Cuando olvidamos que el Capitalismo salvaje es catedrático en Biología y estudio del comportamiento humano, la cruda realidad nos lo recuerda a la menor oportunidad. Aunque prefiere sociedades dóciles y domesticadas -tipo caniche - poco ladradoras al estar contentas con migajas y caricias, para defender su sagrada propiedad utilizan perros de presa. Los sueltan a poco que ven amenazados sus privilegios.
Ya lo hicieron en el XIX tras fomentar militarismo y espadones para afianzar el expolio de materias primas y bienes que permitieron la difusión del imperialismo y la hegemonía de la Oligarquía surgida de la Revolución Industrial.
Y en el XX cuando para frenar al poderoso Movimiento Obrero que cuestionaba su dominio, articularon Fascismo, Nazismo, Franquismo y demás “ismos” totalitarios, aunque al darle la máxima potencia represiva al experimento estuviesen a punto de volar el chiringuito. El monstruo por ellos creado cuestionó también la autoridad de los doctores Frankenstein que lo echaron a andar.
En esta segunda década del XXI parece que toca otra vez laboratorio. Vuelve la tautología “O yo o el caos que yo genero”. Previamente se moltura la sociedad occidental a base de crisis económicas planificadas para pulverizar los restos del “Estado de Bienestar” y transfiere la riqueza de la mayoría a unas pocas manos. Luego se inocula el virus del miedo en su forma “terrorismo islámico -invasión de inmigrantes”. Todo un clásico: "deja que siga gobernándote lo malo conocido (Troika, UE sin corazón, recortes, salarios de miseria, corrupción...) para que no lleguen los cachorros de Hitler. Te harán lo mismo -aunque empiecen por los diferentes de piel, opción sexual, ideología – pero con mayor violencia física."
Nos quieren en el rincón acobardados, agazapados y temblando. Sin rechistar a sus golpes pues como sociedad nos aplican las técnicas de dominio que los maltratadores propinan a sus parejas.
Sabiendo lo que asusta el ruido de sables, de botas desfilando al paso de la oca,los cánticos guerreros de jaurías uniformadas, enseñan una y otra vez el abismo al que pueden empujarnos cuando deseen.
Solo desde el miedo cerval puede entenderse que habitemos un país donde un humorista tiene que ir al juzgado a declarar por una parodia mientras que en los días previos se han exhibido banderas o realizado misas públicas (lógica del nacionalcatolicismo que tanto gusta a la Iglesia Católica) impunemente en honor de uno de los grandes asesinos de la Historia Contemporánea.
Y así producirse el esperpento de que una formación como el PP, heredera directa del Franquismo, por no condenar a los responsables la cruel Dictadura que asoló a España se atreva proponer la ilegalización del Partido Comunista. Un solo militante del PCE hizo más que toda la Derecha para llegar al actual sistema y un Marcelino Camacho, Gerardo Iglesias, Julio Anguita o Felipe Alcaráz, cargan en su mochila vital más honestidad que toda la militancia pepera junta.
Y sin embargo los medios de difusión propagan estas vesanías. No en balde son “la voz su amo” y al igual que la Derecha extrema ladrarán y morderán a pobres y débiles, pero nunca a la mano que les mece las ideas y les pone el platillo del que comen las sobras. El Sistema está tranquilo porque cuando le conviene suelta un poco la cadena y cuando no, aprieta el dogal.
Con solo analizar la genealogía de los principales representantes del actual Capitalismo hispano constatamos que , salvo alguna incorporación nueva- guinda de pastel para mantener el trampantojo de la igualdad de oportunidades- los apellidos son los mismos que copaban los ecos de sociedad en la larga noche del franquismo mientras utilizaban en sus empresas de postguerra mano de obra esclava.
Y si profundizamos la investigación, llegamos a los consejos de administración/ gobiernos/ espadones del XIX. En nuestro país el Poder no permite ni la humorada del “Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie”, pues mantiene sin enmendarla el “Por nuestros cojones, aquí no cambia nada”. A los adalides del “¡Viva el Rey o Viva el Vino!” les gusta rematar la trilogía con un “¡Viva la Endogamia!”. Para ellos nada mejor que la consanguinidad aunque te salga un Carlos II.
Se acercan las elecciones del 2 de diciembre. Un 4 del mismo mes en dos años distintos fuimos capaces como pueblo andaluz de abrirnos camino entre la niebla espesa y los violentos. Eso sí, pagando el alto precio del asesinato de Manuel José García Caparrós en 1977 o los heridos en la Córdoba de 1979 por los disparos de una ultraderecha envalentonada ante la pasividad de las fuerzas de seguridad de la época (El País.4 Diciembre 1979).
Pese al estiércol que a paletadas la derecha de cabeza múltiple arroja, debemos mantener el orgullo de quienes nos consideramos herederos de la bonhomía del Blas Infante fusilado en la carretera de Carmona o de las palabras – recogidas por Salvador de Madariaga en el prólogo de su libro “España”, 1931 - «En mi hambre mando yo» que le espetó un jornalero a un cacique andaluz rechazándole el dinero que le daba para que votase por lo que el cacique quería. En nuestra Dignidad mandamos nosotros.
Viendo el panorama para matar y las propuestas vacuas, insulsas que ponen sobre la mesa unos candidatos más preocupados de banderas y Cataluña que de Andalucía, valoro aún más la propuesta de Adelante Andalucía. Pese a sus evidentes fallos y falta de cintura ( por ejemplo no haber logrado incorporar a Equo en la suma).
Las discrepancias en la fórmula elegida para las candidaturas, la torpeza por empezar la casa por los nombres de candidatos antes que por el programa, el desperdiciar tanto tiempo en construir unidad desde la base para que desde allí subiese a las alturas y no al revés... no puede hacernos olvidar lo que nos jugamos en este envite.
Prefiero poner en la balanza el lujo que supone contar como candidata con Teresa y de segundo/primer espada con Antonio Maíllo, ejemplo de calidad humana y solvencia político- intelectual que flagelarme ante los errores cometidos y dejar barra y espacio libre a los intolerantes.
Recurro a lo que siempre hemos defendido en el Colectivo: estamos en la misma orilla, en la misma trinchera. Adelante Andalucía son los míos, son los nuestros.
Frente a los rebuznos de los que dan voz al Franquismo aunque para disimular venga travestido de lagarterana, nuestra obligación es poner en la agenda política los intereses de los sin voz, esos silenciados por las decisiones de una Europa que antepone el beneficio económico de la minoría al bienestar de la mayoría a sabiendas que así se empuja a amplias capas de la sociedad en brazos de los “salvapatrias”.
Frente al discurso de la Patria reducida a una bandera en un balcón o una pulsera, la Patria que significa “ pueblo, personas conviviendo en igualdad”
Frente a los pregonadores del miedo, el canto coral:” Agrupémonos todos y todas...”.
Frente a la papeleta del miedo, el voto del sí a la Esperanza.