Cabra

"El Periódico digital para el sur de Córdoba"

El Museo Arqueológico Municipal de Cabra presenta un fragmento de Teja plana con huella de cerdo (sus scrofa)

ARQUEOLOGÍA. Las tejas planas (tegulae), eran unas piezas muy características de la época romana, que se utilizaban principalmente para la cubrición de edificios, así como para dar forma a las tumbas o taparlas. Eran piezas con unas dimensiones de 38 por 52 cm y un grueso de 3,5 cm. La cronología de la pieza se estima en los siglos IV-V d.C.

Se usaba de forma generalizada en Hispania en el siglo I d.C., pero eran conocidas con anterioridad en la zona de la Bética y ámbito mediterráneo. Eran alfarerías (figlinae) de tejas y ladrillos frecuentes en las ciudades y a veces aparecieron también en grandes explotaciones agrícolas (villae).

En Igabrum (Cabra) existían varios alfares en la margen derecha del río Cabra, al disponer de agua y arcilla para sus trabajos. Estos establecimientos artesanales se encontraban fuera de la ciudad para evitar las molestias de este tipo de actividades.

En los alfares (figlinae tegrlariae) se daban casos de piezas que deformadas por el calor eran desechadas para su uso, así como piezas que mientras se procedía al proceso del secado eran pisadas por algún animal. En el territorio de Igabrum, en concreto en un alfar situado en el paraje de Buenavista se encontró una teja con la pisada de un perro, y recientemente, del alfar que debía existir en la zona del salinero procede el fragmento presentado con la huella de un cerdo.

Aunque lo mas lógico es pensar que estas huellas se produjeron de forma accidental, hay algunos autores que han visto intencionalidad en las mismas, quizás con un carácter apotropaico.