PROVINCIA.
En el marco de este operativo, la Guardia Civil verificará las distintas modalidades de caza mayor, prestando una especial atención a las armas utilizadas y a la caza furtiva, “retranca”.
Este año y como novedad legislativa se establece que aquellos cazadores que quieran naturalizar los trofeos de las piezas que abatan en las cacerías, deberán transportarlos con los precintos que acrediten su origen
La Guardia Civil de Córdoba, fundamentalmente a través de sus unidades especializadas en la protección de la Naturaleza (SEPRONA), ha puesto en marcha coincidiendo con el inicio en el campo de la “berrea” desde mediados de septiembre, un operativo especial de servicio que se desarrollará principalmente en los acotados de caza mayor y sus proximidades, que se concentran esencialmente en la zona norte y centro de la provincia.
La primera fase de este operativo se inició a finales del pasado mes de agosto dado que en estas fechas los cérvidos ya cuentan con cuernas desarrolladas y se inicia su período de reproducción, esta primera fase se dio por finalizada con el inicio de la temporada de caza mayor, el pasado día 13 de octubre. En esta fase, la Guardia Civil ha desarrollado fundamentalmente labores de prevención y erradicación de los episodios de furtivismo que se suceden aprovechado que los animales se encuentran en su ciclo de reproducción, tanto “berrea”, como “ronca”, y ello hace que se descubran y agrupen, facilitando con ello su localización y abatida.
La segunda fase del operativo se inició el pasado día 13 de Octubre coincidiendo con el inició de la temporada de caza mayor y se prolongará hasta el próximo día 10 de febrero de 2013, fecha en la que finaliza la temporada. En esta segunda fase la Guardia Civil orientará principalmente los servicios al control, inspección y verificación de las modalidades de caza autorizadas, comprobación de las autorizaciones administrativas de los propios cazadores y de las rehalas participantes, y detección de la caza furtiva, que pueden sucederse con ocasión de monterías y ganchos estableciendo posturas irregulares, esencialmente en la modalidad de “retrancas”, y sobre la comercialización de las carnes a los mataderos autorizados y con control sanitario, ejerciendo un especial control sobre aquellas monterías, batidas y ganchos de los conocidos entre los aficionados como “mata y cuelga”.
En este sentido la Orden de Servicio contempla que si bien el furtivismo es una actividad que no deja de producirse prácticamente durante todo el año, principalmente se sucede en el período de apertura de la veda y durante las semanas previas al inicio de esta, básicamente en busca de trofeos o de las carnes de los ejemplares adultos. Estas prácticas ilegales y que son especialmente dañinas para las especies afectadas también resultan muy perjudiciales en los prolegómenos del arranque de la temporada, favorecidas por el proceso de la “berrea”, por lo que el esfuerzo de las Unidades implicadas tenderá a prevenirlas en un primer estadio y a denunciarlas, cuando las mismas se produzcan. Del mismo modo, los procedimientos operativos de los servicios irán dirigidos a evitar episodios de “retranca”, y a averiguar las posibles acciones de “chanteo” y otras diversas prácticas dirigidas a presionar a los legítimos organizadores de las cacerías y la guardería rural. Igualmente este año, la Guardia Civil se va a centrar en la detección y erradicación de los “ganchos irregulares” y las “monterías ilegales”, que según algunos ciudadanos se suceden en determinadas fincas y espacios naturales no declaradas cotos de caza mayor.
Las monterías, debido al elevado número de participantes, el empleo de armas largas rayadas, el uso de rehalas y las autorizaciones administrativas previas a su celebración, serán objeto de una supervisión más detallada para evitar que se establezcan más posturas de las autorizadas y que se desarrollen con las medidas adecuadas al objeto de garantizar la seguridad de las personas participantes.
Ante ello, la Guardia Civil de Córdoba, principalmente a través de sus Unidades del SEPRONA orientará sus servicios a verificar que los organizadores de monterías cuentan con la autorización de la Delegación Provincial de la Consejería de Medio Ambiente para realizarla, así como que lo han notificado al distrito sanitario para facilitar el reconocimiento postmortem de las piezas abatidas, que los cazadores se hallan perfectamente habilitados para su participación, que supone estar en posesión de la documentación del arma a utilizar (permiso de armas y guía de pertenencia), así como para poder practicar la actividad propiamente dicha (licencia de caza, tarjeta del cazador, seguro obligatorio).
La Guardia Civil quiere recordar a todos los cazadores que la participación de menores en estas practicas cinegéticas esta autorizada pero exige que el menor tenga más de 14 o 16 años, según el tipo de arma a utilizar y que vaya acompañado de una persona mayor de edad que este en posesión de licencia de armas, pero además el menor debe estar en posesión de la Autorización Especial para Menores para el uso de armas largas ralladas, seguro del cazador en vigor y presente el documento acreditativo de la cesión del arma por su legítimo propietario.
