Opiniones

"El Periódico digital para el sur de Córdoba"

Lo que dicen todos

Lo que dicen o lo que digan mañana todos nunca puede dejar en manos de la sinrazón a los valores éticos. Lo que dicen todos (y aun lo que diga yo) no puede condicionar a la misma Naturaleza a una estética o a unos gustos.

Lo que dicen algunos, muchos, tantos y demasiados no puede callar a la razón nunca, nunca y… ¡nunca!

Lo que dicen todos no puede bailar a la música de los poderosos, ni alimentar unas adulaciones dirigidas a los corruptos (en algo moral), ni siquiera sostener una educación cínica, hipócrita, insolidaria, chovinista, intolerante o una falsa democracia.

Lo que dicen todos en cualquier lugar del mundo y con cualquier situación posible no puede olvidar a los niños que pasan hambre, a los que son diariamente silenciados aun diciendo la verdad, a los que soportan tantas injusticias o a las mujeres que no tienen iguales derechos frente a los hombres.

Lo que dicen todos no puede aislarse del mundo (de la intensa realidad) por una irresponsabilidad, no puede autoengañarse ni consentir sin más alguna manipulación, ¡no!, la cual sin duda influirá en las interpretaciones del civismo y de comportamientos considerados normales.

Lo que dicen todos (dispongan del poder que dispongan) no puede justificar guerras, ¡obvio!, no puede nunca silenciar, encubrir, “blanquear” o desarrollar guerras, en principio (moral) ni siquiera en defensa propia.  

Lo que dicen todos no puede cargarse sólo de retórica, de promesa fácil, de vil charlatanería, de frivolidad incontenible, de demagogia, de ostentoso escaparate, de hipocresía, de impuntualidad o de doblez.

Lo que dicen todos no puede venderse a lo que es inútil o estúpido, no, a lo que la mentira mueve (aunque sea por escrito), ¡claro!, no puede nunca venderse a lo falso, a un “todo vale” o a la confusión.

Por eso precisamente, ¡siempre!, ¡siempre!, ¡siempre!, debemos cuidarnos… de lo que digan todos.