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"El Periódico digital para el sur de Córdoba"

¿Dónde están los votos en Cabra?

José Luis Casas Sánchez

Los sistemas electorales han experimentado diversos cambios a lo largo de nuestra historia. En lo referente a las elecciones municipales, quizás lo más destacable sea que solo a partir de 1979 hemos tenido un modelo de sufragio universal y además con una serie de años que nos permiten analizar el comportamiento electoral de los ciudadanos en cada municipio.

En Cabra hemos tenido cuatro corporaciones con alcalde socialista y otras tantas donde ha sido andalucista. Llegamos, pues, a la novena ocasión en que los egabrenses elegirán a sus representantes municipales, y de ese resultado dependerá quién desempeñe la alcaldía.

Estamos en una población donde, como ya expliqué junto a José Mª Garrido en otro lugar, se produce el llamado “voto dual”, es decir, los ciudadanos se pronuncian a favor de una diferente opción política en función del carácter de los comicios. Dicho de otro modo, apoyan mayoritariamente a un partido en las elecciones generales (o en las autonómicas) y a otro distinto en las municipales. Esa característica ha sido debida a la presencia de los andalucistas en la corporación egabrense, desde que en 1991 obtuvieron dos concejales.

En las elecciones de 1995 el PA consiguió una victoria aplastante, con 6.991 votos y el 57’07% de los mismos. ¿Qué ha pasado a partir de entonces? Los andalucistas no han dejado de perder votos en los sucesivos comicios, de modo que en 2007 se quedaron en 3.263, menos de la mitad de doce años antes. Los socialistas llegaron a su suelo en 1995 con 3.018 votos, comenzaron a subir de modo tímido en 1999 y 2003, pero descendieron de nuevo en 2007, hasta los 3.303 votos, a pesar de ser la fuerza más votada y conseguir la alcaldía tras un pacto con IU, pero aquel resultado no deja de ser sorprendente, pues lo tenía todo a su favor, y es de suponer que internamente habrán analizado las causas de aquel resultado, que se podría calificar como una victoria amarga. Izquierda Unida, con 736 votos en 1995 ha experimentado un ascenso paulatino, hasta dar el gran salto en 2007 con 3.048 votos. Y los populares, con 1.433 votos en 1995 han subido siempre en número de votos hasta llegar a 2.175 en las anteriores elecciones.

Pero vamos a comparar con otros resultados. Si vemos los de las dos últimas elecciones generales, observamos que el PSOE ha ganado en ambas, con 6.605 votos en 2004 y 6.739 en 2008, es decir, que ha mejorado sus resultados. El PP también, pues ha pasado de 3.911 a 4.838. El PA descendió de 1.894 a 549. Y en cuanto a IU, pasó de 696 a 672. De esos resultados se obtiene un primer dato evidente, dos partidos empeoran sus resultados en las municipales, PSOE y PP, mientras que otros dos los mejoran, PA e IU. Para mayor concreción, en 2004 el PSOE tuvo 2.807 votos más que en las municipales del año anterior, y el PP 1.805; en 2008, la situación con respecto a 2007 todavía es más llamativa, pues son 3.436 y 2.663, respectivamente.

De cara a las elecciones de este año, a través del análisis de las tendencias, lo más probable es que el PSOE se mantenga en ese suelo que parece rondar los tres mil votos, puesto que tiene el desgaste de haber gobernado en una situación de crisis; el PA, con un partido casi desaparecido (en lo institucional) bajará sus resultados y continuará su tendencia de los últimos años; IU quizás haya sufrido un cierto desgaste en esta etapa de gobierno, y es difícil que se mantenga en el mismo nivel de hace cuatro años, y en cuanto al PP continuará su tendencia al alza, favorecido por los vientos que soplan en toda España a favor de su partido.

¿Quién ganará entonces? Ni lo sé ni es el objeto de estas líneas hacer una proyección de futuro, pero sí parece evidente que el próximo 22 de mayo la fuerza más votada será el PSOE o el PP, y que el resultado dependerá, entre otros factores, de que uno u otro hayan sido capaces de encontrar ese apoyo que los ciudadanos sí le expresan en las generales y no en las municipales. Saber dónde están esos votos es fácil, basta con analizar los resultados electorales mesa por mesa y comparar. El problema reside en que los candidatos tengan capacidad para convencer a los votantes de que su opción es tan valiosa en el ámbito municipal como en el general. Y eso no se consigue solo y exclusivamente durante la campaña, sino que es un trabajo a desarrollar en los cuatro años de mandato. Lo que ignoro es quién habrá hecho mejor esa labor, por eso estas líneas no contienen sino uno de los posibles análisis a realizar, susceptible de ser completado con otros parámetros y perspectivas, si bien estoy convencido de que ofrecen más rigor que las pretendidas encuestas publicadas en algunos medios de la localidad.

 

José Luis Casas Sánchez

Historiador

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