Opiniones

"El Periódico digital para el sur de Córdoba"

3 minutos

Uno de los indicadores más claros de su condición de vasallos frente al Imperio a cualquier dirigente de un país sometido se lo proporciona el cronómetro. Es el amo quien fija las condiciones de su “parusia” (1) y cual diva caprichosa tiene la potestad de anular cita, recortarla a su conveniencia o como en un remedo de los “realities” de citas a ciegas, pasar de mesa en mesa burlándose de los pretendientes, todo limpios, aseaditos y con el ramo mustio.

            Viene a cuento esta reflexión tras los cambios introducidos a última hora en el viaje a España del emperador (aunque ya “pato cojo” según la terminología política estadounidense por encontrarse en la cuenta atrás del mandato, con más fuerza simbólica que real) Obama. Seguramente sus asesores   le recomendaron no cortarse un pelo ya que iba al país/paraíso de los recortes y meter sin miedo las tijeras a la programación como modesta compensación por haber aguantado una hora del deshilvanado pensamiento de Rajoy y el babeo de sus palmeros. Penitencia extrema donde las haya sin necesidad de pedirle el cilicio al ángel de la guarda del ministro del Interior.

            Y así hizo. Emuló las podas en derechos políticos y sociales, sanidad o educación de los indígenas autóctonos y taló la “importantísima visita a la nación amiga” hasta dejarla reducida a un “encuentro bonsai”.

            La descortesía que le perdonan al Jefe porque para algo manda, resulta patética cuando compruebas como afecta a los agasajadores. ¡Tan ilusionados los pobres! ¡Tan convencidos de que esta vez no iban a reproducir la escena final de “Bienvenido Mister Marshall”!

Y con un Mariano eufórico- al igual que Portugal jugando fatal ha ganado el encuentro del 26 J- ahíto de ensayar con voz de vicetiple el “Americanos, os recibimos con alegría” A diferencia de Pepe Isbert en su papel de alcalde de Villar del Río, había tenido el detalle de no ponerse sombrero cordobés. Para equilibrar los presupuestos del Estado al ahorrar el despilfarro que supondría tal cantidad de tela.

            Al “boss” - que venía de plantar marines en la frontera polaca para fastidiar a los rusos- solo le importan sus plantaciones y nunca se fija en los siervos que en el siglo XXI en lugar de algodón cultivan genuflexiones.

Por ello su cuartel general ha sido la base “española” (no te rías por favor) de Torrejón de Ardoz y su acto estelar la visita a la base naval de Rota. Pobre base. Pese a rezumar armamento nuclear por todos los costados nunca logra una simbólica declaración de protesta del gobierno andaluz de turno, reacio a sustituir en el comunicado oficial utilizado para desglosar los inconvenientes creados por la presencia militar extranjera el nombre de Gibraltar por el de la albertiana villa gaditana. Y a Pepe, Manolo, José Antonio y Susana solo les consta que en Morón hubo un gallo, no bombarderos B52.

            La rueda de prensa conjunta Obama/ Rajoy no se decantaba entre ser una película de intriga o una de humor grueso. A veces temí que la sobreactuación del presidente en funciones le llevase a arrojarse en brazos de Barak al grito de “Soy todo tuyo”. Entregadito cien por cien el niño.

            La vis cómica la puso el mandatario gringo presentándose como el chico malote que hace siglos recorrió la piel de toro con mochila siguiendo el “grand tour”de la progresía estadounidense. Ya se sabe la dispuesta a vivir aventura y transgresión antes de que “la responsabilidad patriota” llene la sesera.

Antes lo hicieron otros transmutados con el tiempo en monjas ursulinas. Por no citar muchos Bush hijo y su “me llamo George y ya no conduzco borracho” o a Bill Clinton cuando fuma canutos sin tragarse el humo.

La intriga, especialmente entre los que le habían entrenado para el discurso, la puso Mariano. Todos cruzaban los dedos para que llevado por la emoción no rematase su intervención con alguna perogrullada antológica tipo “Los españoles son muy españoles y mucho españoles”.

            Pero no debemos atribuir todo el éxito de la astracanada al jefe Barba Lacia de la tribu compostelana. También participaron del espectáculo los indígenas Sánchez, Rivera e Iglesias. Convocados a la base militar por el “Gran jefe blanco que habla con lengua de serpiente” (oximoron literal) esperaron estoicamente el turno. No podían llevar pinturas de guerra – dos de ellos siempre van desmaquillados cuando se trata de EE.UU.- e iban a tener el inmenso honor de recibir los efluvios del Poder ¡durante tres minutos! Con tan poco tiempo se ahorraron contratar al esclavo que – como en los desfiles victoriosos de los generales romanos – les recordase que seguían siendo mortales.

            Me corroe una incógnita: ¿En ese derroche de tiempo disponible que le dirían? ¿Ensayarían para impresionarlo agrupando conceptos como en “Pasapalabra”? Me vino a la cabeza esa escena del Padrino en la que Luca Brasi ensaya una y otra vez el discurso de agradecimiento que le dirá a Vito Corleone (si, lo sé, soy injusto y Rajoy lo bordaría también, pero él ya había tenido su minuto de gloria en la rueda de prensa).

            Entre los “jaus” y las loas de la quincalla (“democracias consolidadas, libertad de expresión, derechos variopintos...) el indio “Coleta Morada” intentó colar de regalo un libro sobre la Brigada Lincoln. Formada por miles de voluntarios estadounidenses que vinieron a luchar a favor de la República encuadrados en las Brigadas Internacionales El agente del servicio secreto al que se lo largaron lo habrá puesto junto al epílogo: la cruel persecución que estos idealistas sufrieron a su regreso, su ingreso como miembros natos en las listas de perseguidos por la caza de brujas de McCarthy.

            Pienso, seguro que equivocadamente, que desde la Izquierda no podemos entrar en un juego perverso. El César solo ha venido a ver sus legiones. Le importa un pimiento el territorio vasallo en que se asienta su escudo antimisiles. Menos aún las tropas auxiliares.

            Bush, Trump, los Clinton, Obama...son caras de la misma moneda, Por eso es bueno y agradecemos infinitamente que vengan a recordarnos como frente a los populismos que plantean recuperar derechos perdidos, lo serio es crear conflictos armados a base de mentiras con centenares de miles de muertos. Aunque el entonces vicepresidente de Aznar, candidato “in pectore” hoy a la presidencia de Gobierno, no lo recuerde.

            Para quedar con un estadounidense y pasarlo bien tenemos a Bernie Sanders. Y para que no olvidemos, es bueno sacar las pinturas y recuperar el “OTAN no, Bases fuera”

 

(1)   Para la teología cristiana sería la segunda llegada de Cristo a la Tierra