Opiniones

"El Periódico digital para el sur de Córdoba"

La “faraónica” obra de las piscinas de verano

Podía haber escrito de esto antes, cierto, pero he querido ver el final del último capítulo para poder desvelar el desenlace, y vaya que me alegro porque, si el principio prometía, el final ha sido de traca. Me estoy refiriendo a las obras que se han llevado a cabo en los vestuarios y baños del antiguo Parque Sindical, es decir, las piscinas de verano de Cabra que ahora llevan el nombre de Heliodoro Martín.

Pues bien, ¿qué puede tener de interés hablar de unas obras? Esta puede ser una buena pregunta para el lector que no sepa nada de lo allí ocurrido durante todo el verano. Porque empecemos por ahí, absolutamente nadie puede decir que tiene lógica realizar unas obras, en un inmueble que está inutilizado todo el año y que solo se abre unos días en junio y los dos meses de verano, precisamente en verano. Cuando hechos de este tipo ocurrían, estando los actuales gobernantes de Cabra en la oposición, se oían todo tipo de críticas alegando que los gobiernos de entonces del PA, o del PA con el PSOE, o del PSOE con IU no tenía previsión en sus acciones y actuaciones. No es que yo lo diga, ahí está la hemeroteca y las actas de sesión plenaria que lo pueden corroborar. Es más, el actual concejal de Infraestructuras y Servicios, Juanra Pérez, con el que es sabido que tengo amistad, era uno de los que en aquel Foro del lagarto (que muchos añoran porque así me lo dicen) más caña daba con estos temas, y siempre decía que si su partido gobernaba y él era responsable municipal no pasarían esas cosas. Pues pasan, ya lo creo que pasan.

La diferencia es que ahora sale el alcalde diciendo que todo tiene una explicación, da unos datos que vienen a ser los que se daban antaño, no más poderosos, y ahora hay que creérselo, antes no, ahora sí, simplemente porque ellos se creen infalibles. Son expertos en tergiversar las situaciones, recuerdo que cuando les metieron el gol por toda la escuadra con el plagio del cartel de San Juan, burla en todos los corrillos del pueblo, salieron en el Pleno con la táctica estudiada, ya que tienen la última palabra, de dejar como el malo o el culpable de la película, no al autor del plagio, no al concejal de Fiestas, no al alcalde, no, el malo de todo aquello era Antonio Caballero portavoz del partido socialista en la oposición, toma ya. Tan perplejo me quedé entonces como ahora con las explicaciones “válidas” de unas obras en periodo estival con las piscinas abiertas al público.

Sigamos, esas obras han obligado a los bañistas a ir al edificio de la piscina de invierno, la cubierta como se conoce popularmente, para evacuar sus necesidades fisiológicas. Quejas todas las que se puede suponer el lector si conoce las instalaciones, porque evidentemente esos baños están mucho más separados, con lo cual imagino, y perdonen, los que estuvieran allí la jornada completa o hacían el esfuerzo de ir o se lo hacían en las piscinas.

Se dijo que las obras tendrían un tiempo de ejecución que tampoco se ha cumplido, y se han abierto los nuevos vestuarios-servicios en el día de ayer. ¿Por qué no se han cumplido los tiempos? Pues porque no ha podido ser, antaño hubiera sido por culpa de los que gobernaban…

Y llega el día de abrir la obra del siglo, llega la hora de contemplar tamaña infraestructura de vanguardia, el día en que acabarían las peregrinaciones a la cubierta para deleitarnos con un pipí cercano, llegó el día de la foto, de salir a los medios de comunicación para que el pueblo de Cabra vea algo que va a cambiar el rumbo de la arquitectura egabrense para siempre, todo in extremis cuando quedan tres días para cerrar las piscinas, pero valdrá la pena.

Pero no, no vale la pena, más bien da pena ver cómo han desperdiciado casi 180.000 euros, que se dice pronto. Aquello no hay por dónde cogerlo, y no es cuestión de gustos solamente, es que tiene muchísimas deficiencias, unas de proyecto y otras de ejecución, que ahora veremos.

