La Lupa

"El Periódico digital para el sur de Córdoba"

Las civilizaciones más antiguas del oeste de Europa

HISTORIA. En España se habla mucho sobre las nacionalidades históricas, asunto por el que sentimos especial predilección. Por ello dedicaremos este trabajo a la tan encomiada por los nacionalistas vascos, llamada por ellos Nación vasca, cuyos habitantes se consideran los más antiguos pobladores de la Península.

En otra ocasión posiblemente acometamos la tarea de aclarar otra “nacionalidad histórica”, llamada Cataluña que hasta en la página de la Generalitat se puede leer:"El nombre de Cataluña -de etimología incierta, aunque probablemente derivado de "tierra de castillos"- se empieza a utilizar a mediados del siglo XII para designar el conjunto de condados que formaban la Marca Hispánica".

Por lo que en España había, ya en tiempos históricos, tres Castillas, La Catalana, la Vieja y la Nueva.

Respeto a que los vascos son, poco más o menos los primeros pobladores de Iberia, lo hemos escuchado, leído y ha sido divulgado por todos los medios posibles y sobre ello han construido una especie de historia-leyenda que pensamos que debemos clarificar.

Para defender esta aseveración, reclaman ese derecho diciendo que, antes de la primera oleada de indoeuropeos, ya estaban ellos en España, como queriendo dejar bien sentado que ellos fueron los primeros habitantes de nuestro País. ¿Nuestra Patria estaba despoblada en toda su extensión y sólo la habitaban unas pocas tribus en Vasconia y en la Gascuña francesa? Si ellos quieren creer que es así, que repasen un poco nuestra Historia Antigua y verán lo equivocados que están.

Creemos que es necesario recordar a este altanero pueblo que, en el caso de la protohistoria, el término preindoeuropeo -que existía antes de que los indoeuropeos viniesen- se emplea para los habitantes de nuestra Piel de Toro que se identifican con los habitantes del área del sur y el este peninsular, es decir Tartessos y el zona cultural de los iberos.

Por simple aclaración de terminología no se llamaban vascos, sino vascones. Pero en fin, no es cuestión de entrar en diferencias nominalistas.

¡Claro que existían los vascos! Y los Iacetanos, y los Ilergetas o Ilergetes, y los Vacceos, Vetones, los Cynetes, y otros muchos pueblos más, cuya estancia en nuestra Península se remonta a la noche de los tiempos, como se puede comprobar en cualquier mapa de Prehistoria de Iberia.

Los vascos, como la mayoría de las tribus que poblaban la Iberia prehistórica, no tenían conciencia de pueblo, ni de nación ni de estado. Eran simplemente eso, unas tribus que poblaban un territorio determinado de este trozo de tierra al que hoy llámanos, por influencia fenicia, España.

Pero sí lo tenían tanto los turdetanos como los túrdulos que fueron pueblos íberos que tenían un alfabeto propio y que hablaban una lengua de origen tartesio, diferente a la del resto de los iberos. ¿Tenían ya alfabeto y lengua unificada propia los vascones o el resto de los habitantes de nuestra tierra?

Túrdulos Turdetanos o Tartessos, podemos decir que da igual, eran un pueblo con una civilización inconmensurablemente superior al resto de pueblos iberos.

Jacques Pirenne en su Historia Universal, hablando de Séneca, preceptor de Nerón, dice que había nacido en Córdoba, ciudad tartésica.

Los griegos la denominaron la primera civilización de Occidente, casi con toda seguridad heredera del Bronce Final Atlántico y que se extendió desde el hoy Algarve portugués (donde habitaban los Cynetes), hasta casi Almería y de la que dice, nada menos que el historiador griego Estrabón, del que, citamos sus palabras textuales: “los turdetanos, herederos de los Tartessos, son de costumbres dulces y cultivadas, tienen fama de ser los mas cultos de entre los íberos, poseen gramática y escritos de antigua memoria, poemas escritos en versos que ellos dicen de 6000 años” . También hablan de ellos Plinio y Polibio.

