Opiniones

"El Periódico digital para el sur de Córdoba"

La incompetencia

  Hace dos años y medio utilicé la jugosa anécdota de Antonio Burgos sobre un alcalde de Sevilla (“Ea, que Momo Contadero era tonto nada más que lo sabíamos aquí, pero ahora, por culpa de Franco, se va a enterar Sevilla entera...”) para comentar algunas de las cacicadas del entonces alcalde de Córdoba Nieto Ballesteros ("¿Esperabas otra actuación...?").

    Por aquello de ser animales que tropezamos dos veces en la misma piedra, hoy vuelvo a la casilla de salida para afirmar que tras su flamante nombramiento como Secretario de Estado de Seguridad el ex-alcalde conseguirá que lo ya conocido en Córdoba termine por saberse en toda España. No hay alfombra lo suficientemente grande para esconder la Incompetencia.

     El PP ha impartido esta semana otra lección de su acreditado “Curso para enchufar amiguitos. Uso y Abusos” nivel expertos. Es curioso ver a quienes predican la desaparición del Estado vampirizándolo en la práctica para su beneficio. Los conservadores hispanos siempre han tenido claro que el aparato estatal debe estar a su servicio como paraguas bajo el que proteger sus negocios a lo que ayuda mucho la ocupación del cargo “por uno de los nuestros". Ya se sabe que la “famiglia” que reza unida permanece unida. Y nos podemos hacer una idea de lo que se encarece un escaño si el asiento debe albergar a una Rita Barberá   arropada por   sus conmilitones o lo gravoso que resulta a la economía doméstica del exministro del Interior “Opus Díaz” tener en nómina esa cohorte de ángeles y arcángeles que le ayudan a aparcar. Aunque sean más estéticos que el gorrilla de turno no hay bolsillo que lo resista. Por eso debían darle el sobresueldo de presidente de comisión parlamentaria. ¡A chulos nadie!

     La única manera de explicar la política de nombramientos peperos y no   volverse loco es tener en cuenta la mezcla de espíritu proteccionista, intereses de clase, pertenencia a la manada y defensa del clan. En la aleación resultante actuaciones públicas como las del señor Nieto son a la vez paradigma y faro.

     Quienes lo sufrimos en nuestra ciudad podemos atestiguar su intolerancia avivada por la ideología ultra. La que lo llevó, a raíz de la ocupación cívica del hoy Centro Social “Rey Heredia” a cortar el agua (ya se sabe “al enemigo ni...”) a la Acampada Dignidad, intentarlo con la luz, conspirar para que se cerrase un comedor que alimentaba a cien familias y mantener la imputación judicial de 10 activistas por defender que un antiguo colegio público debía seguir siendo de la Ciudadanía.

     La misma que desde el Ayuntamiento no sufrió cuando los despidos se cebaron en trabajadores de institutos municipales ( si de camino los fulminados eran  sindicalistas, mejor. Lástima que el cambio de corporación no haya arreglado el desaguisado) o puso sobre la mesa planes de privatización en las empresas públicas señeras.
   " Intransigencia con matices"  pues la dureza frente a todo lo que vagamente pudiese sonar a "rojerío" siempre fue    compatible con la genuflexión cuando se topaba  con los deseos del señor obispo o -en otra época- de la cúpula clerical de Cajasur. Sí, la misma que llevó al desastre a la institución financiera cordobesa. El ínclito munícipe nunca se ruborizó por cumplir la penitencia que impusiese su vigilante espiritual siempre que la mano que no es la derecha no supiese lo que hacía la derecha.

     Habrá a quien le haga gracia el paupérrimo nivel de exigencia que el ultramontanismo español en el Gobierno marca a la hora de cubrir cargos de responsabilidad. En cambio, a los que conocemos el paño nos produce repelús la avalancha en las instituciones estatales de gente con tan poca solvencia profesional y política. Para colmo suelen enmascarar sus carencias en el fanatismo.
    Convencidos de que su electorado los absolverán hagan lo que hagan- mirad Galicia-,no esperemos que quienes han  mostrado antes tanta animadversión a sus  opositores  vayan a tener ahora un  comportamiento distinto. En el caso del personaje que nos ocupa deduzcamos que si hizo lo que hizo con el Rey Heredia no va a sufrir por arte de magia un cambio radical en positivo. Menos conociendo su restrictivo concepto sobre Derechos Humanos. Máxime si está al frente de la Seguridad nacional con el plus de ordena y mando que le da la liberticida ley Mordaza.

    La inquietud manifestada por muchas personas tras el triunfo de Trump en las presidenciales estadounidenses sobra en nuestro país. Está amortizada porque desde hace decenios sufrimos el desgobierno del ala derecha del “spanish tea party”. Sabemos por experiencia que los gürtelitos admiten bolsos, trajes, coches, sobres o cualquier otro presente esquilmado a los indígenas y a cambio regalan “baratijas” en forma de leyes mordaza, recortes, represión y precariedad. Síntoma claro de que nos toman por primos es que siguen aupando a los Nietos de turno.

    Copio al compañero Antonio Maíllo cuando calificó a Susanita Díaz. La definición es válida también para los compañeros neofranquistas del Bipartito: “quienes no los conozcan, que los compren”.

    El Poder puede estar tranquilo. Para apuntalar al PP siempre dispondrá en el PSOE de telepredicadores envueltos en la bandera monárquica -a la que confunden con España-  tipo González y burócratas justificando abstenciones responsables.

    Que no se nos olvide darles las gracias