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Los sindicatos SATSE y CCOO arremeten contra la Delegada de Salud y el SAS en general por la situación de la sanidad cordobesa

SALUD. Los sindicatos SATSE y CCOO han emitido sendas notas de prensa en las que muestran su oposición a la actitud de la Consejería de Salud y la de su titular en Córdoba, ya que el pasado viernes 15 de Julio afirmó que “la sanidad pública cordobesa funciona con normalidad, también durante el verano. Al mismo tiempo la titular de la Consejería de Salud en Córdoba aseguraba que “se ha cubierto el 100% de las suplencias, cubriendo todas las bajas y huecos laborales”.

Por su parte SATSE opina que esas afirmaciones evidencian una absoluta falta de rigor y de conocimiento de la realidad en los centros sanitarios públicos de la provincia de Córdoba, salvo que las mismas procedan de un asesoramiento envenenado, por parte de algunos Directivos de los centros hacía la Delegada de Salud.

Afirma SATSE que no se puede hablar de normalidad asistencial, cuando se cierran 400 camas para ahorrar dinero, y se dejan de realizar más de 5.000 intervenciones quirúrgicas a otros tantos pacientes que tienen problemas de salud sin resolver y que se prolongarán varios meses más, por el parón intencionado de suspender asistencia sanitaria durante tres meses. Tampoco es normalidad que durante el verano se dejen de realizar más de 50.000 atenciones en consultas externas.

Para SATSE está claro y evidente, que la suspensión de actividad y el cierre de camas, es una decisión político-económica, que no asistencial, para ahorrar dinero, y a partir de ahí, se organiza y se planifica todo parahacer algo que nunca debería hacerse, como es parar intencionadamente la actividad quirúrgica, la actividad en consultas externas y cerrar 400 camas. Esta y no otra, asevera SATSE, es la realidad de la sanidad durante el verano, por cierto, realidad acreditada por la información y la evidencia documental emanada desde la propia Administración Sanitaria.

En este sentido para el Sindicato de Enfermería no tiene nada de eficaz ni eficiente, tal como afirmaba la titular de Salud, que miles de cordobeses no sean atendidos para resolver su problema de salud, durante los tres meses de verano; este comportamiento encaja mucho más en la falta de respeto a los pacientes y el cinismo que en la eficacia y la eficiencia.

Por otro lado, SATSE no sale de su asombro, cuando contempla la afirmación de la titular de Salud, asegurando que “se ha cubierto el 100% de las suplencias, cubriendo todas las bajas y huecos laborales”. Al respecto SATSE anima a Salud que haga una simple cuenta matemática, pues solo la sustitución de los 9.300 profesionales por motivos de vacaciones, requiere la contratación de más de 280.000 jornadas, reconociendo la propia Delegada que solo se van a contratar 88.000; eso, afirma SATSE, representa en torno al 30% que no el 100%, que en el caso concreto  de Enfermería representa el inaceptable índice de sustitución de solo el 16%. Todo ello sin contar las reducciones de jornada, bajas por enfermedad, jubilaciones etc.

CCOO denuncia que la sanidad cordobesa está sufriendo un “golpe de calor” por la pésima gestión y el afán economicista del SAS.

Si ya es preocupante la falta de personal que los centros del SAS llevan acarreando desde hace años, la situación que se está dando este verano por la falta de sustituciones, “es alarmante”. Según datos del SAS, en la provincia de Córdoba se ha programado un aumento de 1%  en sustituciones con respecto al año 2015, un aumento que CCOO considera insuficiente, puesto que ya en el 2015 se pudo visualizar los efectos negativos de la falta de sustituciones de personal. Este año, la falta de personal se ha agudizado aún más, puesto que las jubilaciones de personal han aumentado y los permisos y licencias del personal se han mejorado  ligeramente, “pero no se ha contado con el adecuado presupuesto para suplir esta necesidad de cobertura de personal, por lo que en la mayoría de las ocasiones los trabajadores y trabajadoras tiene que asumir el trabajo de los compañeros por la falta de cobertura en estos permisos o jubilaciones”.          

Para CCOO es “inaceptable que en el periodo estival las sustituciones son tan escasas que no se cubre ni un tercio de lo realmente necesario”, lo que provoca continuos cierres de plantas y unidades asistenciales, o casos tan llamativos como en el servicio de Oncología Radioterápica del Hospital Provincial, en donde desde el pasado 8 de junio se ha suspendido el funcionamiento de una sala de tratamientos a pacientes oncológicos, el ELEKTA 1, en turno de tarde, debido a la falta de personal técnico especialista.

En el Hospital Reina Sofía, la falta de celadores es insostenible, lo que unido a la caótica organización de este personal por parte de la Dirección de Enfermería, provoca incidentes continuos, sobre todo en los turnos de tarde y noche donde un solo celador tiene que cubrir varias plantas. En el área de quirófanos, la falta de personal conlleva suspensión de días de descanso o incluyo doblaje de turnos y en rehabilitación aumentan las listas de espera por la no sustitución del personal.

En el caso del Hospital Infanta Margarita de Cabra, el servicio de cocina se ha mermado a 6 pinches  y un solo cocinero, lo cual hace imposible atender adecuadamente la demanda y lógicamente prestar un trabajo de calidad. La Planta de Medicina Interna cuenta varios días a la semana con tan solo un  auxiliar de Enfermería en el turno de noche, que tiene que atender a 32 pacientes, mientras que el Servicio de Radiología cubre dos salas en muchas ocasiones con un solo técnico especialista.

Por su parte en el Área Sanitaria Norte, la falta de sustituciones en Atención Primaria, y concretamente en la categoría de Médicos de Familia, hace que las citas a los usuarios se alarguen varios días, por lo que en la mayoría de los casos acuden a Urgencias del Hospital Valle de los Pedroches, provocando la saturación continua de este servicio.    

Y al mismo tiempo, este mes de julio se han conocido los primeros datos del Complemento de Rendimiento del Personal del SAS, retribuciones que se abonan por el cumplimiento de objetivos, que ofrecen “datos contradictorios, chocantes, disparatados y desproporcionados, ya que la mayoría de las unidades de Gestión Clínica cumplen sus objetivos a niveles muy altos, con notables y sobresalientes, pero claro está, a costa de recortes en medios humanos y materiales y merma de la calidad asistencial por la aplicación de criterios economicistas que sólo proporcionan salarios extras y desproporcionados a la mayoría los directivos de las unidades del SAS”.