LUCENA. La “Fundación Cuevas y Sima del Ángel” pasará a llamarse Instituto de Investigación de Prehistoria y Evolución Humana y trabajarán también en África y Europa

Representantes del recién creado Instituto de Investigación de Prehistoria y Evolución Humana, anteriormente denominado Fundación Cuevas y Sima del Ángel, han comparecido ante los medios de comunicación en las instalaciones de Carrefour Lucena para dar cuenta del balance arrojado por los trabajos de investigación que comenzaron en julio de este año y los proyectos futuros que tienen con la nueva estructura institucional. Este nuevo ente pretende, con el cambio de objetivos, la no focalización local de sus investigaciones, ampliándolas más allá de la comunidad llegando incluso hasta África y el resto de Europa e incidir en áreas más formativas.

Entre los patronos de la nueva organización seguirá estando el alcalde de la ciudad, Juan Pérez en representación del Ayuntamiento, Francisco López Salamanca, la geóloga Guadalupe Monje, Antonio Monclova y José Manuel Sánchez Sicilia. A la vez, se ha creado una Comisión Científica, en la que están integradas personalidades como el prehistólogo más importante del mundo, el codirector de Atapuerca, Eudal Carbonero; el director de Orce, Bienvenido Martínez; y Paul  Palmqvist, catedrático de paleontología de  universidad de Málaga. Así lo han explicado el director de excavación, Cecilio Barroso, el patrono y también gerente de Videoluc TV, Juan Jiménez y el coordinador de Carrefour Lucena, Alberto Guerrero.

Barroso iniciaba su comparecencia destacando el éxito del I Curso Internacional de Especialización en Estudios Cuaternarios, que recibió más de 1.000 entradas a su web de personas interesadas en la inscripción. Con estas jornadas lectivas, celebradas en módulo de Enero del complejo de Los Santos (que el Ayuntamiento cederá próximamente al nuevo Instituto), se pretendía lograr que Lucena fuera referente nacional e internacional en esta materia, con la intervención de paleontólogos, geólogos, biólogos y arqueólogos de prestigio internacional que desgranaron materias como los cambios climáticos producidos en esa época de la prehistoria o el inicio de una producción más industrial a jóvenes recién licenciados.

En cuanto al balance de la campaña de este 2014, los investigadores y voluntarios del proyecto (al que la Junta dio permiso unos días después de la fecha inicialmente prevista) han constatado que los más de 1.000 fragmentos hallados durante las excavaciones del año anterior corresponden a dos periodos concretos: al Neolítico, con 7.000 años de antigüedad y a la Edad del Bronce, con 5.000 años. Con ellos han podido corroborar la existencia de rituales funerarios para más de 50 individuos, con transformaciones inauditas en otros lugares del país, donde se han descubierto la quema de los cuerpos o la descarnación de la piel. Según explicaba Barroso, en la época del calcolítico, la Covacha sirvió a modo de “Cueva Dolmen”, construcción solo encontrada en yacimientos como Atapuerca. 

Otra de las observaciones que las dos decenas de investigadores han podido confirmar ha sido la elevada tasa de mortalidad infantil que existía entre los moradores de la zona, ya que el 50 % de los restos hallados pertenecen a niños, y de estos, en su mayoría, en edad justo posterior al destete. La hipótesis barajada es que esto estuviera provocado por la ingesta de agua contaminada.

Además, se han encontrado 4 tipos de especies de flora en la Cueva del Ángel, con una temporalidad de hasta 400.000 años. Según el director del proyecto de excavación y, aunque resulte extraño a la comunidad científica, los primeros moradores ya consumían “aceitunas”, recolectadas de los acebuches pertenecientes al paisaje de tipo mediterráneo que les rodeaba. Sin temor a equivocaciones, Cecilio Barroso indicaba que el hogar que nutría la estancia  de 2,60 metros de ceniza (mantenido por los moradores pero no creado por ellos) es uno de los más importantes de toda Europa.

Paralelamente, la Fundación Instituto de Investigación de Prehistoria y Evolución Humana está reuniendo los apoyos de instituciones como el Instituto de Investigación Biomédica del Hospital Reina Sofía para el estudio de enfermedades hereditarias de aquella época que tengan correlación con las de la actualidad, ya que cuentan con material antropológico muy interesante para su investigación. Con ello se dará a una salida a todo el material antropológico que se ha encontrado y se realizarán acuerdos hasta ahora no sondeados como es la unión de investigaciones de prehistoria y medicina.