Con respecto a las rehalas de perros utilizadas en este tipo de cacerías, la Guardia Civil comprobará los certificados o talones demostrativos de haber realizado operaciones de desinfección de los medios de transporte de los perros, así mismo, la Guardia Civil pretende concienciar a los rehaleros, de la necesidad de estar en posesión de todas las autorizaciones administrativas necesarias para poseer un rehala, como pueden ser la inscripción de los núcleos zoológicos en el Registro Único de Ganadería de Andalucía, seguros de responsabilidad civil, licencias de caza, medios de transporte y capacitación de los conductores desde el punto de vista del bienestar animal.
Este año y como novedad legislativa se establece que aquellos cazadores que quieran naturalizar los trofeos de las piezas que abatan en las cacerías, podrán transportarlos en recipientes herméticamente cerrados, por ellos mismos o a través de terceros con destino a las taxidermias, acompañados de un documento expedido por el veterinario en caso de monterías, ganchos y batidas o por el guarda del coto respecto a recechos y aguardos. A este tenor cualquier recipiente que cumpla esta función es válido, lo que permite realizar el transporte del trofeo introducido en una bolsa de plástico que ofrezca la resistencia y estanqueidad oportuna, para evitar el vertido de líquidos orgánicos. Por último, se verificará que todos los trofeos vayan con su correspondiente precinto, que serán de color verde, numerado con indicación de la fecha de captura y el número de coto.
Al igual que en la primera fase, un gran esfuerzo dentro de la Operación “Sierra” en esta segunda fase se va a destinar a atajar los episodios de furtivismo que pudieran aflorar con la temporada ya comenzada.
Con estas actividades policiales, que desde finales del mes de agosto se están desarrollando en nuestras sierras, ya se han detectado distintas irregularidades, tales como, el día 2 de septiembre, por fuerzas del Puesto de Villaviciosa, se identificó a un vecino de la localidad, de 60 años de edad, quien procedente de una finca de caza mayor ubicada en el término municipal de Villaviciosa, transportaba en interior de maletero del vehículo en el que viajaba, un saco conteniendo 16 lazos de acero, de los empleados para la captura de especies de caza mayor.
Con fecha 11 de septiembre, por la Patrulla SEPRONA de Villanueva de Córdoba, se sorprendió a dos vecinos de Pozoblanco, de 52 y 42 años de edad respectivamente, practicaban en el interior de un coto cinegético, ubicado en el término municipal de Añora (Córdoba) la caza mayor en época de veda, careciendo de autorización, siéndole intervenida al segundo de ellos, una escopeta. Se da la circunstancia de que, uno de los denunciados, volvió a ser sorprendido por la Guardia Civil el pasado día 12 de octubre cuando practicaba la caza mayor, un día antes de la apertura del periodo hábil, en un coto cinegético del término municipal de Villaviciosa, interviniéndosele una escopeta.
Con fecha 03 de octubre, por una pareja del Puesto de Montoro, fueron sorprendidos tres vecinos de El Carpio, de 37, 46 y 56 años de edad respectivamente, sobre las cuatro de la madrugada, cuando desde el interior del vehículo en el que viajaban, practicaban la caza mayor, circulando por un camino que transcurre a través de un coto cinegético. Al primero de los consignados le fue intervenida la escopeta de caza de su propiedad.
Todos los consignados fueron denunciados por distintas infracciones a la vigente Ley 8/2003, de 28 de octubre, de la Flora y Fauna Silvestres, resumiéndose en cazar en época de veda, desde vehículo a motor y cazar fuera del periodo comprendido entre una hora antes de la salida del sol y una hora después de su puesta, sin autorización; quedando las armas intervenidas a disposición de la Delegación Territorial de la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía en Córdoba.
El día 14 de octubre, efectivos de la Patrulla de Protección de la Naturaleza de Pueblonuevo al inspeccionar una montería celebrada en el término municipal de Hornachuelos, pudieron comprobar que las reses abatidas, se hallaban eviscerados y algunos de ellos incluso con las cabezas seccionadas (trofeos), sin haber sido realizado el preceptivo control técnico-sanitario de las reses a no encontrarse en el lugar el facultativo veterinario, quien al parecer se hallaba de camino. Ante la tardanza del veterinario se le requirió para que mostrase la comunicación preceptiva al Distrito Sanitario, acto administrativo que se había omitido.
Ante estas presuntas irregularidades, el organizador de la cacería ha sido denunciado.
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