ENTREVISTA. Juan Antonio Luna, que ha colaborado alguna vez con este medio como articulista, vive una situación límite en la actualidad: su mujer y sus dos hijos se encuentran en Kiev, la ciudad ucraniana que ha sido tomada por los rusos en la actual guerra. Les dejamos con la entrevista que le hemos hecho antes de partir en busca de su familia, no piensa esperar con los brazos cruzados, ahora es un auténtico 'padre coraje' que además ya está pensando en poder ayudar a todos los refugiados que sea posible acoger en hogares del sur de Córdoba.
SUR DE CÓRDOBA – Momentos durísimos para ti, Juan Antonio, tu familia en Ucrania en plena guerra. ¿Qué es lo primero que me dirías?
JUAN ANTONIO LUNA – Pues que mi vida ahora se centra casi exclusivamente en conseguir que mis hijos y esposa vuelvan sanos y salvos a casa lo antes posible.
SDC – Como eres una persona con recursos intelectuales y tienes experiencia para moverte en ámbitos de embajadas y demás, ¿has hecho ya gestiones para que pueda volver tu familia a casa?
JAL – Me puse en contacto con la embajada tres horas después del inicio de la invasión, pero no hubo respuesta. Ese mismo día 24, por la tarde, llamé al teléfono de urgencia de la embajada y me atendieron indicándome que el día siguiente, viernes 25, si mi familia estaba en la sede de la embajada en Kiev podría unirse al convoy que saldría a las 9 de la mañana con unos 50 españoles para Lviv o la frontera con Polonia; donde se llegase en función de las circunstancias. Ante la pregunta de si había previsto organizar otros convoyes, nos dicen que no lo saben.
Eran las 6 de la tarde del jueves, 15 horas antes de la salida prevista del convoy, y mi familia se encuentra en una zona rural a 60 km. al sur de Kiev. Muchas carreteras cortadas, un acceso diabólico a Kiev con inexistencia de transporte público. Mi mujer no dispone de vehículo; dos hijos de 6 y 4 años… en fin, ni era razonable ni seguro trasladarse, y bastante improbable que aún intentándolo llegasen a la hora prevista.
Sé que los otros españoles habían sido avisados y se habían alojado en Kiev la noche anterior, así sí hubiera sido posible, pero nosotros no fuimos avisados, contrariamente a lo que se ha difundido desde el Gobierno de la nación.
El viernes, sobre las 9 de la mañana telefoneo y hablo con un señor de la embajada, español, muy amable, atento e informado. Me dice que cierran la embajada y oficina consular tras ellos. Que la misión diplomática se traslada a Lviv, aunque no puede decirme cuándo estará nuevamente operativa, y que no hay previsto ningún otro convoy puesto que los rusos están ya en Kiev y es muy peligroso.
Visto lo cual no me queda más remedio que ir yo en busca de mi familia.
SDC – Has sido presidente, o eres, de la Asociación Miguel Vacas desde donde habéis gestionado muchísimas adopciones con familias del sur de Córdoba para esos niños ucranianos que se encontraban en tan malas situaciones. ¿Qué piensas del sufrimiento ahora de tantísimas personas, niños y mayores en ese país tan dañado por las circunstancias?
JAL – Ucrania es un país que ha sufrido mucho en el período de historia moderna. Desde la invasión nazi, el sistema comunista de la URSS, el caos y pobreza tras su caída, y últimamente la ilegal anexión de Crimea y la guerra provocada en el Donbás. La intervención del vecino ruso, cuando Ucrania muestra su determinación de acercarse a la Europa democrática, ha venido siendo constante. La invasión atroz y la guerra ahora iniciada es incalificable, sólo puede estar realizada y apoyada por personas sin moral, por criminales dirigiendo países.
SDC – ¿Le das algunas explicación al fracaso de la diplomacia en esta situación bélica?
JAL – Rusia ha engañado nuevamente a Occidente. No quería negociar, tenía decidida la invasión hace mucho; es mi impresión. Y no aprendemos.
SDC – Como padre, ¿qué le pedirías a quien tiene en su mano el cese de la violencia?
JAL – Ese es Putin. Es un criminal y no le pido nada, sino que le exijo que saque sus sucias manos de Ucrania y todos aquellos países a los que Rusia agrede e intimida. Con un criminal no se dialoga, al criminal se le combate.
SDC – Como es natural, estarás viviendo unos momentos muy difíciles en tu vida, ¿qué estarías dispuesto a hacer para lograr que tus hijos y tu mujer regresen a salvo contigo?
JAL – Lo que cualquier otro padre o madre: ir allá donde están y abrazarlos. Luego, sacarlos de allí de la forma más segura y rápida.
SDC – ¿Algún organismo oficial te ha mostrado su apoyo de alguna manera?
JAL – No, sólo un diputado nacional, muy conocido y con quien obviamente no tenía contacto previo, todo hay que decirlo, me está siendo de mucha ayuda a nivel personal: ayuda concreta y eficaz. No quiere que su nombre se conozca.
SDC – ¿Pensabas hace un año, por ejemplo, que algún día podría darse la coyuntura actual en Ucrania?
JAL – No, una invasión total de un país en plena Europa en el siglo XXI es algo anacrónico e impensable. Pero lamentablemente es real y debemos hacernos una idea de que ningún país está a salvo.
SDC – ¿Tienes contacto con tu familia? ¿Qué te dicen que nos puedas contar?
JAL – Sí, todo normal. A través de guasap y Skype. De momento las comunicaciones, aunque con ciertos fallos, están siendo sólidas y estables.
SDC -Desde aquí, pide lo que quieras a quien quieras, di lo que quieras, no te dejes nada dentro.
JAL – A nivel personal me gustaría que en el Ministerio de Exteriores se conociera que hay españoles que quieren salir de Ucrania, como mis hijos. Españoles que no han podido tomar el convoy porque cuando se nos informó (que no avisó) desde la embajada no había seguridad ni tiempo material, por condiciones de guerra, de llegar a la hora y seguros.
Pediría que pusiera en contacto conmigo, no digo el ministro, claro, sino un sencillo oficinista. Y que me dijera que conocen mi caso; que no pueden ayudarme ahora, pero que toman nota por si pueden hacerlo en el futuro. Al menos eso.
Al nivel de la Asociación Benéfica MIGUEL VACAS que se pongan en contacto con nosotros todas las familias de la comarca que quieran y puedan acoger en casa a niños ucranianos, y posiblemente madres de los mismos, en calidad de refugiados. Necesitamos muchas familias, ahora más que nunca. Dejo el mail de contacto abmiguelvacas@gmail.com
Y finalmente, a los gobiernos del mundo civilizado, que ayuden a Ucrania, a su presidente y a su gobierno. Y que les faciliten la ayuda que Ucrania pida, y no la que desde aquí consideremos. Ellos saben qué necesitan, y si piden armas hay que darles armas. Puede parece un contrasentido que un voluntario de una ONG apruebe el envío de armas a una zona de conflicto, pero como ya he dicho, ante Putin, una figura en mucho parecida a Hitler, no cabe diálogo, sino lucha.
SDC – Mucha suerte, Juan Antonio, cuenta siempre con Sur de Córdoba para lo que necesites en casos tan difíciles.
JAL – Un abrazo y mi agradecimiento.
* Las imágenes de su mujer y sus hijos, que acompañan esta entrevista, han sido cedidas por el propio Juan Antonio Luna.