Opiniones

"El Periódico digital para el sur de Córdoba"

El prófugo de chirigota

Estamos en uno de esos momentos álgidos que nos viene sirviendo de conversación sobre la locura catalana. Un prófugo de la Justicia española pretende ser presidente de una comunidad autónoma sin estar presente en el parlamento que va a investirle. Si fuera por una enfermedad, oiga, pues se podría entender, si la causa estuviera justificada por ser de todo punto razonable a lo mejor no habría lugar a discusión alguna, pero es que estamos hablando de un malhechor al que se le imputan muchos delitos graves. Así no.

Vivimos en el más absoluto surrealismo con el tema de la independencia de Cataluña, estamos viviendo situaciones impensables por rocambolescas, donde unos exaltados quieren llevar la razón a toda costa dándole la vuelta a la tortilla tantas veces como haga falta, aun sabiendo que su lado está chamuscado. No dudan en cambiar la historia tergiversando la verdad, en manipular a los niños, en inventarse leyes sin pasar por los órganos institucionales al más puro estilo dictatorial de Maduro, desafían al Estado sin miedo a provocar muchos daños colaterales que luego dirán que es el propio Estado el culpable, en fin, un sinfín de muestras de una locura colectiva.

La aplicación del artículo 155 de la Constitución sirvió para frenar tanta barbarie, pero no para acabar con ella. Las elecciones prenavideñas de Rajoy no sirvieron tampoco para hacer borrón y cuenta nueva. La Ley D`hont, de la que sólo nos acordamos una vez que terminan las elecciones para criticarla, hizo que volviera a decirse, para justificar el desastre, que la democracia es el menos malo de los sistemas políticos, ya que a pesar de que los no independentistas obtuvieron más votos y de que el partido más votado fuera Ciudadanos, por el tema del reparto de escaños por circunscripciones, los secesionistas lograron más diputados.

Esto, a lo que ya estamos tan acostumbrados, es difícil de digerir por los jóvenes que se acercan por primera vez a unas urnas, no entienden que después de tantos años de democracia nadie haya corregido esta enorme desigualdad y, por lo tanto, injusticia. Y hay que explicarles que eso ocurre precisamente porque al que gana así las elecciones y manda, no le conviene hacer el cambio, con lo que vamos palante y que el próximo se atreva a hacerlo. Y como hemos vivido en una alternancia PSOE-PP, o viceversa, la casa sin barrer.

Pensábamos algunos que la llegada a la escena política de nuevos partidos haría que una de las cosas por las que lucharían con más ahínco cuando estuvieran en sus escaños sería cambiar la Ley Electoral. Al menos yo reconozco que me equivoqué. Llegaron, pero tampoco centraron sus esfuerzos en este asunto, con lo que todo sigue igual y ha dado lugar a que pase lo que en Cataluña, y eso no es justo. Supongo que Rivera habrá tomado nota y que a partir de ahora ponga todo su empeño en hacer una Ley electoral más justa. Que todos los votos valgan igual, tengan el mismo peso, debería de ser fundamental en una democracia que se quiera preciar. ¿Por qué no vamos a listas abiertas y circunscripciones únicas? A priori me parece más razonable y hay muchos que opinan lo mismo, sólo falta que los que elegimos quieran llevarlo a la práctica. También podría pasar que la gente se aburra de que jueguen con cartas marcadas y dejen de votar, y luego, al estilo Anguita, bronca al pueblo.

En Cataluña hay más votantes que se han manifestado contrarios a la locura independentista votando a partidos llamados constitucionalistas, no lo han hecho en referéndum, no, porque no se puede convocar constitucionalmente en esos términos, pero lo han hecho con urnas controladas y un sistema electoral crediticio, como son unas elecciones autonómicas. Nada que ver con la pantomima que montaron los independentistas el 1-O y que fue el hazmerreír de toda persona coherente.

La cuestión es la cuestión, que después de tantos sucesos acaecidos seguimos estando donde estamos, con un parlamento catalán con más escaños independentistas que quieren que un prófugo los presida desde un país de no se sabe dónde. Sigue el surrealismo. Y todo por las muchas prebendas que los partidos que se han alternado el poder les han dado a lo largo de esta democracia. Y entre ellas ha estado el no interferir en la Educación, es decir, que han hecho su sistema educativo al margen de los demás territorios, y se han permitido manipular años y años a los niños y adolescentes mostrándoles una historia falsa con el monstruo causante de sus males que era España, o imponiendo el catalán como lengua desterrando el español. Y mientras eso ocurría, nuestros ministros de Educación miraban para otro lado porque los votos de CIU les permitían sacar presupuestos adelante y ellos seguir en la poltrona. Y aquellos barros traen estos lodos.

Ya veremos cómo acaba la charlotada esta, por ahora nos sigue entreteniendo por las redes y los chats. ¿Quién no ha visto al prófugo besando la bandera española a requerimiento de un joven en Dinamarca? Como diría Chiquito, cabarrrrrrrde, no sólo por eso, sino por no afrontar con valor las consecuencias de sus actos y huir, al menos a Junqueras no se le puede decir lo mismo.

Y, por último, lo que los catalanes independentistas no van a parar son los carnavales y las coplillas, ya se ha visto, los que odian a muerte a España dicen que una chirigota comete delito de odio porque se ríen del prófugo y de su cuadrilla de rufianes. Pero qué inútiles son, a la par de ignorantes, basta con que salgan de su territorio catalán para ver cómo el resto de españoles nos reímos todos los días de las memeces y chorradas que se les ocurren hacer y decir. Y si salieran más abajo, a lo mejor, no lo sé, se darían cuenta que en Cádiz no pueden manipular nada porque allí manda el pueblo chirigotero, ese que canta con guasa las verdades del barquero y que siente con pasión su fiesta mayor. Y si los atacan, más chirigotas salen a defender a los suyos. Que allí sí que saben defender la libertad, y una chirigota así lo canta, no vengan a dar lecciones de democracia a la cuna de la misma. Amén.