SALUD. Los hospitales de Montilla y Puente Genil (ambos gestionados por la Agencia Sanitaria Alto Guadalquivir) han sido reconocidos, dentro del Sistema Nacional de Salud, por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad debido a sus ‘buenas prácticas’ en materia de atención al parto y violencia de género.
Concretamente, el hospital comarcal de Montilla ha sido distinguido dentro de la estrategia 'Atención al parto y salud reproductiva' por su labor en "Optimización de la tasa de cesáreas", que aborda las prácticas clínicas en la atención al parto así como la participación de las mujeres en la toma de decisiones.
Por su parte, el Hospital de Alta Resolución de Puente Genil ha sido distinguido dentro de la estrategia de 'Actuaciones sanitarias para la prevención y detección precoz de la violencia de género', debido a su buena práctica en esta materia titulada "Nuevas estrategias en Salud para el abordaje integral y la coordinación interinstitucional contra la violencia de género", que tiene como principales líneas de actuación la atención sanitaria a las mujeres que sufren violencia de género, sus hijas e hijos, así como a mujeres en contextos de especial vulnerabilidad ante este tipo de violencia. En este sentido resulta clave la coordinación intersectorial (administración Local, organismos autonómicos, organizaciones de la Sociedad Civil y de mujeres, administración de Justicia, sistema educativo, fuerzas y cuerpos de Seguridad, Servicios Sociales, recursos específicos en violencia de género para la atención a las mujeres y organismos de Igualdad). En total, dentro de esta estrategia han sido distinguidas por el Ministerio 11 buenas prácticas en todo el sistema nacional de salud.
Optimización en la tasa de cesáreas
La iniciativa reconocida al hospital montillano consiste en difundir su experiencia en el campo de la atención al parto durante 2014, para lo que ha elaborado una memoria de resultados donde se analiza la situación y las actuaciones llevadas a cabo con objeto de optimizar la tasa de cesáreas.
Cabe destacar que el número de cesáreas se ha ido incrementando en los últimos años, constituyendo un motivo de preocupación para el Sistema Nacional de Salud, gestores e incluso los propios profesionales, convirtiéndose su racionalización en un objetivo prioritario, siendo una de las claves fundamentales en el aumento de cesáreas el excesivo intervencionismo médico durante el parto. Así, la OMS-SEGO establece el 15-20% como indicador de calidad óptimo en la tasa de cesáreas. Por debajo de un 10% podrían comprometerse los resultados perinatales, pero por encima no está demostrada la obtención de beneficios materno-neonatales.
En este sentido el jefe de la Unidad de Ginecología y Obstetricia del hospital montillano, José Garriguet, destaca: “Nuestro objetivo principal asienta sobre la racionalización de la tasa de cesáreas y para ello el número de cesáreas podemos disminuirlo atendiendo a indicaciones adecuadas sin poner en riesgo la morbimortalidad perinatal y materna, manejando una serie de indicadores de calidad en obstetricia avalados por la evidencia científica (buenas prácticas) y con un grado de compromiso por parte de todo el equipo encargado del parto. Por otro lado, nos marcamos una serie de objetivos secundarios como son aumentar la atención al parto de baja intervención o natural, asistir partos con el antecedentes de cesárea previa, diagnósticos correctos de crecimiento intrauterino restringidos, disminuir el número de episiotomías, mortalidad perinatal por debajo del 0,5%, optimizar la estancia media hospitalaria en Obstetricia, sangrado postparto excesivo, etc. así como la promoción de la lactancia y facilitar el contacto piel con piel en el mayor número de partos”.