La incombustible autora Piedad Baca nos ha vuelto a sorprender. Si hace cosa de un año nos ofrecía su primer libro de poemas, Entre soles y rissagas, ahora ha decidido publicar una novela en la que llevaba trabajando mucho tiempo. No me parece necesario recordar todo lo que Piedad Baca significa para el teatro del sur de Córdoba, por obvio, porque me repetiría de todas las otras veces que he hablado sobre la autora; especialmente, cuando ahora tenemos una novedad: su primera novela, que se titula El biznieto del último rey de Francia (Editorial Algorfa), de este mismo año 2022.
La novela presenta dos tramas argumentales; por un lado, la de un grupo de discapacitados que, con Elena al frente como responsable, encuentran un lugar en un mundo o una sociedad donde nadie les quería ni creían en ellos; esta historia sucede en los años 70 del siglo XX en la localidad cordobesa de Cabra y se caracteriza por la agilidad de los diálogos, certero efecto narrativo con el que los personajes del variopinto grupo nos son presentados, con su forma de expresarse, sus expresiones, sus ideas, su visión del mundo.
Por otro lado, el relato de Carmen Giménez, la vizcondesa de Termens desde que se instala en Madrid y, en especial, su relación con Antonio de Orleans; es decir, nos sitúa en el siglo XIX. En esta segunda trama, Piedad opta por un estilo más cuidado de la palabra, con mayor fuerza en el aspecto propiamente narrativo, sin renunciar a los diálogos, que no tienen la expresividad de los de la otra trama.
Durante los días siguientes, don Blas, Carmela y doña Sabina, a su modo, fueron informando a la niña que continuaba sin ver a su madre. Aun así, los cinco miembros del piso se iban adaptando, cuando el plan previsto cambió. Asun rompió aguas antes de tiempo. Aterrada, no pudo avisar al hermano de Mercedes. Para no ir chorreando agua y sangre por las calles, se ató entre las piernas unos trapos y sin decir nada a los señores de Ulloa, esperó a la noche.
Pero ambas historias tienen un punto común, un personaje llamado Sotero que, curiosamente, aparece ya avanzada la novela y que se convertirá en el eje sobre el que acabe girando fundamentalmente las dos tramas. Además, Sotero convive con el grupo de discapacitados y tendrá un papel motivador para este.
No se puede dejar a un lado la importancia de las localizaciones en esta novela. Cabra y Madrid son los dos centros sobre los que se apoya la novela, pero también están ciudades eternas como París y, en especial, el Camino de Santiago, como esperanza.
No queda sino dar la enhorabuena a Piedad Baca por esta novela, por regalarnos tanto con sus palabras a la literatura; así como animar a quien lea estas líneas a que se haga con El biznieto del último rey de Francia, porque será una muy grata lectura.