Opiniones

"El Periódico digital para el sur de Córdoba"

Denuncia sobre denuncia

Los litigios entre organismos públicos y empresas privadas no debemos sufrirlo los ciudadanos que pagamos religiosamente los impuestos.

Quiero hacer pública con estas letras, un suceso bochornoso que está aconteciendo en una avenida de la capital cordobesa.

Desde finales del mes de Abril, la avenida de San José de Calasanz se encuentra en la más absoluta oscuridad, es decir, que no se ve absolutamente nada. Cuando por cualquier motivo se ha producido en dicha cale un apagón, al llamar al departamento de alumbrado público del ayuntamiento ha sido solucionado inmediatamente, máximo uno o dos días. Pero en el caso que me ocupa no se ha producido tal milagro.

A la semana más o menos llamé a dicho departamento para comunicar el suceso, como el mes de Mayo es muy festivo en Córdoba, pensé no se habrían enterado. Contestación de la persona que me atendió al teléfono “ya tienen conocimiento los técnicos, no se preocupe”. Bien me dije. Pasaron otros 10 o 12 días más y no se solucionaba nada, volví a llamar,  contestación “ya lo sabemos señora, gracias por llamar”. Pasaron 8 o 9 días y de nuevo vuelvo a llamar, en este caso fue más explícita la persona que cogió el teléfono “le explico, una empresa privada,  más tarde me enteré que se trataba de Endesa, haciendo obras en la calzada ha cortado un cable y son ellos los que tienen que arreglar el estropicio. Nosotros hemos puesto una denuncia de tal modo que si ocurriese algo serían ellos los responsables y nosotros no podemos hacer nada más”.

Mi perplejidad y estupefacción no pudo ser mayor. ¿Que el ayuntamiento no puede hacer nada para solucionar el problema de inmediato? ¿A quién se pagan los impuestos municipales al ayuntamiento o a Endesa? ¿Qué si ocurre alguna desgracia se lavan las manos en el ayuntamiento? Esta calle, llamada avenida, es una vía bastante transitada por vehículos y motos que no respetan los límites de velocidad, circulando a gran velocidad por ser una de las salidas de la capital, acceso a hotel, ermitas, etc. y autobuses tanto de línea como turísticos, los adelantos infringiendo las normas de tráfico son habituales, y si todo ello con luz es bastante peligroso, ni que decir en completa oscuridad.

Los jóvenes cuando regresan de noche a sus casas, algunos en vespinos o patinete, es todo un logro si llegan sanos y salvos. Tropezones y traspiés en los peatones están a la orden del día, ha habido robos y ocupas en distintas casas. ¿Es que hasta que no haya una violación, un atropello o cualquier cosa peor no van a reparar el alumbrado?

Dejé pasar la feria que ocupaba la última semana de Mayo y recogí varias cartas de los vecinos y las lleve al ayuntamiento pasándolas por registro, pensando que al menos el alcalde debería leerlas. Ignoro si lo habrá hecho, pero el apagón sigue y estamos ya a 10 de Junio.

Mandé una carta exponiendo el caso el 2 de Junio al Diario Córdoba para que lo publicase en papel y hasta la presente no lo he visto. Como exponía la irresponsabilidad e ineptitud del departamento del alumbrado público del ayuntamiento, pienso que no va a ver la luz en papel, al estar en campaña electoral no es bueno airear los trapos sucios, si lo hizo el Sur de Córdoba on line, este diario se lee más en provincias,  es por ello que lo envío por este medio, aunque no sea el más adecuado por estar fuera de la comunidad. 

Es una vergüenza absoluta que llevemos un mes y medio largo en completa oscuridad mientras que los responsables políticos del ayuntamiento, a los que pagamos todos, se echen la pelota unos a otros, el concejal de infraestructuras al jefe del departamento del alumbrado, estos a Endesa y unos por otros no sean capaces de arreglar tal desaguisado. Viéndose presionado el concejal no tiene otra cosa que decir que van a contratar una empresa privada de electricidad para arreglar el problema del alumbrado porque el ayuntamiento no tiene empleados municipales suficientes para proceder al arreglo. ¿Ustedes se lo creen? ¿Nos toman por tontos?

El Ayuntamiento tiene la obligación de reparar cuanto antes cualquier problema público que ocurra y luego reclamar a quien corresponda los daños y perjuicios ocasionados vía amigos, judicial o penal. Los litigios entre ellos no debemos sufrirlo los ciudadanos que pagamos religiosamente los impuestos.