El análisis pos pandemia de Antonio Muñoz Molina ofrece con su reciente obra “Volver a dónde” de la editorial Seix Barral, un tiempo vivido desde el presente en que nos desenvolvemos. Volver atrás y adelante dentro del confinamiento donde se vive involuntariamente la pandemia que golpea ese mundo sin fronteras que marca los tiempos que se viven con una mirada desde el análisis demoledor y a la vez nostálgico y humano con la lotería del mal sobre nuestras cabezas.
Nuestro excelente escritor desde el balcón de su casa presenta análisis comparativo al lector mirando atrás sin ira, mostrando un reflexivo estudio. En el que se muestra necesario abrir la puerta del recuerdo hasta el tiempo presente cada vez más dispar, diferenciado del compromiso con el factor humano obligando a una reflexión por medio del protagonista de rica memoria en un juicio comparativo entre el ayer y el presente de un viejo y nostálgico desmembrando la actualidad sin una personalidad que pueda analizarse sin prejuicio subjetivo.
Vivimos tiempos difíciles y extraordinarios. Un virus invisible al ojo humano ante el peligro latente de humanidad obligada a vivir un presente y el pasado, comprometido consigo mismo, frente al nebuloso vivir en un confinamiento de revuelo carente de optimismo donde el factor de “Pienso luego existo”, ha quedado oculto para las generaciones del siglo XXI, en el que no se admite el planteamiento personal de “Pienso luego existo”.
Como viejo roquero que ha vivido un largo periodo del siglo XX enfrentado a una dictadura más criminal de como la presenta la memoria dulcificada no puedo borrar de mi mente el tiempo transcurrido situándolo en frente a esta democracia donde las libertades del ciudadano que se manifiesta en parte entregar su vida al desvarío de una masa alienada cuya existencia resulta ser el botellón nocturna y el salvajismo se alienta, en el grifo confuso siglo XXI lleno de confusiones y desvaríos, que con la lectura de “volver a dónde”. A la vez que me pregunto si las nuevas generaciones de este tiempo tengan el interés de abordar a lectura de una obra de tal envergadura que la ha convertido de un contenido que la convierte en perenne dado el rico contenido, en mi caso, como de otros muchos viejos roqueros enfrentados a este presente de una idiotez permanente, que, cuando en ese momento al que se puede llegar, pueda se demasiado tarde de unas generaciones que se niegan a considerarse del yo de sus maleadas circunstancias, que si son las mías que se convierten en solidarias con los planteamientos de Muñoz Molina, que no acepta luchando contra ellos.
Por el panorama que lo que nos ofrece la manada, ellos, reboza lenta necedad deshumanizada de la persona, diario que parece disfrutar con la algarada del ocio de la mediocridad y el mentidero descarado de una derecha empecinada en recuperar parte del pasado, no demócrata, sino mentidero conservador carente de ideas demócratas, aunque lo aparentan con su disfraces soñando a no ser la del trajín del mentidero tajante de alcanzar una España orgullosa de poder sentirse en los barrios conservadores de su Ayuso rebuzno, transparente muestrario que con estilo y maneras nos ofrece Antonio Muñoz Molina. Pudiendo asegurar que estamos ante una obra crítica de lúcido estilo y culta de un compromiso de su responsabilidad como honesto y de ágil narrativa que refleja un tiempo vivido en favor de la libertad y la democracia.