Han puesto unos paneles informativos en el grandísimo espacio medianero entre los servicios de caballeros y señoras, que no sirven absolutamente para nada, con erratas, no digamos errores, por ejemplo, en el apellido del quien da nombre a las instalaciones. Cuando antes pasaban estas cosas decían nuestros ahora gobernantes, ¿es que nadie revisa esto? Ahora lo digo yo. Y añado que ese espacio está desperdiciado en gran parte.

En esos paneles se “explican” las obras, aquello parece un texto sacado del libro de Kandinski “De lo espiritual en el arte”, donde los redactores, supuestamente los arquitectos del proyecto, nos quieren llevar al huerto con su vanguardismo espacio-tiempo. Como diría mi amigo Julián Valle, conceptos artísticos sobrevalorados y que no dejan de ser una mierda. Eso sí, la visión de las piscinas se ha abierto a las huertas de Cabra, vamos, a la huerta que linda con la parte de atrás y donde el hortelano estará más distraído con su nueva ventana indiscreta. Y para ventanas, han hecho unos ventanales redondos de distintos diámetros que dan luz a los vestuarios, algo muy pop y submarinista…

He visitado sólo el recinto de los vestuarios-servicios de caballeros, como es obvio, aunque me han informado que el de señoras es prácticamente igual. No hay por dónde cogerlo, dentro solamente hay dos servicios con taza, y uno es de minusválidos. También, al margen de los vestuarios, hay unos lavabos, que el de hombres solo tiene dos servicios en el mismo habitáculo con una taza y uno colgante, y que además sirve para caballeros y adaptado a minusválidos. Y ya está, no hay más, esto para un aforo que supera en cien las mil personas. ¿¡Quién ha diseñado, aceptado y recepcionado esta atrocidad!? Seguro, segurísimo que algunos que no son asiduos a unas piscinas públicas y menos a éstas.

Pero no queda ahí la cosa, ya no hay vestuarios con privacidad, ni duchas, todo al descubierto, como si aquello fueran los vestuarios de un equipo. A mi me da igual, pero allí va gente que no se conoce y puede haber, y de hecho las hay, muchísimas personas que reclamen su derecho a tener también duchas y vestuarios donde nadie las tenga que ver en su desnudez. Y lo que es peor si cabe, hoy día con los móviles ya veremos a ver cuántas fotos no van a causar problemas por echarlas allí sin permiso de los usuarios… Bueno, todo ello si esas duchas se pudieran usar, aunque fuera de esa manera tan moderna, porque lo cierto es que hasta la antesala de las mismas llegaba hoy el agua con aquello totalmente inundado. Lógico, las rejillas de desagüe están más altas que el suelo de las duchas. ¿Nadie supervisa, nadie prueba, nadie controla, nadie se da cuenta de esos desperfectos?

Pues así están las duchas, pero no he terminado. Donde antes estaba el Botiquín, han construido el ya llamado pabellón de Auschwitz, un horroroso pasadizo de duchas sin sentido con las paredes de cristal esmerilado, por supuesto que estaban inundadas al igual que las otras y con las mismas taras, de hecho hoy un bañista se ha accidentado en ellas. No se sabe qué pintan ahí, para fuera ya hay un montón de duchas y para asearte y vestirte estarían las otras. Nadie lo entiende.

Un despilfarro de 180.000€, cuando lo que los usuarios demandaban era poner al día y reformar lo que ya había, que necesitaba obras de acondicionamiento, adaptación y reposición de mobiliario, lo que no costaría tanto dinero y ya se había demostrado funcional.

Sé del dominio de las redes por los gobernantes egabrenses, pero yo no entro en esos trapos, a mí desde luego no me van a dominar, ni desde las redes ni desde ningún sitio. Y termino, me parece una desfachatez hacerse la foto presentando esta bazofia de obra que ha fastidiado a los usuarios de las piscinas un verano entero.