Opiniones

"El Periódico digital para el sur de Córdoba"

La cultura como balsa de salvación

En la inauguración de la biblioteca de Fuente Vaqueros (Granada), se dijo lo siguiente:   

No sólo de pan vive el hombre. Yo, si tuviera hambre y estuviera desvalido en la calle no pediría un pan; sino que pediría medio pan y un libro. […] Bien está que todos los hombres coman, pero que todos los hombres sepan. Que gocen todos los frutos del espíritu humano porque lo contrario es convertirlos en máquinas al servicio de Estado, es convertirlos en esclavos de una terrible organización social.

Son palabras del poeta granadino más universal, Federico García Lorca, cuya reivindicación sigue estando muy presente. Esta lucha la continúan personas que sin ninguna remuneración trabajan por la difusión de la cultura. Este es el caso de una asociación del sur de Córdoba: Naufragio.

Revista Saigón 16 en la mezquita de Córdoba. / M. GARCÍA (Asociación Cultural Naufragio)

El arranque de este grupo fue Saigón, una respuesta a la idea de la decadencia de Occidente. Unas cuantas hojas de papel llenas de textos creativos y de opinión que simbolizan la derrota de EE.UU. en Asia y una metáfora al declive de la civilización occidental. Fue un grupo de universitarios los que hace once años crearon un fanzine lleno de poesía, ensayos, dibujos… y sobre todo libertad de expresión. Lo que empezó como un proyecto independiente, en 2006 se forjó como Naufragio, cuyo único fin es la defensa de la cultura. Así, se consiguió que entidades públicas como los ayuntamientos de las localidades cordobesas de Cabra y Lucena apostarán por ayudar a Saigón, la actual revista editada por esta Asociación.

Toda esa creación ha salido a la calle a lo largo de los últimos diez años. Eventos anuales organizados por Naufragio tienen cada año más colaboraciones y mejor respuesta. Una de las personas que estaba en esos inicios es Manuel Guerrero, exdirector de la Asociación y profesor de Lengua y Literatura y, cree que Naufragio ha conseguido un hueco en el mundo de la cultura del sur de Córdoba atrayendo a varias personas. Los asociados son más de 50 y entre ese número hay personas de todos los perfiles.

Sensi Budia y Manolo Delgado en ‘Que veinte años no es nada’, un encuentro de jóvenes poetas celebrado en Madrid en 2015. / F. ROMERO

Uno de los saigonistas es Manuel Delgado, quien entró en Naufragio con 17 años en 2010. Desde entonces, organiza y participa en diversas actividades: recitales, encuentros, presentaciones de libros…  Junto con Sensi Budia, recientemente elegida directora de la Asociación, prepara el acompañamiento musical de la mayoría de las actividades. Otro asociado es Santiago Moure, que con 63 años conoció la Asociación a través de un taller de poesía. “Cuando entré en Naufragio, hacía más de veinte años que no escribía ni una línea. La asociación despertó en mí la ilusión de seguir escribiendo y de dar a conocer lo que escribo”.

Los asociados coinciden en que sus actividades son conocidas por los medios, las instituciones y por parte del público pero no es valorada adecuadamente. “La sociedad que nos ha tocado es consumista, capitalista, con lo cual no se fijan en estas labores casi altruistas, no las valoran; a pesar de que nuestra revista es gratuita. Me da la ligera sensación de que, a pesar de la crisis actual, se aprecia más aquello que tiene valor económico que aquello de lo que emana valor cultural” – comentaba Sensi. El exdirector de Naufragio recordaba la siguiente anécdota: “Los primeros años que organizamos actividades, entre 2008 y 2010, había otros grupos sociales que se empecinaban en situarnos como de ideología de izquierdas o de derechas, juzgándonos por realizar un recital dedicado a Miguel Hernández o por el recital cofrade”.

‘Saigonistas’ en la actividad ‘La ciudad de los versos’ de Cosmopoética. / J. PUERTO (Asociación Cultural Naufragio)

Naufragio está formado por personas amantes de la cultura que luchan por dar valor a lo que verdaderamente nos hace humanos. “Al igual que el racismo se cura viajando, la ignorancia y el desprecio sin fundamento se curan con cultura, que también implica un viaje: con el cine, la música, la poesía, los relatos, los ensayos críticos, el intercambio cultural de ideas… Para mí, eso es ser verdaderamente rico, aunque en este mundo esto suene utópico” – palabras de Sensi que nos recuerdan la función de la cultura.