¿Poseían los vascones, gramática y escritos de tanta antigüedad?

Hay historiadores que defienden que la Civilización tartesia era descendiente de la mítica Atlántida mencionada por Platón en su obra “Banquete” o “Conviviun”, en latín.

Según los últimos estudios, los poemas a los que se refiere Estrabón eran las leyes con las que se regían los Tartessos, además de su literatura.

¿Saben el resto de los españoles que del primer estado peninsular del que se tienen noticias es del Estado Tartesio y que su último rey con referencias, ya históricas, nos las dan los griegos por su relación militar y comercial con Focea, colonia de los griegos en Asia Menor y que su nombre era Argantonio, que significa Hombre de plata lo que revela la influencis de los indoeuropeos en Tartessos?

¿Tenían estado en esa época los vascos?

La mitología griega nos habla que uno de los trabajos de Hércules, la eliminación del gigante Gerión que vivía en la isla Eriteia (actualmente la isla de León en Cádiz), más allá de las columnas de Hércules al oeste del Mediterráneo, ya en el curso del Océano y que la mayoría de historiadores identifican una con la columna norte (antiguo Kalpe o «Calpe») que se considera el peñón de Gibraltar, y la otra con la antigua «Abila» cuya ubicación ha sido disputada a través de la historia; sin embargo los dos candidatos más probables son el Monte Hacho en Ceuta y el Monte Musa en Marruecos.

¿Qué habla la mitología griega de los vascos? Lo desconocemos.

¿Recordaremos que la Biblia dice que Salomón comerciaba con Tarsis? ¿Se sabe que en Huelva existe un pueblo llamado Tharsis, acaso recuerdo del antiguo imperio tartesio?

Palabra que hoy se escribe con h intercalada posiblemente por influencia inglesa de cuando estuvieron explotando las minas de cobre de esa zona.

¿Se conoce que Adolf Schultem, arqueólogo, historiador y filólogo dedicó gran parte de su vida, esfuerzo y dinero para intentar localizar la ubicación de Tartessos? Cosa que no logró como sí lo consiguió Arthur Evans quien, entre los años 1900-1906, desenterró el llamado Palacio de Cnosos, que relacionó por su construcción laberíntica con el Palacio de Minos, dando a conocer al mundo la civilización cretense.

Por los estudios llevados a cabo y las manifestaciones de historiadores antiguos que más arriba hemos citado, la ubicación del Imperio Tartesso, pudo extenderse más o menos, desde al Algarbe portugués hasta cerca de Murcia, según la descripción del mapa que aparece a la derecha.

Tartesso fue el primer Estado Español, antes de que los fenicios diesen a la Península el nombre de Hispania que significa “tierra poblada de conejos”.

Ese fue el nombre con el que los griegos conocían a la primera civilización de Occidente situada en el suroeste de la Península Ibérica. Fue el primer estado organizado que se formó en la Península Ibérica, hacia finales del segundo milenio antes de Cristo, y que adquirió una extraordinaria personalidad política y cultural.

Los tartesos fueron los primeros hispánicos que se relacionaron con los pueblos históricos civilizados del Mediterráneo oriental, llegados al litoral peninsular con propósitos de tráfico mercantil. Por ello y por su riqueza minera, Tartessos alcanzó inmenso poderío. El país de los tartesos es citado en numerosas fuentes históricas siempre como pueblo rico y de rebosante esplendor.

El Vaso Campaniforme

Fue una manifestación cultural de la época del Calcolítico conectando con el periodo inicial de la Edad del Bronce

Ésta, según los últimos datos obtenidos por el radiocarbono, nació en el bajo Tajo, es decir en la parte inferior de Portugal –lo que hoy conocemos como el Algarbe portugués-, se extendió por toda Europa, llegando casi hasta la actual Rusia y a las Islas Británicas y que duró esta cultura desde el 2900 hasta el 2500 A.C.?

