Opiniones

"El Periódico digital para el sur de Córdoba"

La otra cara del 4-M

Dos años del 26-M, ¿y ahora qué?

El pasado 26 de mayo de 2019, fecha en la que se celebraron las últimas elecciones municipales en la ciudad de Cabra, el Partido Popular, obtuvo 14 concejales, lo que supone un total de 3 concejales más de los requeridos para la obtención de la mayoría absoluta.

En este contexto, es de obligado cumplimiento resaltar el “extraordinario” resultado electoral obtenido por el partido Popular de Madrid en las elecciones autonómicas celebras el pasado 4 de mayo. En dicha cita electoral, la mayor parte de la ciudadanía ideológicamente conservadora y en cierta medida liberal ha concentrado todo el voto en el PP, fuerza que históricamente se ha definido como el partido de centro derecha en nuestro país. Pero, ahora bien, si esto explica significativamente la subida experimentada por el PP y la Sra. Ayuso, no lo explica totalmente. Teniendo en cuenta que el número de escaños a elegir en estas elecciones ha subido en cuatro escaños como consecuencia directa de un aumento de la población en la Comunidad de Madrid, pasemos a analizar el resultado.

Si sumáramos los escaños conseguidos por las dos fuerzas de centro derecha en las elecciones a la Asamblea de Madrid de 2019, obtendríamos un resultado de 56 escaños, lo cual refleja que faltan aún 9 escaños más para llegar al resultado obtenido en las urnas por el partido mayoritario en los comicios que tuvieron lugar hace unas semanas. Si viviéramos en una realidad política donde la ultraderecha no tuviera representación podríamos afirmar que esos 9 asientos restantes obtenidos por el partido conservador provienen de los votos depositados por parte de la ciudadanía situada en términos ideológicos a la derecha de dicha fuerza política. En cambio, desde hace algún tiempo hablar de pensamientos o incluso de políticas ultraderechistas se ha convertido en cotidianeidad de la sociedad española, hasta el punto de llegar a contemplar la posibilidad de posibles pactos de gobierno en los que esta corriente ideológica pueda tener la última palabra.

Partiendo de lo expuesto anteriormente, ¿dónde están esos 9 diputados autonómicos? Un pálpito de esperanza alentaba a la izquierda madrileña, la tarde del 4 de mayo, cuando las elevadas cifras de participación del electorado madrileño tenían lugar en los feudos tradicionalmente socialistas o simplemente de izquierdas. Pero la realidad cambió cuando se reabrieron las urnas a las 20:00 horas y en todos estos puntos de la Comunidad madrileña ganaba el PP suponiendo una pérdida masiva de apoyos especialmente para el PSOE que fue superado por Más Madrid, fuerza que no supo aprovechar la sangría de los socialistas decayendo de esta forma a niveles extraordinarios el apoyo hacia a la izquierda. Por tanto, podríamos concluir que la izquierda ha votado a la derecha.

A partir del análisis anterior, y en el contexto de extrapolación de datos y resultados que se está haciendo de estos comicios, ¿son extrapolables los resultados del 4-M a los del 26-M de 2019 en Cabra?

En este sentido, sabemos que es de extraordinaria dificultad comparar el número de escaños obtenido por el PP en los comicios locales de 2019 con el número de votos obtenidos en las elecciones generales. Pero si hiciéramos una comparación de las últimas cuatro elecciones generales con las dos últimas elecciones municipales los números no cuadran. Y es que el 20 de diciembre de 2015, el PP obtiene en Cabra 4.485 votos y (5.960 junto con C´s), mientras que el 26 de junio de 2016 obtiene 4.555 votos y (6.110 junto a C´s), cifras muy alejadas de los 7.002 votos obtenidos por esta fuerza en las elecciones municipales de mayo de 2015.

Si comparamos nuevamente las dos elecciones generales de 2019 con las municipales de dicho año nos encontramos una situación muy similar. En los comicios del 28-A, el PP obtiene 2.826 votos (y 6.370 junto a Vox y C´s), mientras que el 10-N el PP es apoyado por 2.802 egabrenses y el bloque de derechas por 6.408 votos en su totalidad. En cualquier caso, todas las cifras señaladas quedan lejos de los 6.859 votos conseguidos por el PP en los comicios locales de 2019. Ahora bien, con estos datos reales y teniendo en cuenta la abstención del electorado egabrense de la que ya hablé en otro artículo, ¿hay tránsfuga de votos en las elecciones municipales de la izquierda a la derecha? Si concentráramos el voto de las tres derechas en el PP egabrense diríamos que el transfuguismo político de la izquierda a la derecha solo supone unos 500 o 600 votos aproximadamente, lo que equivaldría a un concejal que gana la derecha y en contraposición mantiene estable o perjudica a la izquierda en detrimento de un concejal.

Por todo lo anterior, podríamos concluir que el transfuguismo de votos no se produce en términos reales a la hora de elegir a nuestros representantes locales, pero teniendo en cuenta el abstencionismo de la ciudadanía egabrense que crece con asiduidad en las elecciones municipales y además que el PP egabrense gana en las mesas electorales de los barrios obreros de la ciudad de Cabra, no podríamos achacar este problema a un transfuguismo de votos importante, ya que si bien la derecha representada en el PP aumenta sus apoyos por un posible transfuguismo de la izquierda, ese aumento no guarda relación con la pérdida de votos de la izquierda, que si bien el 28-A y el 10-N de 2019 obtuvo un total de 5.579 y 4.837 votos respectivamente, el 26 de mayo de 2019 obtuvo un total de 3.410 votos lo que refleja una diferencia muy notoria y una pérdida de más de 2.000 votos.  

Teniendo en cuenta la alta participación en las elecciones a la Asamblea de Madrid, es aceptable que la izquierda madrileña pueda achacar este problema a estrategias de marketing político empleadas por el PP en Madrid capaces de atraer al electorado de izquierdas, pero, sin embargo, la situación en Cabra es diferente debido al reacio que muestra la ciudadanía a votar en los comicios municipales. Por ello, las preguntas que debería hacerse la izquierda a nivel local son las siguientes: ¿se abstiene la izquierda egabrense y, por ende, gana la derecha en dichos barrios y en el conjunto de la ciudad?; ¿se abstiene la derecha, y la izquierda es convencida por el PP? Teniendo serias dudas acerca de que la segunda pregunta sea cierta, y a 2 años de unos nuevos comicios locales, podríamos determinar que a pesar del cierto trasvase de votos que pueda existir, la realidad para la izquierda a nivel municipal es meritoria de un análisis profundo con el fin de recuperar ese pequeño trasvase de votos, y además, mantener el colchón de votos que obtiene en otras convocatorias electorales, pues probablemente esa pérdida de votos en las elecciones municipales y especialmente en determinadas zonas, tenga su causa principal en el elevado abstencionismo característico de los/as egabrenses en las diferentes convocatorias electorales locales.