EL TEJAR.     

Las protestas comenzarán el próximo día 13 en Palenciana, y el sindicato califica de “incomprensible” este nuevo recorte tras la última facturación récord de la empresa en 2012, que llegó a unos 69 millones de euros.

CCOO ha convocado una serie de jornadas de huelga en la empresa Oleícolas El Tejar Nuestra Señora de Araceli, que comenzarán el próximo 13 de enero en la central eléctrica de Palenciana. Según el secretario general del Sindicato Provincial de Industria de CCOO de Córdoba, Rafael Morales, la razón de este conjunto de protestas “es la intención de la directiva de Oleícola de aplicar recortes de sueldos a los 60 trabajadores de los dos centros de trabajo con que cuenta la empresa superiores al 30 por ciento”.

El problema, en opinión de la representación de los trabajadores, es que estos recortes “inasumibles” llegan, además, en un momento que no explica las razones de estos ajustes salariales, ya que la empresa acaba de superar en 2012 su récord de ventas llegando a los 69 millones de euros. Así, por ejemplo, sólo en la planta de Vapor y Electricidad El Tejar (Vetejar) de Palenciana, pasó de facturar 6 millones de euros en 2006, fecha de la firma del último convenio colectivo, a superar los 10 millones de euros en 2012, y eso supone un incremento en la facturación de casi el 67 por ciento.

Además, CCOO ha recordado que en el pasado 2013 los trabajadores ya asumieron de forma voluntaria un recorte del sueldo del 3 por ciento y se propuso a la empresa firmar un convenio por dos años, con congelación salarial, pero fue rechazada por la directiva. “Es evidente que la parte social es capaz de asumir su parte de responsabilidad ante la crisis, pero la parte empresarial lo único que pretende es sacar provecho de ella”, ha abundado Rafael Morales.

Los trabajadores han ido más allá tras la negativa empresarial a su generosa oferta de negociación colectiva y han propuesto negociar un convenio “de buena fe” con Oleícolas El Tejar, de tal modo que si pasados nueve meses de negociación no se llega a un acuerdo, la parte social aceptaría acudir a un centro de arbitraje, y la dirección de la empresa también se ha opuesto. “Está claro que no somos los trabajadores quienes quieren torpedear el proceso, porque nuestra actitud ha sido en todo momento la de tender puentes hacia el encuentro y la negociación, por eso culpamos a la directiva de obligarnos a ir a la huelga, ya que parece ser el único lenguaje que entiende”, ha asegurado el representante de los trabajadores.