Por lo que podemos dar por sentado que el foco originario de esta cerámica se encuentra en el valle del Guadalquivir, siguiendo una tradición de decoración incisa de periodos anteriores, como podemos ver por la figura de la derecha, cuyos datos son: Cerámica; cocción oxidante y desgrasante grueso; decoración incisa geométrica.

Altura, 14,3 cm.; diámetro borde, 14,4 cm.; diámetro galbo, 13,7 cm.

Calcolítico, 2000 - 1500 a.C.

Procedente de La Minilla. La Rambla, Córdoba.

Esta localidad de la provincia de Córdoba, de larga tradición alfarera, vemos que, según el vaso que exponemos, hunde las raíces de esa elaboración de la arcilla en época tan lejana como el Calcolítico.

El nombre de "cerámica campaniforme" deriva de su forma de campana invertida. Es una cerámica de alta calidad, con una decoración incisa y punteada muy característica, con motivos geométricos combinados, zig-zags, triángulos, bandas, ajedrezados, etc. A veces, las incisiones decorativas van rellenas de pasta blanca, lo que da mayor vistosidad al conjunto. La decoración suele cubrir el exterior de la pieza, aunque en ocasiones también se extiende, con motivos diferentes, por parte del borde interior.

Se encuentra esta pieza de tan bella factura en el Museo Arqueológico y Etnológico de Córdoba.

En el siguiente mapa podremos contemplar la difusión en Hispania de esta cultura.

Extensión aproximada en Europa de la cultura arqueológica del vaso campaniforme.

Como podemos comprobar, desde Tartessos se desarrolló prácticamente por toda Europa, desde el Atlántico hasta los lo que hoy se considera parte de Rusia.

Esta difusión entendemos que sólo pudo darse por dos vías, una la comercial, y otra, la emigración de los habitantes de Andalucía que transmitirían esta técnica allá donde se asentasen y que, los ya conocedores de ella, la expandirían por otros lugares y otras civilizaciones.

La Cultura Argárica

Esta expresión cultural se origina durante la Edad del Bronce en poblados del sudeste de la Península Ibérica.

Éstos formaron una de las sociedades de mayor importancia, no sólo en Iberia, sino en toda Europa durante los milenios III y II a C.

En ella ya existían organizaciones en niveles o jerarquías y su área de extensión fue Andalucía oriental y el Levante español. Se la conoce con este nombre por el yacimiento del Argar, ubicado en el municipio de Antas en Almería, extendiéndose así mismo por Murcia, parte de Granada, Jaén y Alicante.

Su descubrimiento se debe a los hermanos belgas, ingenieros de minas, Henri y Louis Siret que excavaron en el yacimiento de El Argar, ya mencionado, que contenía más de 1.000 tumbas.

Los poblados están ubicados en zonas de difícil acceso, o fortificados. Las casas, construidas con piedra y adobe, son de planta cuadrada.

Enterraban a sus muertos en cistas[1] o en tinajas bajo el suelo de las propias viviendas, como muestra la imagen.

Andalucía es la única región de España que puede arrogarse con todo derecho que fue el faro occidental que iluminó terrenos tan lejanos como Britania o los pueblos eslavos.

En el siguiente mapa podremos observar con toda claridad la extensión que tuvo la cultura Argárica.

Tuvo su auge entre el III y II milenio a.C. y duro entre 800 y 900 años, durante las cuales se distinguen por lo menos dos fases en las que hubo una continua jerarquización y organización social interna, además de una expansión por las regiones que lindaban con ella.

Finalmente, sin que se haya podido averiguar aún la causa, finalizó bruscamente alrededor de 1500 a. C.

Conclusión

La enseñanza que podemos extraer de todo lo dicho, es que la actual Andalucía fue desde el Calcolítico un foco de culturas que, en algunos casos, se irradiaron hasta los confines de Europa, mientras que el resto de España vivía sumido en la oscuridad de la noche de los tiempos.

 


[1] N. B. Aunque esta palabra proviene de la griega κίστη, (kíste) cesta. En Arqueología se emplea para denominar un enterramiento que consiste en cuatro losas laterales y una quinta que hace de cubierta.