Opiniones

"El Periódico digital para el sur de Córdoba"

Un Naufragio de diez años en anécdotas (y 4)

Después de la interrupción de estas anécdotas el mes pasado, que bien lo merecía el protagonista del artículo, volvemos a ellas para ponerles el punto final con una variopinta selección de recuerdos.

Hemos presentado a quienes participaban en los recitales siempre engrandeciendo su biografía… Tanto que una vez nos pasamos y le adjudicamos un Premio Nobel de Literatura a una chica de Rute.

También hemos puesto todo el empeño posible para que el público se sintiera totalmente ligado a lo que hacíamos. En una de las noches de terror que realizamos en la Casa de la Juventud de Lucena, durante la misma hubo un bullicio al final de la sala, debido a que se había desmayado una chica. Algunos asistentes nos felicitaron por haber incluido ese teatrillo en el transcurso de las lecturas, pero todo fue algo fortuito, pues la chica había sufrido un desvanecimiento de verdad.

Y no solamente el público, también los miembros que han sido parte del jurado del Premio «Saigón»; pues quienes formaron parte de él en 2015 tuvieron que esperar a que mi hija merendara, antes de debatir qué texto iba a ganar. Para que formaran parte de la familia, claro.

No hemos querido dejar nada atrás y buscar el detalle en todo momento. Unas veces se ha conseguido, como en el recital dedicado al Romanticismo en el que la Asociación Artefacto trajo un piano desde Rute, debido a que no conseguimos ninguno en Lucena. Otras veces, por el contrario, nos ha faltado música o, como expuse en los anteriores artículos, presentador y público.

Por último, en 2009, año en el que comenzamos a hacer con regularidad nuestras actividades, muchos sectores de la sociedad lucentina y de la egabrense trataron de etiquetarnos, básicamente, como un colectivo de izquierdas o de derechas, como si solamente viéramos el mundo blanco o negro, obviando los variados matices de gris, como diría don Manuel Alcántara. Poco a poco, gracias al extenso abanico de actividades, que se abre desde el recital de poesía religiosa y cofrade o el dedicado a Miguel Hernández y se cierra con visionado de películas de distinta índole o foros de libros muy diferentes, conseguimos que no nos relacionasen con ninguna ideología, salvo, quizá, con la Cultura.