Opiniones

"El Periódico digital para el sur de Córdoba"

Las mentiras del gallego

No seré yo el que critique que alguien se tome vacaciones. Después de realizar un trabajo ininterrumpidamente durante cierto tiempo es necesario ese periodo de desconexión con la rutina, más o menos cargada de responsabilidad, para dedicarte a cosas que no has tenido tiempo de hacer mientras trabajas, o a descansar sin hacer nada tirado en el sofá viendo los juegos olímpicos.

Rajoy está en Pontevedra vacacionando; en la política española no hacer nada es agotador sin duda, de ahí que el presidente, que lleva sin hacer nada bastantes meses, necesite unos días de descanso en su tierra para reflexionar sobre los seis requisitos que Rivera le ha puesto como ultimátum para decirle sí a su investidura. Seis propuestas básicas que Rajoy, si no tuviera nada que ocultar en su partido, no hubiera dudado en decirle que de acuerdo, pero… se lo está pensando en Galicia, o eso dice.

Rajoy está acostumbrado a mentir de una forma que ya me empieza a parecer compulsiva. Después de las últimas elecciones de junio dijo que a finales de julio habría un gobierno formado. Mintió. Luego cambió la fecha y dijo que a principios de agosto España tendría gobierno aunque estuviéramos en el verano profundo. Ya estamos a mediados de agosto y se ve que volvió a mentir. Son las dos últimas mentiras, no voy a tirar de hemeroteca y sacar aquí todas sus promesas electorales de 2011 donde demostró que decía digo y luego fue diego, dejando a un país asfixiado. Esas podemos pensar que fueron mentiras grandes, mientras que las de poner fecha a un gobierno son mentirijillas. Pero no. Ya están las empresas tomando medidas de fuga por tener un gobierno provisional desde casi lo que dura un parto (el desenlace va para parto de burra), este entre otros muchos perjuicios. Por eso no se debe mentir sobre cuándo se va a formar un gobierno, ya a Rajoy no lo creen ni los suyos, lo que pasa es que sus hinchas tienen unas tragaderas insospechadas y hasta le ríen la gracia de sus mentiras.

Por eso irse de vacaciones con este panorama me parece un poco sonrojante, incluso ver al rey en Mallorca me provoca vergüenza ajena. En una empresa en crisis todos tienen que arrimar el hombro empezando por el presidente de la empresa, es así de sencillo, y si un año no hay vacaciones pues no pasa nada, lo importante es sacar adelante la empresa. La empresa España parece que da igual que se vaya al garete, aquí nadie se priva de nada, ni el jefe del estado ni el presidente del gobierno en funciones. Ya lo dije al principio, no critico que alguien se tome vacaciones, pero esta gente no son alguien normal y ellos lo saben, por eso deberían de tener más decoro ante el pueblo al que tanto dicen defender y querer.

Alguien estará pensando que a pesar de que llevo razón es lógico que esto pase porque todos los políticos mienten, que la mentira es consustancial al ser político, pero esa excusa no me parece razonable. La mentira es un acto premeditado, no es lo mismo que equivocarse o errar, ya que eso no se hace queriendo, simplemente fallan tus cálculos cuando pensabas que eran los correctos. Si todos mienten, demos esa premisa por correcta, y de ahí que se suela decir que votamos a los menos mentirosos, en este caso es difícil entender por qué se vota más a Rajoy siendo de los que más mentiras dice.

Porque Rajoy no se equivoca, Rajoy miente, porque él sabía fehacientemente que esas fechas eran “callabocas”, sólo para eso las lanzó. Su actitud estudiada y premeditada de verlas venir quietecito, que tan buen resultado le dio tras las elecciones del 20D, iba a ser la misma que iba a adoptar tras el 26J, y a pesar de haber mejorado sabía que el panorama numérico era similar, por lo tanto, ha ido por ahí diciendo una cosa y haciendo otra, es decir, mentira tras mentira.

En esta España de castañuela y fútbol, donde la estolidez rebosa en muchos círculos, la estulticia se generaliza a pasos agigantados y el aplauso al memo es tan común como la tortilla de patatas, ver a Rajoy vacacionando pasa inadvertido, claro que para muchos su actitud estaría más que justificada si en Pontevedra se acumularan una inmensa pandilla de Pokemon a los que Rajoy ha ido a dar caza.