Opiniones

"El Periódico digital para el sur de Córdoba"

Lección de civismo

No se puede llamar de otra manera la que dieron los que se manifestaron el pasado domingo, día 10, por las calles de Madrid.

Entrar en una confrontación de cifras de si fueron 45.000, como dice el Delegado del Gobierno de la Capital, o si pasaron de 200.000, como afirman los convocantes, es una discusión inane que a nada nos lleva.

Lo cierto es que fue todo un éxito, ya que ni los mismos convocantes se esperaban tamaña concurrencia, pues esperaban que asistiesen alrededor de 20.000 personas.

Los que entiende de la computación de los manifestantes o huelguistas dicen que en cada dos metros cuadrados caben tres personas, o lo que es lo mismo, una y media en dicho espacio. Para saber el número de los que asistieron, la operación es muy simple. El Ayuntamiento madrileño, tiene que saber los metros cuadrados que hay por donde se esparcieron, basta hacer una multiplicación de éstos por una y media personas y nos dará cuántos asistieron y que se distribuyeron por la Plaza de Colón, las calles Recoletos, Génova y Armada Española.

En lo que tenemos que fijarnos en la gestación, transcurso y finalización de ella. Ésta fue preparada por el PP, Ciudadanos y el apoyo de Vox, bajo el lema “Por una España unida ¡elecciones ya!”

Además de la consigna mencionada, se le pedía a Pedro Sánchez que rechazase la negociación que ha puesto en marcha con los independentistas catalanes.

En el manifiesto, leído por tres periodistas, se vindicó la unidad de España y se expresó que no se está dispuesto a tolerar más traiciones ni concesiones en clara oposición de las cesiones que Pedro Sánchez está haciendo a los independentistas catalanes para que le permitan mantener su ego y su ansia de poder con tal de permanecer más tiempo en el sillón de la Moncloa.

Igualmente se ha reivindicado la igualdad de todos los españoles y la defensa de la unidad nacional.

Rivera, haciéndose eco del sentir de la mayoría de los españoles, le ha dicho no a Sánchez y sí a España, no a los indultos y los privilegios, no a separatismo.

Santiago Abascal ha defendido la necesidad de sofocar el golpe en Cataluña y de detener de sus responsables y conspiradores.

Casado ha celebrado que la España de los balcones baje a la calle y exigido a Sánchez que convoque elecciones.

La respuesta de Pedro Sánchez que, con la cara contraída y llena de furia contenida, todos lo pudimos ver, dio en el acto de Santander, fue que se estaba haciendo una concentración contra su persona y que su Gobierno trabaja por la unidad de España.

¿Trabajar por la unidad de España es llegar a pactos vergonzosos con los separatistas catalanes y ocupar el sillón de la Presidencia con el apoyo de éstos, lo disidentes vascos y el apoyo de los etarras de EH Bildu?

Nuevamente demuestra que su descaro no tiene límites y que piensa que los españoles somos disminuidos mentales

La explosión popular transcurrió en un ambiente lúdico y festivo en el que, dentro del más escrupuloso orden, lo que se podía ver era una  marejada de banderas españolas y un estallido de patriotismo.

Todos vimos en los informativos televisivos el estado en el que se encontraban las calles por las que transcurrió. Poca suciedad tuvieron que recoger los Servicios de limpieza del Ayuntamiento madrileño. No se vio ningún contenedor de basura quemado, ningún coche maltrecho, no hubo ruedas pinchadas, ni lunas de coches ni de escaparates destrozadas, en contra de otras manifestaciones en las que las calles han quedado saturadas de porquería, y los destrozos han sido de gran magnitud.

Así se expresan aquellos a quienes el Coordinador de IU, Alberto Garzón llama fachas. Está visto que en España no habrá una verdadera democracia hasta que cualquier ciudadano, sin ofender a nadie, pueda expresar sus ideas públicamente sin ser atacado por los que piensan en contrario.

Me reitero y afirmo en que la civilidad, la educación y hasta la urbanidad que demostraron los que asistieron no tiene parangón con otras que hemos visto.