Sur Provincia

"El Periódico digital para el sur de Córdoba"

María Francisca García López pregona la Semana Santa almedinillense

FOTO: MANUEL CARRILLO CASTILLO

ALMEDINILLA.    

  • El VI Pregón de Semana Santa ha estado envuelto  de juventud, emoción y mucho sentimiento.

En la noche de este martes la Parroquia de San Juan Bautista abrió el pórtico de la Semana Santa con el pregón que, por seis años consecutivos, es fiel a este sacro acontecimiento. En esta ocasión, fue la joven médica, María Francisca García López, la encargada de exaltar el significado de la Semana Santa a través de los recuerdos y experiencias que han marcado su vida.

Fue presentada por la Secretaria de la Hermandad, Laura García Aguilera, quien dijo que “era un honor para la Hermandad del Santísimo Cristo del Amor, la aceptación de la joven pregonera, médico de familia en la ciudad de Almería y persona con un fuerte compromiso social y profesional. Este compromiso profesional y con los más desfavorecidos le lleva a marcharse a Bolivia a colaborar con una ONG  en el próximo mes de abril. Concluyó su intervención mostrando el más sincero agradecimiento y cariño de la Hermandad y la bendición del Cristo del Amor.

A continuación comenzó la pregonera dando la bienvenida a las autoridades religiosas, civiles y militares, a los colaboradores, asistentes y a la cantaora Paz de Manuel y al guitarrista Alberto López. Tras narrar las peripecias de cómo se gestó el ofrecimiento y compromiso de estar aquí pregonando la Semana Santa 2014, siendo una gran ocasión para dar testimonio de su fe y hablar de su forma de vivirla.

Para ella, un pregón es “el ejercicio de reflexión profunda de mi fe, de indagar en los recuerdos y experiencias que me han marcado en el camino de mi vida, de ser consciente de lo que tengo y valorarlo”. Y dicho esto comenzó a hablar de su madre, persona que encendió la llama de su fe y “que ha luchado siempre porque se mantenga inquebrantable”.  Profundizó en lo que significa la palabra MADRE y ser MADRE, poniendo de ejemplo a la Virgen María que dijo sí a encarnar al Hijo de Dios; dijo sí al dejarlo marchar con los pobres, señalados, enfermos y pecadores; y dijo sí a verlo maltratado, golpeado, insultado y crucificado. Recordó la canción que le enseñó su maestra de Educación Primaria, la seño Magdalena, cuyo texto decía: “Mientras recorres la vida tú nunca sola estás, contigo por el camino Santa María va”. Y expresó su convencimiento de que la Virgen siempre estuvo con ella, hasta el día que el cáncer de mama la apartó de nuestro lado y ahora goza junto a Ella en el cielo. Al igual que estuvo con ella el día que el cirujano le dijo que su hermano podía tener esa horrible enfermedad acordándose del sufrimiento de María a los pies de la cruz donde yacía su Hijo clavado y concluyendo este apartado recitando el Ave María y dando entrada a la versión de Niña Pastori del Ave María en la voz de Paz de Manuel y desgarro de la guitarra de Alberto López.

La segunda parte del pregón la centró en lo que supone para ella su profesión de médico; profesión a la que dedicaría toda su vida, pues ayudar a los demás, le hace tremendamente feliz y llena su espíritu. También recordó la frase de otro profesor que le dijo: “Trabaja en aquello que harías sin que te pagaran”. Ha sido un duro camino y agradeció a sus padres el trabajo y sacrificio realizados para poder estudiar, junto a su ejemplo de vida, siendo la mejor herencia. Y este nuevo camino profesional también sigue siendo duro, ya que “te llevas a casa los momentos vividos con las personas que sufren y te llevas los momentos vividos con ellos, sus lágrimas, su dolor… que muchas veces te quitan el sueño y otras tantas te hacen apreciar el valor de las cosas sencillas de la vida, que son las más importantes”.  Recordó la historia de una amiga que perdió su madre en tres meses y solo le mantiene la valentía mostrada para combatir la enfermedad y se centró en los momentos difíciles vividos por su familia en los últimos tres años y que, por el momento, se han resuelto bien y ha aprendido mucho de ellos y les han cambiado la forma de ver la vida en toda la familia. Recordó y recitó la oración que una noche encontró en la capilla del hospital, mientras su abuela luchaba en la UCI por salir adelante de un grave accidente, del Padre Carmelita, J. Caraud, que le dio la paz que buscaba en aquel momento. Antes de finalizar este apartado, centró su discurso en el significado de las manos, rostro y nombre de Dios, diciendo que mirásemos nuestras manos, ya que son “las manos que Dios tiene en este mundo para secar las lágrimas de los afligidos, abrazar a los que se sienten solos, ayudar a los que lo necesitan, trabajar por la paz y luchar por las injusticias”. Puso como ejemplo la imagen de Jesús Nazareno, por la que Dios se hizo humano para “acercarse a nosotros y sentir con nuestro corazón”, según expresa el Concilio Vaticano II, GS 22: “ El Hijo de Dios en su encarnación se unió a cada hombre, trabajó con manos de hombre, pensó con inteligencia de hombre, obró con voluntad de hombre y solo se diferenció de nosotros en el pecado”.  Por lo que se estremece al entrar a esta iglesia y ver el rostro del Nazareno que le lleva a darle gracias y alabarlo con el rezo del Padre Nuestro, que, también, fue cantado por Campanilleros.

En la tercera parte resaltó las emociones que surgen cuando vas portando la imagen del Cristo Crucificado, el peso que sientes en el hombro a lo largo de la carrera oficial y su desvanecimiento cuando se llega a la Plaza de la Iglesia y el Cristo le baila a su Madre al son de una marcha procesional y le entrega un ramo de flores. Las razones para ser costalera son muchas y diferentes, quedándose en el anonimato como sus rostros debajo del morado de las capuchas y el vestido de luto negro. También hizo mención a que solo hace tres años que consiguieron el reconocimiento como Hermandad, pero hace más de 15 años que un grupo de mujeres se fue organizando año tras año para procesionar al Crucificado por las calles del pueblo. Por esas mujeres devotas y luchadoras, por esas costaleras y hermanas va la Saeta Especial a nuestro Cristo del Amor en la joven, desgarradora y potente voz de Paz de Manuel.

La cuarta parte la ocupó los tres pasos del Jueves y Viernes Santos en los que el Cristo del Amor “pasa a los pies del Pingorote, custodiado de antorchas y al ritmo de los tristes golpes de los bombos, cargado a los hombros de unas valientes costaleras.” Le sigue la Virgen de los Dolores que lleva “tallado el sufrimiento que se materializa en forma de lágrimas que resbalan por sus mejillas”. Y, finalmente, recordó como la Plaza de la Iglesia se queda pequeña para acoger a tanta gente con sus hornazos que esperan la bendición del Nazareno y el desgarro de una estremecedora saeta, como la Saeta de Antonio Machado con música de Serrat y voz de Paz de Manuel.

Concluyó el pregón con las palabras del Papa Francisco que dicen así: “Si algún día la tristeza te hace una invitación, dile que ya tienes un compromiso con la alegría y que le serás fiel toda la vida”.

 

Añadir nuevo comentario

Plain text

  • No se permiten etiquetas HTML.
  • Las direcciones de las páginas web y las de correo se convierten en enlaces automáticamente.
  • Saltos automáticos de líneas y de párrafos.