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Andalucía cerró el año 2022 con una temperatura media de 17,5 grados, la más alta desde 1991

ANDALUCÍA. El Consejo de Gobierno ha tomado conocimiento del Informe de Medio Ambiente de Andalucía correspondiente a 2023, un diagnóstico completo realizado por la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul que pone a disposición de la ciudadanía toda la información ambiental, cumpliendo con lo exigido por la legislación vigente a nivel europeo, nacional y autonómico.

Este informe de 2023, accesible en la página web del Portal Ambiental de Andalucía, viene acompañado por la publicación de las estadísticas ambientales, constituyéndose como una herramienta potente, ya que contiene largas series históricas de datos, así como la información más actualizada disponible sobre los asuntos relacionados con el medio ambiente en Andalucía, y donde se ofrece también información comparativa de otros ámbitos territoriales: escala europea, estatal, autonómica, municipal, espacios naturales protegidos...

La estructura del Informe se compone de dos capítulos. El primero de ellos, 'El estado del medio ambiente en Andalucía', despliega un amplio abanico de temas ambientales, incluyendo 16 contenidos temáticos diferentes, en base al sistema de indicadores ambientales de la REDIAM. El capítulo dos está dirigido a temas de especial interés y presenta una monografía relacionada con un caso de buenas prácticas en materia de economía circular, denominada 'La implantación del modelo de economía circular en la Sierra de Cádiz'.

El clima es uno de los puntos focales del informe, que, con datos correspondientes a 2022, recoge que la temperatura media de Andalucía fue 17,5ºC, lo que supone 0,8ºC más que en el año anterior. Además, el valor de 2022 se sitúa por encima del valor máximo de la serie histórica 1991-2020 (16,2ºC), por lo que se califica como extremadamente cálido.

En lo relativo a las precipitaciones, en 2022 continúan su tendencia a la baja (458 mm), encontrándose por debajo de la media histórica del periodo de referencia 1991-2020 (541,9 mm), empeorando con ello la situación de sequía iniciada en el año 2019, e incidiendo negativamente en el estado fisiológico de la vegetación. A este respecto, los resultados del indicador del estrés hídrico de la vegetación para el año hidrológico comprendido entre octubre de 2021 y septiembre de 2022 muestran un porcentaje de superficie estresada en la región del 22%, la mayor cifra de estrés de la vegetación observada desde 2009. En este contexto de escasez generalizada de precipitaciones, el informe afirma que la región se encuentra en una situación grave de sequía.

Para el seguimiento del cambio climático, se usan indicadores como el Índice de Calentamiento Global (ICG), que muestra la evolución creciente que siguen las temperaturas y el incremento de su ritmo de crecimiento desde finales de la década de los años 80 del siglo pasado. El ICG para Andalucía en 2022 fue de 11,8 frente al 10,6 del año 2021. En la misma línea, la anomalía térmica registrada en el conjunto de la región se ha situado en +1,6°C, en 2022 frente al +0,8°C de 2021.

Respecto al agua en Andalucía, se trata de un recurso estratégico de gran importancia económica, ecológica y social, cuya gestión se aborda de manera integral para conseguir un aprovechamiento racional que garantice su disponibilidad al conjunto de ciudadanía, en cantidad y calidad suficientes. La calidad de las aguas superficiales en 2022 es, en conjunto, aceptable, con una calificación buena en nitratos, aceptable en clorofila A y regular en amonio, fosfato y plaguicidas, mientras que la calidad de las aguas subterráneas fue clasificada como regular, ya que todos los parámetros estudiados han empeorado ligeramente en comparación con el año anterior, a excepción de los plaguicidas, que han mejorado.