Opiniones

"El Periódico digital para el sur de Córdoba"

Seguimos a contracorriente: el cantonalismo ibérico

Históricamente se ha ridiculizado, por prácticamente todos, el movimiento cantonalista ibérico, fuente de mofas  (no hay un solo libro de texto escolar que lo aborde de otra manera), pero  lejos de ser esperpéntico podría también analizarse como una experiencia de democracia radical única que no se entendería sin el movimiento obrero ya activo (aunque incipiente) y sin el desengaño que siguió a La Gloriosa después de haberse hecho con el poder la burguesía, una vez más y gracias a la sangre popular, cogiendo el mando y la porra de la revolución del 1868.

Se ridiculiza el independizarse de España por parte de los cantones cuando lo que se buscaba era deconstruir un estado centralista, corrupto y autoritario y la construcción de un estado nuevo, menos estado, basado en la confederación de abajo a arriba a partir de cada municipio o cantón autónomo (Suiza era el modelo). Fue entre julio de 1873 y enero de 1874.

La supuesta guerra entre los cantones de Jaén y Granada (y otros entre sí) eran diferencias de fondo en cuanto a cómo debería ser esa organización, confederal o federal, más libertaria o más autoritaria. La bandera turca izada en el proclamado cantón de Cartagena lo fue porque era roja...y no había otra roja a mano, y el cubrir con sangre propia la media luna blanca de la enseña, para hacerla roja del todo, puede entenderse tanto un acto heroico como esperpéntico. También se puede entender con igual dualidad el acto del cantón de Cartagena queriendo adherirse a los EEUU (entonces república, federal y próspera que también servía de modelo), símbolo como lo fue la tricolor francesa o la marsellesa para la II República. De esta manera el gran Fermín Salvochea (alcalde de Cádiz, republicano federal entonces y después, desengañado como muchos, anarquista, y hoy todavía venerado en Cádiz por su gran humanidad, su gran valor y sus grandes actos) quiso simbolizar entregando las llaves de la ciudad a la embajada americana antes que dárselas a las tropas centralistas del general Pavía (inmediatamente después monárquicas) que le detendrían y encarcelarían. ¡Con dos ovarios!.

Eso no quita que el movimiento cantonalista tuviera contradicciones, errores, inconsistencias...incluso esperpentos. Pero seguro que no más que otros esperpentos históricos que tenemos como más razonables (Cortes de Cádiz, dinastía borbónica y restauraciones canovistas) ni tampoco se les tilda a los cantonalistas de idealistas como son tildados los comuneros de Paris (a los que se les recuerda, o critica, por su idealismo...pero no por sus esperpentos).

No es el único episodio patrio sobre el que recaen las mofas, aunque tal vez sí sea el que reúne más comentarios afines. Pero todos ellos olvidan algo básico, con lo que se podrá estar de acuerdo o no, y que los análisis deberían considerar. Consideraciones que no son otra cosa que el pundonor y la valentía de quienes toman una decisión y la llevan a cabo con todas sus consecuencias, sin tacticismos, sin tibiezas, sin hipocresías, con toda la honestidad y la locura que tienen los actos de libertad y de las gentes hechas  "de una pieza".

Sí, ya sé que eso no se estila hoy (tampoco entonces) y que por la libertad, como por la honra, hoy ni se puede ni se debe arriesgar la vida. Ya sé que Cervantes era un vuelapluma y Quijote un loco ...pero ¿Qué sería del mundo sin esa locura de vuelos y plumas?: Sólo sombras y cenizas.