Opiniones

"El Periódico digital para el sur de Córdoba"

Mayorías absolutas, medias verdades y el río Cabra

¿Son buenas las mayorías absolutas, en cualquier tipo de gobierno, para los intereses de la ciudadanía? La respuesta a esta cuestión no es fácil, pues creo que no depende tanto de la herramienta como del uso que se hace de ella. Posiblemente, puede servir para realizar cambios significativos con respecto a un gobierno anterior sin el trauma que a algunos les supone tener que constreñir su ideario político a las demandas del socio de gestión. El problema que conlleva dirigir una administración pública desde la comodidad de la mayoría absoluta es exactamente ese: la comodidad. Los gestores de este tipo de mayorías suelen tender a acomodarse en los cargos, a entender como propio y exclusivo lo que solamente es coyuntural, obviando la opinión de los adversarios políticos (nunca enemigos) salvo necesidad perentoria de revestir un acuerdo comprometido mediante la búsqueda de la unanimidad.

Un ejemplo, a mi parecer, bastante evidente de esa inclinación a huir de situaciones comprometidas lo podemos observar en la parte final de las sesiones plenarias de nuestra localidad, ya sea mediante la práctica imposibilidad de que los ciudadanos puedan expresar sus inquietudes una vez concluye el pleno, circunstancia que contempla la normativa en vigor que rige la administración de las Corporaciones Locales, o con el veto a que los partidos políticos de la oposición puedan tener un tiempo mínimo para realizar puntualizaciones a las respuestas que ofrece el equipo de gobierno en el apartado de ruegos y preguntas. Me da cierta envidia que en localidades como Castro del Río o Montilla sí exista esta posibilidad para los grupos municipales ajenos a la gestión municipal ¿Cuál es la diferencia entre estos municipios y el nuestro y qué incide en que exista o no este derecho de réplica? Efectivamente, seguro que lo han adivinado, en las localidades citadas no se gobierna con mayoría absoluta, mientras que en Cabra sí.

En septiembre de 2022, con motivo de la modificación que se propuso del Reglamento Orgánico Municipal (a instancias de una moción presentada por Unidad Vecinal Egabrense en mayo de 2021) realicé la propuesta antes señalada de permitir a los grupos municipales de la oposición que tuviesen un turno de réplica de dos minutos tras la intervención del equipo de gobierno. La respuesta fue, como es de suponer, que no, pues teóricamente tenemos otros medios para poder dirigirnos a quienes nos gestionan sin necesidad de regular ese turno de réplica.

La inexistencia de esta herramienta orgánica para los grupos políticos que nos encontramos en la oposición, conlleva que en reiteradas ocasiones no podamos, como mínimo, realizar matizaciones o puntualizaciones sobre las respuestas que nos dan los actuales gestores. Esta circunstancia sucedió en el pasado pleno con motivo de una pregunta que planteé sobre el Río Cabra. La misma únicamente pretendía reivindicar un hecho objetivable que el Sr. Alcalde siempre elude en sus intervenciones sobre el proyecto de restauración ambiental de este tesoro fluvial egabrense, como es el trabajo realizado por la Corporación Municipal del periodo 2007-2011 en relación con este tan ansiado proyecto.

No cabe duda alguna que lo único que debe importar a la ciudadanía de Cabra es que este proyecto se lleve a cabo, pues es un anhelo de nuestra Ciudad desde mucho tiempo atrás. Da igual quién lo gestione, quién se quiera llenar el pecho de medallas o quién lo culmine, lo verdaderamente imprescindible es que se ejecute con la mayor prontitud y garantía posible; pero también resulta necesario que el relato de lo acontecido hasta el día de hoy se ajuste lo más posible a la realidad.

En febrero de 2008 la corporación municipal aprobó por unanimidad una moción presentada por el Partido Popular mediante la cual se acordaba solicitar a los organismos competentes una “actuación integral en el río Cabra”. Lógicamente, al ser esta inquietud compartida por todos los Grupos Municipales, el acuerdo era tan previsible como ineludible. Tan necesaria era (y sigue siendo al día de hoy) la ejecución de esta remodelación que, con anterioridad a la aprobación de la moción, ya nos habíamos reunido en varias ocasiones la Sra. Alcaldesa en aquel entonces, María Dolores Villatoro, y yo con el Jefe del Servicio de Cuencas de la Agencia Andaluza del Agua en Córdoba, D. Rafael Poyato, para mostrarle nuestra inquietud al respecto. Aprovecho esta oportunidad para reconocer la enorme preocupación que mostró este servidor público en la realización de este proyecto, siendo el mayor impulsor de la iniciación de este largo proceso, abriéndonos todas las puertas que le fue posible para que nos reuniésemos con las más altas instancias del organismo público que entonces gestionaba los ríos andaluces.

