SOCIEDAD. Los últimos datos hechos públicos por Cáritas días atrás son un reflejo de los graves efectos que la crisis económica por la que atravesamos en los últimos años están teniendo en el tejido social español. No son los únicos estudios que reflejan un empeoramiento de la situación de millones de personas, recientes estudios del Instituto Nacional de Estadísta (INE) y de UNICEF corroboran la pérdida de calidad de vida para numerosas personas en nuestro país.

 

En España el número de personas desempleadas en estos últimos 7 años ha experimentado un crecimiento abrumador, desde 1.856.000 parados en 2007 hasta 5.622.900 en junio de 2014, según la EPA. 

 

Como suele suceder en períodos de depresión como el actual, las personas sin hogar y sectores de la población como la infancia se han visto especialmente afectadas por el contexto económico en diferentes forma y grado.

 

Y es que según los últimos datos del INE, el 20,4 % de la población española, uno de cada cinco habitantes, vive por debajo del umbral de la pobreza. Además de uno de cada cuatro niños residentes en España está en riesgo de pobreza, según los datos de la última Encuesta de Condiciones de Vida (ECV) difundida por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

 

También es preocupante el porcentaje de la población española que vive en riesgo de pobreza, que se sitúa en un 27,3 %, según el indicador At Risk Of Poverty or social Exclusión que figura en la estrategia Europa 2020 de la Unión Europea.

 

Los últimos datos del INE sobre las personas sin hogar corresponden al año 2012 y se refieren a municipios de más de 20.000 habitantes. Según este estudio, 22.938 personas sin hogar fueron usuarias de centros asistenciales de alojamiento y/o restauración en el año 2012. En este punto hay que hacer una salvedad, estos datos corresponden al registro de personas que fueron atendidas en centros asistenciales, donde se les ofreció comida y cama, por lo tanto la cifra real sería muy distinta si se tiene en cuenta las personas que no han hecho uso de estos servicios y que viven en la calle.

 

Según este registro, en cuanto al perfil de estas personas, la mayor parte son hombres (80,3%).  El 57,7% de las personas sin hogar tiene menos de 45 años, el 38,4% entre 45 y 64 años y los mayores de 64 años representan el 3,9%. La edad media de estas personas se sitúa en 42,7 años. En cuanto a la nacionalidad, el 54,2% son españoles y el 45,8% extranjeros.

 

Desde el punto de vista del tiempo que llevan sin hogar, el 31,9% de las personas que se encuentran en esta situación llevan menos de un año sin disponer de un alojamiento, el 23,6% entre uno y tres años y el 44,5% llevan más de tres años sin alojamiento propio. Si se distribuye la población sin hogar por comunidades autónomas, Cataluña (21,3%), Comunidad de Madrid (15,4%) y Andalucía (13,1%) acumulan los mayores porcentajes de personas sin hogar, que viven en las calles.   

 

Un aspecto de interés en los datos que ofrece el INE es el contexto familiar de estas personas, incidimos en la idea de que el estudio supone un muestreo que bien refleja la situación general, pero en ningún caso podemos hablar de cifras totales.

 

En cuanto a ese contexto personal, según encuestra realizada por el INE a las personas que acudieron a alguno de esos centros de ayuda, el 16,2% de las personas sin hogar están casadas o tienen pareja, el 28,2% están separadas o divorciadas, el 51,7% solteras y el 3,9% viudas. Del total de personas con pareja, el 48,6% comparte su vida con ella. En cuanto a la descendencia, cinco de cada 10 personas sin hogar tienen hijos. 

 

Otro aspecto llamativo son las situaciones familiares más frecuentes vividas por las personas sin hogar. Según este informe del Instituto Nacional de Estadística hasta los 18 años han sido la falta de dinero (41,5%) y el fallecimiento de algún miembro de la unidad familiar (41,6%).  Además, el 36,3% han vivido situaciones de peleas o conflictos graves entre sus padres o de violencia en la familia, y el 23,6% han sufrido la enfermedad grave de alguno de sus padres.    

El segundo informe sobre  “La Infancia en España” realizado por UNICEF correspondiente al periodo 2012-2013 también refleja lo grave de la situación y cómo la crisis ha afectado a la población de menor edad. Según este informe, 2'2 millones de niños viven en hogares por debajo del umbral de la pobreza. En 2008 eran 2 millones, un 10% menos. El incremento de la pobreza en la infancia ha sido significativamente mayor que el del total de la población. Es decir, el impacto de la crisis ha sido más duro en los hogares con niños que en el conjunto de los hogares. 

 

El porcentaje de niños en hogares con un nivel de “pobreza alta” fue del 13,7% en 2010. Este dato supone la tasa más alta de todos los países de la UE, sólo por debajo de Rumanía y Bulgaria. Según este informe de UNICEF, en 2009, España era el quinto país, de 35 analizados, que menor capacidad tenía para reducir la pobreza infantil. Desde entonces, la debilidad de la protección del sistema público hacia la infancia ha crecido por las reducciones en ayudas y servicios públicos.  

 

En 2013 Cáritas invirtió más de 291 millones de euros para apoyar a 2.513.563 personas en España.  Para ello, el conjunto de las 70 Cáritas Diocesanas del todo el país invirtieron 291.346.117 euros.

De ese total de recursos económicos, el 75% procede de aportaciones privadas y el 25% restante de fondos públicos.Los fondos privados de los que ha dispuesto Cáritas Española en 2013 han supuesto un aumento de casi 25 millones de euros con relación a 2012. En los últimos cinco años las aportaciones de donantes particulares han crecido alrededor de 75 millones de euros, lo que supone una subida del 52,7%. 

Un último dato ilustrativo: los recursos anuales invertidos por Cáritas en los últimos 5 años han aumentado en más de 61 millones, lo que supone una subida del 26,6 %.