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La música y las letras de Carnaval abren las actuaciones en el Auditorio 'Juan Muñoz' en este verano de pandemia

MÚSICA. Atípica noche de Carnaval en el Auditorio egabrense, que celebra su 30 aniversario, y donde se veía demasiado cemento por las medidas excepcionales de seguridad. Afortunadamente todo quedó en un segundo plano cuando las agrupaciones empezaron a salir al escenario.

La canción de la laguna.-

Con un tipo de insectos se han presentado este año los hermanos Carapapa en el Auditorio Municipal Juan Muñoz, que  no han llegado a la final en el Carnaval de Cádiz este año, pero que han demostrando que aunque los bichos tengan fama de desagradables, bien conjuntados pueden formar una banda muy agradable de oir y  capaz de hacer disfrutar.

Como es habitual en ellos, forman una comparsa con más fama en letras con vínculo sentimental que cuando pretenden  ser comprometidas. En este sentido a destacar dos letras de pasodoble, una cuando le cantan a su “bichito de dos años”, un amor de padre a hija, que cuando crezca “saldrá volando como una mariposa”. Y las otra, dedicada a la eutanasia, partiendo de un hombre que se la practica a su mujer después de 30 años de relación, esperando que su acto sea considerado asesinato y no malos tratos.

Estrés por cuatro.-

Selu García Cossío, en esta ocasión nos ha presentado una chirigota estresada, que quedaron cuartos en el Carnaval de Cádiz, pero en la que, sus componentes. ponen todo su corazón.

En su actuación llevan la interpretación de sus coplas hasta el extremo., destacando en los pasodobles el dedicado al coronavirus, vuelan los pitos al decir que los productos que llegan de China pueden venir contaminados y lo rematan con una genialidad al decir que será difícil financiar su tratamiento porque todo lo que lleva corona, sale caro.

En los cuplés rescatan el cuplé de Felipe VI, que no se inmuta al ver al paracaidista enrollarse en una farola porque ha visto muchas veces a su padre haciendo lo mismo.

Los listos.-

Otro de los habituales que este año se presentó en el Auditorio era Ángel Subiela y en este caso con tipo de ratones. Fueron quinto puesto en el Carnaval de Cádiz.

Una comparsa que sabe moverse en todo tipo de ambientes, pero que en este caso no hacia falta porque se encontraron un público entregado.

Destacamos dos pasodobles, uno en el que una pareja resiste a pesar de que la relación está rota por la que la convivencia se convierte en una ratonera, y un segundo en el que hablan del fascismo, a través de la figura de Don Ramón un “obrero de derechas”. xenófobo y machista, y al que le recuerdan que su mujer, inmigrante, es la que le ayuda y le cuida.

La Chusma selecta.-

La comparsa de Martínez Ares, segunda en el Carnaval de Cádiz, es otra de las preferidas del público, es todo sentimiento.

En pasodobles destacar el piropo a su barrio de Santa María, que se inicia cuando su abuela lo sube a la azotea para que lo conozca. Se trata de un aristócrata nacido en un lavadero de la calle Goleta, con sentimientos por ello de alta cuna, en definitiva, muchos recuerdos de la infancia de Martínez Ares.

También el pasodoble en el que tratan un problema delicado como es el de los padres que tras la separación no pueden ver a sus hijos. Y critican el uso político por parte de Vox de este tema.

En cuanto a cuplés destacar el dedicado a Thor en el que dicen que no puede ser de Cádiz porque lleva martillo.

Los impacientes.-

No es fácil sorprender al público a estas alturas, pero esta chirigota lo consigue. Fueron segundos en el Carnaval de Cádiz.

Tenemos que destacar el pasodoble en el que cantan sobre primeros recuerdos “el primer garabato, la primera redacción, el primer amor”, muy bonito y escrito y cantando con sentimiento. También cantan un pasodoble ya cantando, pero al triple de velocidad de lo normal, lo que es muy del agrado del público que termina poniéndose en pie.

En los cuplés recordar en el que mencionan la violación de las gallinas por los gallos agresivos.

Oh Capitán, my Capitán.-

La Comparsa de Tino Tovar, primera en su categoría en el Carnaval de Cádiz, como siempre, lo da todo cuanto sube al escenario, canta a la realidad con la garganta, con poder y pasión capaz de poner al público de pie desde el inicio de la presentación.

En los pasodobles, el primero, el drama de la inmigración, de una niña que escapa de la guerra, de los abusos y palizas, y recuerdan a la ultraderecha que “amenazar a un niño es de mafioso y de inhumano”.

En los cuplés se acuerdan de Aznar, del estado de su estado de forma, y dicen que “se ha quitado las canas y está extraordinario, pero el labio de arriba lo mueve menos que el de Macario´”. 

Los Cadifornia.-

Con la actuación de este grupo se demuestra algo que ya es sabido, el dominio del tema y la validez de la fórmula de José Antonio Vera Luque, y valida su primer premio en el Carnaval de Cádiz. Las letras quizás sean las más genuinas gaditanas y se reflejan claramente en el pasodoble dedicado a la supuesta restauración del vaporcito, denunciando el abandono en el que se encuentra y acusando a los políticos de “firmar su defunción”.

A destacar las letras dedicadas a Manolito Santander y Juan Carlos Aragón, con letras de altos vuelos y cantando  “con las heridas al aire sin cicatrizar”.

Y nada más, en una noche menos calurosa que otros años, y sobre las 5 de mañana se puso fin a una actuación en la que los aproximadamente 800 asistentes salieron del Auditorio con la satisfacción reflejada en los ojos.

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