechas, hechos locales, hechos mundiales que se anuncian en las redes, en los medios de comunicación inmediata, que te son reenviadas y te llenan el teléfono móvil en poco tiempo. Saturación de información casi siempre poco relevante, que nos colman nuestros móviles, siempre con poco espacio libre, por la llegada de imágenes prediseñadas, con memés, con gifs, con tik tok o mensajes de voz acelerados, redirigido infinidad de veces... Pero vacíos del contenido personal único y genuino que identifica a cada persona, ser humano racional, con nivel cultural propio y sentido político, con su propia escala de valores o ética, con sus normas sociales y/o personales, con sensibilidad y con espíritu crítico.

Temiéndole estoy al mes de diciembre especialmente, a las efemérides impuestas por la sociedad comercial e institucional, a la política familiar, también en parte al trabajo por su obligado cumplimiento. Días cortos de luz solar e intensos brillos led, con sus actos de obligado cumplimiento, entre fiestas y semipuentes intermitentes previos a la Navidad, a las que habrá que dedicar un tiempo mínimo de ingenio, explicación, diseño y decoración. Trabajos que habrá que colar con calzador entre horas, para materializar en alguna faena o tarea, con soporte escrito, gráfico, visual o plástico, del que quede constancia, para ser expuesto, evaluado y mostrado en tablones para tal fin, en las memorias que hay que realizar para los proyectos con nombre y apellido institucional, lanzándolas al estrellato de las redes sociales porque sí no aparece así mostrado, parece invisible y no hecho, sucedido o materializado.

Respiremos con calma y preparémonos para un mes de diciembre que aprieta el bolsillo, comprime el tiempo de descanso vacacional merecido, exige tu mejor versión de felicidad personal y te parapeta hacia un nuevo mes de enero en sus inicios cargado de fiestas, antes de que seamos conscientes, de que para bajar o subir la cuesta de enero, antes hay que recorrer o coronar una larga lista de eventos, de hechos, de efemérides para todo y de todos.