CICLISMO. SUBBÉTICA. La falta de efectivos de tráfico ha sido el detonante de que se pierda una de las Challengers ciclistas más importantes de cuantas se disputan en la provincia, la Vuelta Ciclista a la Subbética, que tras varios meses buscando patrocinadores y seleccionando un recorrido que fuese atractivo para los participantes, que se iban a dar cita en número superior al centenar, ha acabado por suspenderse.

Juan José Torres, presidente del Club Ciclista Puerto del Cerezo de Priego de Córdoba, y que venía encargándose de la organización del evento en temporadas anteriores, indicaba que “fuentes de Tráfico nos han comunicado a escasos días de la disputa de la prueba, y cuando ya lo teníamos casi todo organizado, que la prueba está suspendida por falta de efectivos que puedan garantizar la seguridad de la misma, debido a que coincide con otra prueba ciclista, en este caso de MTB, que se celebra en Lucena y que corresponde a la Vuelta a Andalucía MTB. A pesar de que nosotros llevamos varios años organizando la Vuelta a la Subbética, parece ser que la otra prueba solicitó antes la celebración de su etapa en Lucena que nosotros la nuestra, y por ello han decidido priorizarla”.

Torres no se explica “cómo pueden coincidir dos pruebas de esta categoría en la misma fecha y no sabemos si es culpa de la Federación, de la Delegación del Gobierno o de Tráfico, pero sobre todo no entendemos cómo es posible que nos concediesen la disputa de nuestra prueba sin problema alguno cuando la solicitamos y ahora nos vengan con esto cuando ya está toda la documentación en regla y presentada ante los organismos competentes. No entendemos cuál es realmente el motivo de esta suspensión pero lo cierto es que nos han dejado en cuadro”.

Para Torres “es un gran fracaso la suspensión de la prueba porque lo teníamos todo preparado en cuanto a participantes, patrocinadores, reservas de hoteles… y es un auténtico caos que hayamos llegado a esto, por lo que incluso nos planteamos la desaparición de la prueba ya que no nos quedan fuerzas para seguir luchando y tras seis años de competición, viendo cómo nos han ninguneado para la disputa de esta magnífica Vuelta Ciclista no nos apetece ni siquiera buscar otra fecha alternativa”.

Torres afirmaba que “las fechas del calendario competitivo están escogidas desde principios de temporada, y ahí entrábamos nosotros con la Vuelta a la Subbética, y por tanto no podemos irnos a otras fechas porque nos pisaríamos con otra prueba, los ciclistas se repartirían, los que vienen de fuera de Andalucía no sabemos qué calendario tienen en sus respectivas Comunidades Autónomas… y esta suspensión total de la prueba seguramente conlleve su desaparición porque teníamos inscritos un equipo de Galicia, dos de Madrid y de la zona del Levante… ante los que quedamos mal organizativamente. No habíamos querido informar por ninguna vía de la suspensión porque manteníamos esperanzas de que nos diesen vía libre a última hora, pero finalmente no ha podido ser. Nos pusimos el miércoles como tope, porque ya meternos en jueves e incluso viernes era muy precipitado para preparar la carrera, pero finalmente nos vemos abocados a la suspensión”.

Torres se mostraba ilusionado especialmente con la disputa de la prueba por las novedades que presentaba este año, ya que “pese a que ya desde primera hora barajamos la suspensión de la prueba debido a la falta de apoyo económico e institucional, que nos dificultaba sobremanera organizar una Vuelta digna, decidimos finalmente suprimir la etapa contrarreloj y reducir las tres etapas de años anteriores a dos, ambas en línea. A pesar de este cambio considerábamos que estaban muy bien repartidas, ya que la primera iba a ser una etapa relativamente llana dentro de lo que la Subbética nos permite y que facilitaba la llegada al sprint, y eso hubiese permitido que la Vuelta se hubiese decidido el domingo con una segunda etapa que podíamos calificar como reina a la que se hubiese llegado con las espadas en todo lo alto. En ella, íbamos a ascender por un tramo de carretera muy cercano al Puerto del Cerezo, al que sólo se puede acceder en bicicleta de montaña, a la espalda de la Tiñosa, y teníamos especial interés en pasar cerca de él porque es el que da nombre a nuestro club y cumplimos quince años. Pretendíamos rendirle un pequeño homenaje a nuestro puerto pero no ha podido ser”.

En dicho recorrido, que este año suprimía la ascensión al Santuario de María Santísima de la Sierra para variar el recorrido respecto a temporadas anteriores, “ganábamos en cambio la opción de pasar por nueve poblaciones de la Subbética, algo que considerábamos muy positivo y muy bien repartido para tratarse de una prueba ciclista de tan sólo dos días de duración”.

En cuanto a la participación, “prometía ser bastante destacada, ya que superábamos ampliamente el centenar de inscritos a falta de las carreras del fin de semana pasado, tras las que la participación sube una vez que los ciclistas salen indemnes sin caídas ni problemas de otra índole que les hubiesen impedido participar en la Vuelta a la Subbética. Entre ellos, teníamos a un equipo que venía de imponerse en la Vuelta a Aragón al todopoderoso Orquín, un conjunto que parecía casi imbatible. Hablamos del Gandía Renault, que era el equipo a batir”.

Por último, señalaba que “a mí entender, las instituciones en los últimos tiempos está haciendo muy poco por mantener la disputa de algunas pruebas deportivas, y en algunos deportes se nota más que en otros. En concreto, el ciclismo lleva unos años pasando por una racha muy mala, ya que el dopaje le afectó mucho y no sé los motivos pero parece que es un deporte que está mal visto y que sólo ponen facilidades a la hora de pasar por los pueblos si se trata de la Vuelta a Andalucía o la Vuelta a España. Estas dos pruebas sí tienen muchísima aceptación pero en el ciclismo más popular sólo nos encontramos trabas y zancadillas, y cuando llevas muchos años luchando y no encuentras aceptación casi por ningún sitio, se te acaba la paciencia y muy probablemente tras la suspensión de la Vuelta a la Subbética me planteo muy seriamente tirar la toalla y dejar de celebrar pruebas ciclistas en Priego porque somos un club sin ánimo de lucro y no tengo necesidad de pasar malos ratos con estas cosas. Es muy duro porque esto no es un deporte que te den unas llaves y te metas a jugar en una pista, sino que debes andar pidiendo permisos por todos sitios para que sólo te lleves palos y además como responsable de la organización, si pasa algo se te cae el pelo. No tiene sentido seguir luchando por esto cuando nadie te apoya”.