Opiniones

"El Periódico digital para el sur de Córdoba"

Cuius regio, eius religio: otra de transacciones

El principal enemigo de la monarquía española es la propia monarquía española  (como en otros momentos de la historia patria): la monarquía si se deshace será por sí misma.

La sociedad española está aún demasiado contaminada por el "discurso de la Transición" y por la "versión oficial" que lo idealiza. Hasta el punto de haber convencido en su día a honestos y reputados republicanos que lo seguían siendo, con la apostilla de "juancarlistas". La propaganda de la Transacción (que no Transición) fue tan impresionante, a derecha e "izquierda", que ha dejado un poso casi indeleble, y digo casi.

¿Democracia dicen que trajo Juan Carlos I? Ni siquiera estamos en una democracia formal con división de poderes y principio de representatividad uninominal por distritos. Partitocracia sin más y, además, por la Gracia de Dios (no por ningún proceso constituyente).

Otro asunto sería si se dijera que entonces, en el 77, no cabía hacer otra cosa, y que se hizo lo mejor que se pudo (podríamos estar de acuerdo), pero, pasados 40 años, seguir en la misma senda, con la misma cantinela, idealizando aquel pacto (que no transición democrática) de manera acrítica e infantil, y postulando aquellos parabienes sin corregir errores, evidencia que quien sigue ese "discurso de la Transición" está ofreciendo sin querer el mejor diagnóstico de la situación de descomposición actual.

¿Un rey, jefe del Estado, corrupto y traidor a su padre, cuya corrupción, campechana (eso sí), se ha derramado en 40 años por todas las instituciones del Estado, es ese el modelo a aplaudir por muchos "servicios de embajador" que haya tenido?.

Pues bien, esto del irse de España es más de lo mismo: una transacción o acuerdo para seguir manteniendo una monarquía (de "izquierdas" y apoyo del PSOE) y nada de una transición a la República como algunos proclaman o desearían.

Una vez más, buscar enemigos de la monarquía española que quieren acabar con ella, cuando el principal enemigo de la misma es la propia monarquía española (como en otros momentos de la historia patria), no llevará a ningún sitio: la monarquía si se deshace será por sí misma. En España nunca hubo guillotinas.