Opiniones

"El Periódico digital para el sur de Córdoba"

Desmontando un tópico

Aunque habrá mucha gente que no esté de acuerdo conmigo, no voy a perder la ocasión de hacer como Dani Martín y meterme en los charcos para poner sobre la mesa un tópico que siempre he escuchado y que durante toda mi vida laboral he tenido que ‘soportar’.

La verdad es que oír eso de que los maestros (donde se incluyen los profesores de secundaria o bachillerato) tenemos muchas vacaciones es algo que nunca me ha importado, o más bien que nunca me ha ofendido, si esa era la intención del interlocutor. Ante ello siempre he sonreído y para mis adentros he dicho, - pues haber estudiado para ser docente como hice yo -, y de las pocas veces que la conversación daba para más yo solía sentenciar que todos los años hay oposiciones para que quien pueda y quiera se presente y se una al club.

Yo puedo entender que a la ligera se pueda pensar así, ya que las vacaciones de los docentes coinciden con las del alumnado y, claro, dos meses de verano, Navidad y Semana Santa, junto a los puentes que todos los años hay, da cierta envidia, no siempre sana.

Ahora bien, ¿por qué esa envidia generalizada? Siempre he creído que en la mayor parte viene motivada precisamente por el tema de los hijos. Bastante gente, más de lo deseado, tiende a tener a los hijos en las aulas principalmente como si fuera una gran guardería, porque se conforman con que los docentes los ‘guarden’ en un sitio cerrado y controlado durante toda la mañana. Que los niños y jóvenes aprenden cosas, pues mejor, pero ‘se los quitan de encima’ (dicho sin acritud) de manera que ambos cónyuges puedan tener acceso al trabajo, sin depender de abuelos que se los críen o depender de ‘canguros’ que pagar.

Y es por esto por lo que no hacen los mismos comentarios vacacionales cuando aluden a las de los sanitarios o cualquier funcionario municipal o del Estado, o personal laboral, tanto da. Porque vamos a ver, yo tengo familiares y amigos que no son docentes, pero que trabajan en esos sitios de cualquier Administración, y si lo examinamos bien, no solo tienen también muchos días de vacaciones, sino que en algunos casos hasta nos superan, ya que a su mes de vacaciones veraniego se le añade que tienen la posibilidad de doblar o triplicar turnos y hacer nocturnos, con lo que luego tienen derecho a días libres, o sea, vacaciones. Y a todo esto hay que sumar los días de asuntos propios, que siguen sumando más días, y cuanto más veterano eres, más te corresponden. Y también tienen acceso a hacer horas extraordinarias, las cuales pueden ser remuneradas o saldadas con más días sin trabajar. Así que echen cuentas…

 Los docentes, sin embargo, no pueden tener ninguna de estas ventajas, ¡nos crucificarían!

Y que conste, me parece estupendo que estos trabajadores no docentes hayan conseguido tener tantos días de asueto, unos más que otros, claramente. En sus convenios laborales o en las legislaciones aplicables a tal efecto han conseguido esos logros para sus trabajos, que ya digo, suelen estar ligados a puestos dependientes de cualquier Administración.

Los que son trabajadores por cuenta ajena y dependan sus vacaciones del convenio del sector de la empresa que les paga, tienen lo que han pactado los sindicatos con la patronal, ni más ni menos, y si es menos, ellos sabrán si merece la pena reclamarlos judicialmente. Es la gente que trabaja en este sector y los autónomos, que se autorregulan, los que más emplean el tópico contra los docentes, nunca lo he oído contra los profesionales, que ya he dicho, incluso pueden llegar a tener hasta más días de vacaciones. ¿Por qué?

La respuesta la tengo muy clarita, el tema de los hijos, no entiendo otra cuestión para que haya esa discriminación entre envidiarle las vacaciones a los docentes y no al resto.

En fin, como todo tópico, esto es algo con lo que hay que cargar a las espaldas y asumirlo sin más, es una etiqueta que te ponen y que por mucho que yo intente explicar no se va a cambiar. Es más, los políticos, tan torpes ellos, guiados por ese tópico ya están intentando que en el mes de julio las aulas se abran, pero no de manera voluntaria, sino obligatoriamente y para todos. Más guardería, más contentar a la plebe buscando votos, más atacar a los docentes…

Y no nos queda otra cosa por hacer que realizar muy bien nuestro trabajo, como siempre, ya lo demostramos en pandemia y muchísimo tiempo en el día a día. Seguir dedicando nuestro esfuerzo a educar en lo que se pueda a los hijos de otros, seguir empeñándonos en que aprendan lo suficiente, o lo sobresaliente, para que su futuro no esté en desventaja, porque el docente es poco o nada sin su alumnado, y a él nos debemos. Y tenemos que interiorizar que a palabras necias, oídos sordos.

 

Pd- sigue la guerra en Ucrania, mientras este tema ya casi no ocupa lugar en los medios de comunicación ni en nuestras conversaciones, ucranianos y rusos siguen matándose en una lucha dispar e injusta. No debemos olvidarlo.