Opiniones

"El Periódico digital para el sur de Córdoba"

Silencios cómplices

Desde el sábado 7 de octubre, día del ataque de Hamas a Israel, tras proclamar el gobierno de Netanyahu (por otra parte hasta entonces totalmente cuestionado con grandísimas manifestaciones de ciudadanos israelíes por sus métodos y pulsiones dictatoriales) que iba  a arrasar Gaza, los responsables políticos, medios de difusión y “ opinadores” de la Unión Europea – la postura de Estados Unidos y Gran Bretaña  estaba cantada desde el principio- han salido en tromba para  una defensa fanática  y - lo que es peor- totalmente acrítica de las acciones de  Israel.

Pese a que el gobierno israelita expresaba sin tapujos su intención de reducir la Franja a escombros. Como si quisiera emular a la antigua Roma cuando echaba sal a la tierra de sus ´derrotados enemigos como símbolo de destrucción total.

Y mientras que  en la UE los palmeros reían las ocurrencias y jaleaban un “a por ellos que son pocos y cobardes” , en la España que actualizó el lema hace unos años para convertirlo en el “ a por ellos oe, a por ellos oe, oe,oe,” ( se mide la falta de riego cerebral del cantante en función del mayor número de veces que repite el “oe”) los papagayos disfrazados de políticos han intentado  manipular la Historia y crear un decorado  donde pareciera que en Palestina todo empezó ese  día 7. No existía nada antes.

Nadie pone en duda que ese sábado se produjeron unos crímenes atroces. Tampoco la inhumanidad de quienes los protagonizaron. Pero esa jornada no fue el inicio de nada.

Para ponernos en situación conviene no olvidar que cuando hablamos de la franja de Gaza lo hacemos de un inmenso campo de concentración al aire libre. En unos 40 km de largo y entre 6 y 12 de ancho se hacinan más de 2 millones de personas. 

Esa cifra la convierten en una de las regiones más densamente pobladas del mundo (sólo superada por Singapur y Hong Kong) donde 4 de cada 10 habitantes tiene menos de 14 años de edad y la edad media es de 18. No había que ser un lince en matemáticas para deducir que en caso de grandes matanzas -como las que se están produciendo en las últimas horas- una parte muy importante de las víctimas serían niños y adolescentes.

Tampoco debe obviarse que nos referimos a un territorio totalmente aislado y con todos sus accesos controlados por Israel.  Pese a ello al portavoz -teóricamente moderado, así que habrá que echarse a temblar cuando hable un ultra- del PP Borja Semper no se le cayó la cara de vergüenza cuando proclamó “He oído hablar de que Gaza es un territorio ocupado. No es cierto: es un territorio autónomo”.

Sí, "Borja Mari", tan autónomo como lo fue en su momento el ghetto de Varsovia, exactamente de noviembre de 1940 a mayo del 43. En él los nazis hacinaron a más de 400 mil personas de las cuales una parte se rebelaron en abril del 43 siendo aplastadas a sangre y fuego por el ejército alemán, comandos de las SS y,  conviene no olvidarlo, centenares de colaboracionistas polacos. En el choque murieron más de 13 mil judíos y el resto terminaron deportados mayoritariamente a Treblinka, campo del que muy pocos salieron vivos.

Curioso concepto de “autonomía” debe tener una persona que ve lógico que tu vecino pueda cortarte la luz, el agua, los víveres y no dejarte salir de la que teóricamente es tu casa. No sé en que comunidad de propietarios vivirá el político del PP, pero como alguno de los residentes piense como él y ponga en práctica sus teorías, arreglado va.

La verborrea que nos ha empapado viene como siempre acompañada por intentar crucificar, vía jauría mediática, a los políticos – como símbolo Ione Belarra – que se han negado a cerrar los ojos y han visto el juego del rey desnudo, la evidencia de la doble moral hipócrita cuando se trata de pedir o respetar los Derechos Humanos. 

En masa han salido con el socorrido “antisemita”, ese calificativo que aplican a quienes no dan carta blanca a las tropelías y osan decir que los palestinos no solo no son animales, sino que también tienen derechos. Viene acompañado por el término "militante/ simpatizante" de Hamás cuando se cuestiona el castigo a la población civil.

Eso sí, sin pararse a analizar elementos básicos  que permitan  entender algo mejor el conflicto . Algunos ejemplos:

- El papel que tuvo Israel en el fortalecimiento del integrismo islámico palestino como forma de debilitar en su momento a Arafat y Al-Fatah (el mismo que EEUU en el fortalecimiento de los talibanes afganos para debilitar a la URSS)

- Los reiterados incumplimientos por parte de Israel de las resoluciones de la ONU, siendo la más conocida la 242 que habla de una paz justa y el abandono de los territorios ocupados por el estado hebreo.

-La desaparición física de Palestina. Basta mirar la evolución del mapa de la zona desde 1948 a nuestros días

-La continua anexión de territorios para nuevas colonias judías. Recordemos que en la resolución 181 de la ONU de 1947 se recogía la partición de Palestina en un Estado judío, uno árabe y una zona de control internacional que incluía Jerusalén, Belén y los Santos Lugares. A Israel se le asignaron 14 mil kilómetros cuadrados. Hoy controla 22 mil.

