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CSIF lamenta un segundo accidente sufrido por un profesional de la empresa adjudicataria de las ambulancias por las jornadas laborales de hasta 48 horas

SUCESOS. CSIF informa de un nuevo accidente sufrido por un trabajador de la UTE TSI, adjudicataria del servicio de ambulancias del Servicio Andaluz de Salud (SAS) en Córdoba, debido a las jornadas laborales continuadas de hasta 48 horas a las que obliga a su plantilla la empresa, algo que queda corroborado que pone en riesgo la salud de estos profesionales y prohíbe la normativa vigente.

El responsable del Sector de Empresa Privada de CSIF Córdoba, Antonio Andrés, informa de que el trabajador sufrió el accidente, que tuvo lugar ayer sobre las 21.30 h. en Villarrubia, tras haber estado trabajando de guardia más de 37 horas seguidas, ya que inició su turno a las 8.00 h. del sábado. Como consecuencia del suceso, el profesional requirió atención médica por lesiones en el cuello y por quemaduras originadas por el “airbag” del vehículo. El representante considera “inaudito” y “vergonzoso” que, una vez que este trabajador salió de Urgencias, se le obligó por parte de los responsables de la UTE TSI a cumplir con la jornada laboral que le quedaba pendiente.

Este accidente se suma al que ya sufrió en enero otro profesional en Cabra como consecuencia del cansancio y la somnolencia acumulados tras llevar más de 30 horas su turno de trabajo. Como consecuencias de estos hechos, el sindicato ha presentado una denuncia ante la Inspección de Trabajo y Seguridad Social y se ha puesto en conocimiento de esta situación a la Delegación Territorial de Salud y Consumo, junto a otros incumplimientos del convenio, como la ausencia de entrega de cuadrantes de trabajo a una parte de la plantilla o la negativa de la empresa a aportar a su personal de la uniformidad adecuada como equipo de protección individual (EPI), incluyendo ropa de abrigo e impermeable, así como calzado de seguridad.

Andrés lamenta “la inacción de la Inspección de trabajo y de la Junta de Andalucía a la hora de actuar y evitar que estos profesionales sigan sufriendo condiciones laborales indignas que se encuentran más cerca de la esclavitud que otra cosa”. “No queremos pensar que la intervención de las administraciones en este asunto se produzca cuando tengamos que lamentar el fallecimiento de un trabajador y/o usuario de las ambulancias en servicio por las condiciones laborales tercemundistas que sufren en la actualidad”.