Hay que reconocer que la aprobación de esta moción sirvió de acicate para continuar con las negociaciones que ya habíamos comenzado y, sobre todo, fue el fiel reflejo de la voluntad unánime de la corporación egabrense. Ahora bien, para el actual Alcalde de nuestra ciudad, según se deduce de su intervención plenaria, el único hito importante en relación con la restauración de nuestro río fue que el Partido Popular presentó la antedicha moción, minusvalorando el trabajo que el equipo de gobierno de ese mandato corporativo llevó a cabo en pro de conseguir tener un río Cabra reintegrado con nuestra localidad, limpio y sano. Las mociones aprobadas se quedan en agua de borrajas si no existe una voluntad de los gestores municipales de llevarlas a efecto; de esta forma, podríamos hacer mención al innumerable número de este tipo de propuestas que ha presentado el Grupo Municipal de Unidad Vecinal Egabrense y que, pese a ser aprobadas en sesión plenaria, siguen durmiendo el sueño de los justos. Y, sin embargo, cuando alguna de estas propuestas se lleva a cabo, caso de nuestra moción en la que se solicitaba la creación de un programa de ayudas al alquiler para jóvenes, nunca se hace mención a que la ejecución de este programa proviene de la aprobación de esta moción. Diversas e interesadas formas de ver la realidad: El proyecto del río se hace porque lo propusimos nosotros, las ayudas al alquiler se hacen pero, en este caso, no porque hubiese una moción presentada con anterioridad por otro grupo político.

Volviendo a la intervención del Sr. Alcalde en el turno de Ruegos y Preguntas del pleno del mes de febrero pasado, éste afirmaba que cuando entró en el gobierno municipal el Partido Popular en junio de 2011, sólo había “un papel en forma de anteproyecto” y que no habíamos hecho ni la exposición pública del mismo, ni calificación de impacto ambiental, ni conseguido la financiación, ni hecho la licitación, entre otras cosas. A mi parecer, esta disertación está, cuando menos, repleta de medias verdades.

En primer lugar, tal y como recoge el proyecto actualizado realizado en abril de 2017 (seis años después de la entrega del supuesto “papel en forma de anteproyecto”): “El proyecto de “Restauración ambiental e integración urbana y paisajística del tramo alto del río Cabra, T.M. de Cabra (Córdoba)”, fue redactado en julio de 2011…” Es decir, era un proyecto y fue realizado durante el mandato corporativo 2007-2011.

Por otro lado, también se redactó un estudio geotécnico del proyecto que, como se podrá observar, se publicó en enero de 2011

Como podemos comprobar a continuación (texto del proyecto actualizado de 2017) las modificaciones que se realizan sobre el “papel en forma de anteproyecto”, son en su mayor parte de adaptación normativa, pues el proyecto de 2011 se incluye en su totalidad en esta actualización, además del estudio geotécnico antes reseñado, o gran parte de las referencias hidrológicas, que son extraídas del Estudio Hidrológico-Hidráulico realizado en 2007 para su inclusión en el nuevo PGOU, o un amplio porcentaje del Estudio de Impacto Ambiental que es, a su vez, copiado del Estudio medioambiental incluido como anejo en el proyecto de julio de 2011.

En conclusión, se realizó un gran trabajo de iniciación del largo recorrido que implica la ejecución de este ansiado proyecto. Minusvalorar dicho trabajo, hasta casi querer hacerlo invisible es desconocer la realidad o, lo que es peor, tergiversarla con el único propósito de ser los únicos artífices de la consecución de un sueño que desde hace mucho tiempo mantiene la población egabrense.

Finalizando esta exposición, debo recordarle al Sr. Alcalde algo bastante evidente. Achacaba al equipo de gobierno de 2007-2011 que no habíamos publicado la documentación que se había elaborado, que no se había expuesto al público, no se había conseguido la financiación, no se había licitado, etc.. Pues bien, aunque me cuesta incidir en lo obvio, no pudimos hacer nada de estos pasos administrativos porque en junio de 2011 dejamos de gestionar nuestro ayuntamiento, incluso ese “anteproyecto” fue entregado al gobierno del Partido Popular en julio de 2011, por lo que salvo en una realidad paralela no podíamos continuar con los siguientes pasos que deberían encaminar a la ejecución del proyecto. Eso sí, en sólo 6 años el Partido Popular redactó la actualización del proyecto inicial, incluyendo el presupuesto definitivo a ejecutar (abril de 2017).

Y ya por último, insistir que lo importante no es quién ha trabajado en este arduo camino de la restauración de nuestro río, sino que ésta se lleve a cabo con todas las garantías que nuestro pueblo se merece. Aunque pienso que sería injusto que la ciudadanía egabrense no conociese que los pasos que se han dado hasta el momento derivan de una confluencia de voluntades y no del deseo y el trabajo monopolizado por unos pocos. Esperemos que este gran proyecto de ciudad vea la luz lo antes posible y que podamos dejar a nuestros hijos un río integrado en nuestra localidad, transparente y con mucha vida, tanto de flora como de fauna, pero también con mucha vida para las y los egabrenses.