Opiniones

"El Periódico digital para el sur de Córdoba"

Increíble

He pasado un tiempo fuera del país viviendo atónita las informaciones políticas que llegaban desde España. No puede ser, me repetía una y otra vez, debe ser exageración o como ahora lo llaman fake news, que tanto abundan en redes sociales y algunos medios periodísticos. Pero... cuál fue mi sorpresa que a mi regreso me he dado cuenta que se quedaban cortos.

¿Qué ha pasado aquí? ¿Se ha perdido el oremus? ¿La sociedad no reacciona ante tantas barbaries? ¿Cómo se pueden hacer leyes que dañen de manera flagrante a la sociedad a la que va dirigida?

No contentos con la puesta en marcha de la desastrosa ley del si es si, desoyendo las opiniones de expertos jurídicos y colectivos afines, ahora sacan otra, a mi modo de ver, todavía peor la ley transgénero. Países como Suecia y Noruega  están echando marcha atrás viendo los terribles problemas que ha suscitado dicha ley y aquí lejos de evitarlos los aplauden y animan. ¿Cómo se puede hablar de cambio de género solo por quererlo a unos chicos en edades tempranas y adolescentes cuando el desorden sicológico en esa etapa de la vida es tan evidente? Una decisión de semejante calado requiere una madurez cognitiva grande ya que es algo irreversible, cosa que puede adquirirse pasados los veintitantos años, no antes.

Si hablamos del aborto, han suprimido dar una información previa a la mujer de las consecuencias posibles que puede sufrir y en contraposición animan al aborto libre, en vez de ayudar a la mujer desprotegida a tener su hijo, en un país donde está a la cola de natalicios.

No se puede engañar de esa forma tan cruel e hipócrita por querer mantenerse en la poltrona viviendo del erario público más tiempo.

A los políticos se les elige para que gobiernen bien, hagan leyes saludables para la sociedad ayudando a tener una vida mejor en todos los sentidos, psíquicos, médicos y sociales.  Este gobierno de autócratas orgullosos e ineptos están enfrentando a la sociedad y destrozando la dignidad de un pueblo que no lo merece. Somos el hazmerreir fuera de nuestras fronteras. Han destruido la clase media que es el sostén de la sociedad. El gobierno no da puestos de trabajo, son las empresas las que dan trabajo y a las que están asfixiando.  Lo que aquí no se cuenta en medios públicos lo saben en otras partes del mundo, aparte de lo anteriormente dicho, cosas tales como el oscurantismo de los maletines sin control que viajan a Marruecos, el dinero recibido de la UE que no se dice donde se invierte, los sistemas educativos nefastos donde se han eliminado los valores éticos, morales, de responsabilidad y constancia que se imparten en las escuelas y colegios públicos, las bonificaciones que se reparte a inmigrantes ilegales para que se empadronen en tal o cual ciudad y puedan votar a favor de los que gobiernan en ellas, desaparece de las escuelas la enseñanza de religión católica y se enseña la musulmana, etc.. 

Vivimos en un país cada vez más inculto, desmemoriado, egoísta y cómodo, donde se prefiere vivir de una mísera bonificación en vez de tener un trabajo  con el que mantener una familia dignamente.

Está claro que en el lodo en el que nos encontramos viene de los polvos que empezaron a repartirse desde tiempos primigenios de la democracia. Empezaron quitando el sistema educativo que existía entonces, por creer que provenía de la época de la dictadura, craso error pues procedía de la II República. Los partidos políticos que se han sucedido en el poder, unos lo han empeorado y otros no han querido poner solución, es decir, unos por otros la casa sin barrer.

La buena educación  es fundamental para el progreso de una nación, no solo en las ciencias sino también en el aspecto moral. Es verdad que la educación debe darse en las familias y continuar en las escuelas con la formación humano-científica, pero si no existe en dichas familias, por venir ya de una época desestructuradas y sin haberlo recibido, difícilmente podrán enseñar a sus hijos.

Se dice que para que una cosa se arregle primero debe tocar fondo, me gustaría saber a qué nivel del pozo estamos en estos momentos, pues ya hemos perdido bastantes generaciones. Arreglar tal desaguisado merece una imposición drástica en este tema y es algo que con los políticos actuales es difícil  pensar que se realice, unos por aferrarse al sillón sin experiencia ni cultura suficiente para ostentar los cargos que ocupan, otros por cobardía a decir la verdad vaya a ser que pierdan votos y un presidente dispuesto a hacer cualquier tropelía para seguir en el poder.