SOCIEDAD. El obispo de la Diócesis de Córdoba, Demetrio Fernández, se ha referido en Cabra a la enseñanza de religión católica, de libre elección, en los centros educativos. Sobre ello, el obispo ha manifestado que "la clase de religión católica que es libre, es como un referéndum que cada año se celebra en cada colegio público, creo que más democrático no puede ser, más del 95 por ciento han elegido religión y tienen derecho a que su pastor vaya a saludarlos". 

 

Fernández ha justificado así las visitas que está realizando a todos los centros educativos de la provincia y a los colegios de Cabra por los que pasará en los próximos días. Demetrio Fernández ha añadido que esas visitas suponen una obligación para él y un derecho para los alumnos: "los derechos de los niños hay que salvarlos, guardarlos y defenderlos, por eso voy, no voy en virtud de ningún privilegio, de no sé qué secuelas del pasado, estos niños han pedido sus padres la religión y por eso voy a verlos".

 

El obispo de Córdoba ha visitado en la tarde del 8 de octubre el Ayuntamiento de Cabra, donde ha sido recibido por el alcalde, Fernando Priego, y varios miembros de la Corporación Municipal. Este encuentro se incluye en el marco de la visita pastoral que está realizando  al arciprestazgo de Lucena-Cabra-Rute, de tal manera que en los próximos días el obispo se desplazará en varias jornadas a la localidad egabrense para mantener encuentros con colectivos, parroquias y comunidades educativas.

 

En una larga intervención, en un acto que se ha desarrollado en el Salón de Plenos del Ayuntamiento, el obispo ha explicado sobre su visita al Ayuntamiento que "alguien podría preguntarse qué pinta el obispo en el Ayuntamiento, vengo sencillamente a saludar con respeto a las personas que legítimamente representan al pueblo, porque han sido elegidas democráticamente, y por tanto es un acto de respeto a las instituciones democráticas".

 

Fernández se ha referido al mutuo respeto y colaboración que Iglesia y Ayuntamiento han de mantener, y considera que "los que salen beneficiados de ellos son los ciudadanos, que son a los que servimos unos y otros desde distinta perspectiva, evidentemente la Iglesia a las instituciones del Estado, que tienen su propia dinámica interna".