Leo en el periódico que compro todas las mañanas, porque yo compro el periódico, que el ente recién renovado (¿) y denominado Canal Sur “busca audiencias urbanas en su nueva etapa”. Y no puedo sino esbozar una sonrisa de esas de estatua, para no echarme a reír de manera descarada ante tamaña declaración pública. Que no es que le tenga manía, que también, a semejante espantajo en forma de televisión autonómica, sino que este anuncio que me huele a protocolo puro y duro sigue siendo la seña de identidad de la casa. ¿Pues qué se puede esperar de un medio que prosigue con la dinámica impuesta por las distintas “voces de su amo” que ha tenido a lo largo y ancho de su trayectoria, en lo que se refiere a la politización del mismo y que ahora, y para “contentar al respetable”, incluye en su nómina a ciertos periodistas de carrera y oficio? Francamente, creo que Canal Sur no se podrá quitar de encima, así como así, el estigma de ser el pesebre de tantos y tantas, de tantas y tantos o de tantísimos.
Leo en el periódico que compro todas las mañanas, yo compro el periódico, que “el Plan de Choque contra las listas de espera que puso en marcha el 1 de abril el Gobierno andaluz en los hospitales públicos de la provincia de Sevilla ha permitido incrementar en un 10%, unas 2.840 más, las intervenciones quirúrgicas respecto al año pasado, mejorando así la respuesta asistencial y el servicio sanitario que se presta a la ciudadanía”. ¡Milagro!, diría el que escribe. Y no se le cae la cara de vergüenza a “la defenestrada”, cuando continúa proclamando el buen hacer de su Junta en lo que respecta a la calidad de la sanidad pública andaluza, despreciando la cantidad de manifestaciones que el pueblo andaluz, el llano, realizó durante su mandato para tratar de evitar, entre otros muchos casos, el que, por ejemplo: una operación de cataratas, en un solo ojo, esté en lista de espera 367 días y 3 horas, desde que se dio luz verde para la misma; o que un cirujano de guardia –magnífico en lo humano y en lo profesional, por cierto- me tenga que intervenir el pie izquierdo en una consulta que más bien parecía una cacharrería, sentado el pobrecito médico sobre un taburete oxidado y con rotos en su asiento… (Con franqueza, no sé cómo andará “el asunto” en Córdoba y sus respectivas comarcas)
Leo en el periódico que compro todas las mañanas, compro el periódico, que el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, necesita la friolera de 5.000 millones de euros “para que la sanidad llegue al nivel que me gustaría”. ¿Lo ves, querido lector? Si se veía venir, si se veía venir… ya te digo. Y se explaya, don Juan Manuel, en una magnífica entrevista concedida al Diario de Sevilla: “Andalucía es la última comunidad en gasto sanitario por habitante. En educación también estamos en la cola de las evaluaciones de calidad y somos líderes en fracaso y abandono escolar. Para recuperar estos servicios públicos, vamos a necesitar años”. Y en grandes titulares asegura: “En el presupuesto de 2020 vamos a revisar todo el sector público de la Junta”. “Canal Sur Televisión se ha divorciado de las clases medias urbanas, tiene que ser generalista, integrada”. “Hay que aclarar leyes, que no son claras; hay que simplificar normativas y hay que derogar. Las tres cosas”. Siendo franco, se me escapa la lengua diciendo que Andalucía está que arde, y que habrá que esperar más de unos cuantos años para comprobar si este nuevo servicio de incendios es capaz de apagar el fuego.
Ya ve usted, con estas cosillas y otras me entretengo normalmente cuando todas las mañanas, sin faltar ni una, compro el periódico.