ANDALUCÍA.    

La Asamblea General Extraordinaria de CEPES Andalucía ha elegido esta mañana por mayoría a José María Algora Jiménez como nuevo Presidente de la Confederación, habiendo recibido la confianza de 52 delegados

En el proceso democrático abierto en la Confederación, los 94 delegados han tenido que elegir entre las 2 candidaturas presentadas, de parte de la Federación Andaluza de Cooperativas de Trabajo Asociado (FAECTA), en la persona de su actual presidente Antonio Rivero; y la Federación Andaluza de Sociedades Laborales (FEANSAL), en la persona de su director general José María Algora, vicepresidente de CEPES Andalucía durante los 6 años anteriores y presidente de CONFESAL. El resultado de la votación ha sido de 52 votos para el ya presidente José María Algora, 40 votos para el candidato Antonio Rivero, y una abstención.

En su discurso como candidato, José María Algora ha señalado la necesidad de “impulsar los cambios necesarios para adaptar a CEPES-A a las nuevas exigencias que nuestras empresas y la Sociedad nos demandan, y siempre bajo el consenso y la unidad”. “Hay que reforzar el modelo de la confederación desde los principios de la honestidad, transparencia, participación y la cooperación”, ha enfatizado el nuevo presidente de la organización.
 
El nuevo presidente de CEPES Andalucía, José María Algora, ha sustentado su discurso en 3 ideas fuerzas principales: la modificación de los Estatutos Sociales para conseguir una entidad más eficaz y eficiente, y con mayor equilibrio en la representatividad de las organizaciones que la conforman; la reorganización de las estructuras técnicas de CEPES-A que permita la creación de secciones territoriales con mayor implantación en el ámbito local; y la potenciación de las sinergias y el trabajo en red entre las todas las organizaciones y empresas del sector de la Economía Social Andaluza, adquiriendo mayor vigor y fortaleza en los ámbitos institucional y económico de nuestra comunidad.

Una vez proclamado el nuevo presidente de CEPES-A, Algora ha trasladado la necesidad de empezar a trabajar de forma inminente para posicionar a la organización dentro del papel estratégico que le corresponde en el nuevo modelo de concertación social.