La demagogia es la hipocresía del progreso (Proudhon)
En este país carnavalero en el que han convertido a España, cada día nos despertamos con algún exabrupto, insensatez, estulticia más grande que el día anterior. El problema no radica en que los ciudadanos tengan distintas ideologías, ya sean políticas o de otra índole, que voten a unos partidos o a otros, el problema está en que las personas que están destinadas a gobernar para el bien de todos los ciudadanos, lo hagan solo para unos pocos incluyendo los que a todas luces quieren destruir la paz y la concordia que nos dimos al término de la dictadura. A esta situación ha contribuido la mentira en grado superlativo, la corrupción, el resentimiento, el orgullo, la vanidad, la prepotencia de los distintos presidentes regionales, el desarraigo nacional promovido por los diferentes sistemas educativos que se han ido sucediendo y la guinda del pastel puesta por el actual presidente del partido socialista a la sazón presidente del gobierno.
Ayer fue nombrada presidenta del congreso a una señora que lo primero que ha dicho es que en el parlamento coexistirán las distintas lenguas que tenemos, que cada uno podrá expresarse en la lengua que quiera. ¡Pues qué bien! Ya tenemos nuestro Babel español. Como nos sobra el dinero y la deuda externa se reduce a calderilla, pues invertimos unos cuantos miles de euros en traductores simultáneos y todos tan contentos. Así, sin más, sin inmutarse ni subirle los colores a la cara, sabiendo de antemano que hasta la presente todos nos entendemos en castellano.
El sumar siempre enriquece, pero hay que hacerlo con cabeza no con imposiciones absurdas e insensatas. Cada región, pomposamente llamadas comunidades, hablamos con propia idiosincrasia y no por eso se debe imponer por obligación a nadie a que las hable. En España la lengua materna es el español y ella se debe enseñar en todas las comunidades ya que es un vínculo fuerte de unión, al margen de que se enseñe en todas las comunidades las otras lenguas o dialectos, (el saber no ocupa lugar y enriquece).
Cuando se ha ocultado deliberadamente la verdadera historia, se manipula y degrada hasta la extenuación, se han convertido a varias generaciones en resentidos e incultos ideólogos políticos exacerbando al mismo tiempo el afán independentista. ¿Qué los promotores de esta situación no saben lo que se traen entre manos y las consecuencias nefastas que ocasionaría tal situación de llevarse a término? Claro que lo saben, pero se aprovechan de la incultura existente de sus votantes, que estos lo pueden hacer de buena fe, pero desconocen la tramoya que hay detrás. La fácil credulidad es propio de países con escasa cultura
Lo que pretenden los catalanes y vascos no se puede llevar a cabo sin cambiar la constitución ni hacer leyes ad hoc, y esto debe hacerse con una gran mayoría parlamentaria, cosa en la actualidad casi imposible.
Es penoso y lamentable como la grandiosidad de un país que se ha ido labrando a través de los siglos con el esfuerzo y el trabajo de sus gentes, se vaya al garete por la insidia e inoperancia de unos políticos absurdos ocupados solamente del poder y enriquecimiento propio, basándose en propagandas demagogas, la mayoría sin sentido alguno que han hecho más daño que bien a la sociedad.
La multitud, cuando ejerce la autoridad, es más cruel aún que los tiranos de oriente (Sócrates)
El saber te hace libre, el poder discernir lo verdadero de lo falso, el bien del mal, el pensar por ti mismo sin manipulaciones, eso te hace libre; para ello se necesita unos fuertes principios, valores y cultura que por desgracia actualmente no solo se adolecen, sino que se desprecian y minusvaloran.
No hay autoridad como la que se funda en la justicia y se ejerce por la virtud (Mabire).