CONSUMO. La Dirección General de Consumo de la Junta de Andalucía está desarrollando una campaña de inspección dirigida a controlar el etiquetado y la publicidad de los productos ibéricos a la venta en Andalucía, para verificar que cumplen con la normativa vigente. El objetivo de la campaña es garantizar una correcta y leal competencia de los mercados y asegurar la defensa de las personas consumidoras, evitando fraudes y confusiones con otros productos porcinos, no derivados del cerdo ibérico, que no respondan a sus expectativas.
En total, se realizarán 60 controles de etiquetado por parte del personal inspector de los servicios provinciales de Consumo de Córdoba, Granada y Huelva, que visitarán todo tipo de establecimientos abiertos al público en general que se dediquen a la venta de productos alimenticios como supermercados, grandes superficies o tiendas de alimentación tradicional.
Las inspecciones se realizan sobre diferentes productos de cerdo ibérico, tanto frescos como elaborados (jamón, paleta, caña de lomo, lomo embuchado o lomo) que se encuentren envasados. Se prestará una especial vigilancia a los productos que se encuentren fileteados o loncheados, ya que, al ser convertidos en porciones, pueden perder la correcta identificación o denominación de venta completa, el sello de la entidad certificadora, etc.
Información obligatoria
Durante las actuaciones, el personal inspector comprueba que el etiquetado de los productos cumple con los requisitos que establece la normativa, tanto a nivel general (comprobando que figuran los datos identificativos del responsable, la lista de ingredientes, el lote, el marcado de fechas, etc.) como a nivel específico para este tipo de productos. En este sentido, se verifica, entre otras cuestiones, que los productos incluyen en su etiquetado la mención "certificado por" seguida del nombre del organismo de control. Además, se presta especial atención al cumplimiento de los requisitos normativos de la denominación de venta, formada por tres designaciones obligatorias que deben aparecer siempre juntas.
La primera designación hace referencia al tipo de producto mientras que la segunda se refiere al tipo de alimentación y manejo, que puede ser de bellota (cerdos alimentados en su fase de engorde exclusivamente de bellotas, hierbas y otros recursos naturales de las dehesas), de cebo de campo (cerdos alimentados con piensos, cuyo manejo se realiza en explotaciones extensivas o intensivas al aire libre) o de cebo (cerdos alimentados a base de pienso, cuyo manejo se realiza en sistemas de explotación intensiva). La tercera designación hace referencia al tipo racial, pudiendo ser 100% ibérico o ibérico, en el caso de los productos que se obtienen de cerdos que proceden al menos en un 50% de raza ibérica.
Además, la norma exige que los jamones y paletas sean marcados en el matadero con un precinto inviolable con una numeración única e individual, que debe acompañar a la pieza en todo momento y que es de distinto color para cada denominación de venta. Así, el precinto negro se utiliza para los productos 100% ibéricos de bellota, con mención "pata negra"; el rojo, para los productos ibéricos de bellota, con mención "dehesa/montanera"; el verde, se asocia a los productos ibéricos de cebo de campo; y el blanco, para los productos ibéricos de cebo.
Además, para evitar confusión, la normativa incluye un listado de términos y elementos que no pueden ser utilizados por aquellos productos que no cumplan la norma de calidad. En este sentido, el personal inspector comprobará que no se utilizan términos como "recebo" o "ibérico puro", o elementos gráficos como bellotas o encinas, que aluden al cerdo ibérico cuando los productos no procedan de animales que hayan recibido ese tipo de alimentación.
Por otra parte, durante las inspecciones se controla el sistema de trazabilidad, para garantizar que quede acreditada la procedencia del producto a lo largo de todo el proceso de producción, elaboración y distribución, desde la explotación ganadera hasta su venta a las personas consumidoras.
Esta campaña se desarrolla en el marco del Plan de Inspección de Consumo 2020 que, tras los ajustes realizados con motivo de las restricciones derivadas del Covid-19, comprende un total de 23 campañas que supondrán aproximadamente 5.600 actuaciones de control dirigidas a garantizar y reforzar la protección de los derechos de las personas consumidoras y asegurar que los productos y servicios que están a la venta cumplen los requisitos de seguridad y calidad que exige la normativa vigente.