- La sensación palpable que tiene un habitante de Belén o Nazaret de ser prisionero en su tierra pues habita un país inviable, agujereado como un queso gruyere… 

Es decir, tenemos suficiente material de estudio pero los voceros prefieren los fuegos artificiales de palabras gruesas que invitan a la no- reflexión.

Ayer martes 17  el alcalde de Madrid Martínez-Almeida confirmó que votaría a favor de la proposición de Vox ( ya se sabe ese partido famoso por su carácter democrático y el  respeto a las libertades colectivas, en el que su caudillito, cuando no está montando un chiringuito de esos que luego hacen caja suelta perlas para solucionar el conflicto  como la de “ abatirles antes de que maten…( sic)" ¡Viva el Estado de Derecho!) de conceder la medalla de Honor de la ciudad de Madrid “ al pueblo de Israel”.

A las pocas horas se conoció el ataque con misiles al hospital de Gaza y la muerte de centenares de palestinos. ¿Se planteará Almeida hacer extensiva la concesión de la dichosa medallita también  a esas víctimas? Ah, que esas no cuentan. No están en el guion ni se les espera.

Nos preguntamos ¿qué cara se verá el Alcalde de Madrid (aparte de la que trae de serie conocida por todos) cuando se mira al espejo?. ¿La de cínico? ¿La de sádico? ¿La de ”yo soy neutral pero…”?

Son unas pocas perlas sin ánimo de ser exhaustivo. Como era previsible el silencio cómplice está siendo demoledor. Además de poner en marcha el ventilador del “yo no he sido”, agitan el agua del cenagal echándole la culpa a las víctimas. Todo un clásico. 

También tras ser arrasada Guernica porla Legión Cóndor alemana los ingenieros franquistas V. Machimbarrena y J. Milans del Bosch (si te suena el último apellido no estás equivocado, era tío del golpista del 23F) tuvieron el santo cuajo- las ruinas del bombardeo aún humeantes- de exculpar a sus autores y echarle el muerto a la República con membrete y papel oficial : “Se deduce de lo que antecede, que la destrucción, casi total, de Gernika, que supera a la de Irún y Eibar, no ha podido ser causada por el bombardeo de una escuadrilla de aviones durante una sola tarde. Para que todas las casas, ardan una por una, es necesario que el incendio las devore y que este sea producido o fomentado por quienes vienen haciendo lo mismo en otros pueblos antes de abandonarlos” (sic).

Que Israel niegue su participación en la matanza entra dentro de lo previsible. Que quienes supuraban indignación el 7 ahora no digan “esta boca es mía” ya es otro cantar.

Un conflicto con tantas aristas no puede – ni debe – convertirse en una película de buenos, muy buenos israelíes constantemente asediados por malos, muy malos “moros”. Por mucho que esa trama le encante a Úrsula von der Leyen. En el tablero de ajedrez hay múltiples variables.

Aquí va una para que reflexionemos: el concepto de terrorismo a veces es muy maleable. Intento explicarme: El 22 de julio de 1946 un atentado del Irgún (organización paramilitar sionista) voló el hotel Rey David de Jerusalén, sede de la Comandancia Militar del Mandato Británico de Palestina y causó 92 muertos. El jefe máximo de la organización terrorista en ese instante se llamaba Menájem Beguin, la misma persona que en 1977 se convirtió en primer ministro de Israel y en 1978 recibió el premio Nobel de la Paz. Conviene tener en cuenta este tipo de datos para evitar estupores futuros.

Así que antes de escuchar las cataratas de sandeces que nos lanzan la Derecha (ha enterrado su atávico odio a todo lo que huela a "judeo-masónico-bolchevique" para abrazar la causa del integrismo religioso cristiano y la búsqueda de una "pureza de raza" que frene la invasión islámica) conviene que le dediquemos un rato al estudio. Es la mejor manera de inmunizarnos ante las tonterías.

Y luego mantener el criterio que siempre hemos defendido: Derechos Humanos para todas las personas. Lo que incluye el derecho a existir de una Palestina Libre.

En momentos como los actuales conviene retomar el dicho alemán “Si en una mesa hay un nazi y diez personas que lo respetan, en esa mesa hay once nazis”. No es ninguna paradoja, más bien una verdad de Perogrullo.

 Hoy si en una mesa alguien dice que la mejor manera de solucionar el problema palestino es dándole carta libre a Israel y dejarle que haga lo que quiera y las otras diez personas sentadas callan, pueden juntarla con la del dicho alemán con la seguridad de que no desentonan.

Sin embargo si lo escuchara cualquier superviviente de la Shoah (aquí lo conocemos como Holocausto) estoy seguro que se acercaría a los comensales, enseñaría su brazo tatuado con el número de prisionero del campo de Auschwitz y mirándolos a la cara espetaría un “No en mi nombre”.

Lo que nunca haría sería tras escuchar quedarse mudo con un silencio cómplice.