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"El Periódico digital para el sur de Córdoba"

Crisis Cuántica

La mecánica cuántica explica el comportamiento de la materia y de la energía. No podemos sino ver estrechas relaciones entre esta rama de la ciencia y la economía.

En física newtoniana, el primer principio de la termodinámica nos indica que “la energía ni se crea ni se destruye, solo se transforma”. Este principio podría ser aplicable a muchos conceptos económicos, como por ejemplo en la riqueza, “que ni se crea ni se destruye sino que solo cambia de manos”.

Pero en contra de lo anterior, no se podría asegurar el “principio de la conservación de la riqueza”, ya que de alguna forma, la riqueza ha experimentado un incremento en los últimos años en términos absolutos. Es decir, según la física newtoniana, este incremento de la riqueza habría de ser explicado por la destrucción de otra u otras magnitudes que se habrían transformado en “riqueza”.

Y aquí es donde se debe enlazar con la física cuántica. Si se sostiene que la riqueza sigue el principio de la conservación, ¿De dónde se obtienen los incrementos finitos de la misma? Sencillo, de un pliegue del continuo espacio-tiempo, o lo que es lo mismo, del desplazamiento en el tiempo. Estos movimientos en el tiempo tienen dos sentidos, hacia el futuro y hacia el pasado, no existiendo el estado de reposo (como corolario, el tiempo no puede detenerse).

Luego, trataría de demostrarse que los incrementos de riqueza habrían de ser obtenidos del futuro, ya que es imposible un desplazamiento hacia el pasado (según queda explicado en la paradoja del abuelo-nieto). Este incremento en el presente ha de inducir una minoración de algún “estado cuántico” del futuro, cumpliendo de esta manera el principio de conservación. Y es aquí donde debe relacionarse el concepto de “préstamo”.

El préstamo, por definición es “el empleo en el tiempo presente de un beneficio futuro” (largo se fía), ergo, quedan demostrados los viajes en el tiempo en sentido positivo o hacia el futuro, y por ende el origen del incremento de la riqueza (cqd).

Pero claro está, la teoría no sería válida sin dar una explicación de la posible direccionalidad del tiempo hacia el pasado (evolución negativa o involución), y esto, a priori, es lo más difícil de definir para esta teoría. Para poder dar una explicación racional, ha de sustentarse en el viaje al futuro.

Al aumentar la riqueza a costa del pliegue temporal dirigido hacia el futuro, se rompe en cierta medida el equilibrio de los estados cuánticos en el presente, es decir, según el principio antrópico (que mide el grado de caos y desorden), el universo tendería a restituir dicho balance ¿Cómo? Sencillo nuevamente, haciendo un cambio de sentido en la traslación temporal, o lo que es lo mismo, estableciéndose automáticamente un flujo equivalente y de signo contrario, es decir, hacia el pasado.

Así, el cambio positivo experimentado en la riqueza sub-particular (o de cada uno de los individuos que conforman el universo), originado por un traslado de la misma en el tiempo hacia el presente, ha suscitado que la economía global (como agregada de los elementos que la componen) sufra automáticamente un retroceso en el tiempo, o lo que es lo mismo, “nuestro estado de bienestar se vea afecto por un retroceso de varios años”, y lo peor de todo, es que la teoría pronostica que la regresión ha de ser mayor, para así mantener la entropía o desorden, y lo será en varias décadas.

Luego la demostración del desplazamiento temporal hacia el futuro es condición necesaria y suficiente para demostrar el desplazamiento temporal inverso. Pero igualmente queda demostrado que dicha entropía, como medida de la parte de energía que no va a ser convertida en trabajo, es conducente a una pérdida en el mismo (que en economía se denomina aumento del desempleo).

Como ha quedado demostrada la existencia de agujeros de gusano, para completar esta teoría, ahora debería definirse el origen de las aperturas en el tejido espacio-temporal, capaces de provocar un flujo de desplazamiento en el tiempo hacia estados futuros o pretéritos de partículas. Es decir, demostrar en si mismo el movimiento en el espacio y en el tiempo de forma simultánea.

Siguiendo el principio de acción-reacción (física mecánica), la perturbación temporal experimentada por la economía en esta crisis ha dado lugar a que los ciudadanos del país (o partículas subatómicas, y cada vez más pequeñas por la pérdida de riqueza en favor de los agregados o corporaciones), se vean obligados a reestablecer el equilibrio espacial, de necesario cumplimiento según vaticina la teoría, o lo que es igual, a realizar viajes espaciales, provocando fenómenos fácilmente medibles de emigración.

Dicha “emigración” de partículas en el espacio, ha de ser comprendida más como un movimiento “espacio-temporal” en su conjunto, siendo éste la obligación de realizar movimientos a otras regiones, e indefectiblemente acompañados de un retroceso en el tiempo.

¿No es sino lo que está ocurriendo con tantas personas que se han visto obligadas a viajar a otros países con retrocesos económicos hasta niveles de décadas anteriores?

Al tratar de definir el origen de los pliegues espacio-temporales para completar la teoría, se puede afirmar que éstos han sido producidos por la acción gravitatoria de una singularidad, es decir, de la aparición suficientemente rápida en el tiempo de una masa muy importante. Y se explica dicho inicio por el hecho de una necesidad instantánea y simultánea de riqueza para una masa crítica  (y amorfa) suficientemente grande de cuantos que forman el universo, que colapsa al espacio, plegándolo sobre si mismo, y que engulle todo lo que lo rodea. El problema es que dicho agujero se acelera sobre la base de la retroalimentación.

Esta necesidad de riqueza a una parte suficientemente grande de la población ha sido creada de manera artificial, por agentes externos denominados “bancos”, siguiendo el modelo de Big-Crunch (o gran implosión), en un intervalo de tiempo suficientemente corto como para generar el efecto agujero negro (en economía denominado deuda). La combinación de masa crítica de ciudadanos demandando más riqueza, con un horizonte temporal pequeño ha permitido que el efecto se acelere de manera exponencial y situándonos en un punto de “cuasi” no retorno.

Quedaría así expuesta la Teoría de la Crisis Cuántica Relativa o de cómo hemos sufrido el retroceso en el tiempo de nuestros niveles de vida por un adelanto del futuro probable (como queríamos demostrar).

Sed felices

José A. Caballero

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