Cabra

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El Ateneo Cabra trae a Julio Anguita para inaugurar su Ciclo sobre Constitucionalismo y Manolo Carnerero afirma que se podrían buscar alternativas de izquierdas para las próximas Municipales

CABRA. En la tarde del viernes, tuvo lugar un nuevo acto del Ateneo ciudadano de Cabra en el salón de actos de la Casa de la Juventud, que se quedó pequeño para albergar a todos los que se pasaron por allí para ver y escuchar al que fuera Secretario General del PCE y líder de Izquierda Unida, Julio Anguita.

El acto comenzó incluso con unos minutos de adelanto sobre el horario previsto ya que el local se encontraba totalmente lleno, y fue el presidente del Ateneo, Manolo Carnerero, quien hizo una breve presentación del ponente, de quien resaltó que no necesitaba presentación. Durante esas palabras, Manolo Carnerero dejó caer la posibilidad de su vuelta a la política en una formación de izquierdas para las próximas elecciones municipales, sin querer ahondar en ello.

Anguita, que dijo no estar aquí para dar un mitin, sino para hacer reflexionar a los allí presentes, comenzó hablando de la situación en la que se encuentra España actualmente, según su visión, que dijo compartir con una frase de Sartre, se vive entre el asco y la angustia. Asco por toda la situación de corrupción política que abarca incluso al poder judicial, y angustia por la situación económica a la que nos han llevado los distintos gobiernos, además de por el futuro tan incierto que se nos avecina.

Anguita comparó la ejecución de la Constitución en la II República y la actual, y dijo que aquella se hizo en un proceso constituyente por gente que aportó ideas para el modelo de país que se quería tener, se constituyó un gobierno provisional que pronto convocó elecciones generales tras las cuales se sabía por todo el pueblo que los parlamentarios elegidos harían una Constitución republicana. Mientras que la actual no, se hicieron unas elecciones generales, luego se redactó la Constitución por un grupo de parlamentarios, pero sin saber qué Constitución había que hacer, y luego se aprobó en referéndum. Ese proceso inicial faltó. Por lo tanto habría que plantear actualmente un nuevo proceso constituyente por el pueblo que es el poder constituyente, e imponer ese nuevo modelo a los políticos que serían el poder constituido. No que los políticos reformen esto o aquello, eso dijo, le da miedo.

Julio Anguita se solidarizó con los pensionistas en sus protestas y con las mujeres el 8 de marzo, pero dijo que no se podía quedar sólo en eso, que había que tener un proyecto detrás que sustentara las acciones y que dijera qué se quiere y cómo lograrlo.

Habló de la izquierda, de los partidos de esta tendencia ideológica y de los sindicatos, y de su desunión, dijo que todos juntos suman y lo que hace falta es un proyecto común, pero no un proyecto para hacer unas listas electorales, sino un proyecto de futuro en el que se plasme lo que se quiere para transformar profundamente esta sociedad, y para eso hay que trabajar todos los días seriamente, no sirve de nada con salir con pancartas un día a la calle.

Tras la ponencia de Anguita, se abrió un turno de preguntas que dio lugar a que Anguita afirmara que no hay que temer llegar a la autarquía, aunque cree que alianzas de algunos países europeos haría que Europa cambiara también de rumbo. También dijo que bienvenidas las nuevas tecnologías en las empresas, y que si ellas vienen a sustituir a trabajadores no es lo malo, es el sistema económico social que no está diseñado por el capitalismo para reubicar a esos trabajadores. También dijo que Europa ha sido la gran estafa que le hicieron a España y en la que los sindicatos cayeron. Sobre los catalanes dijo que no entendía ni apoyará a lo que se llama izquierda catalana en el tema independentista y dijo que los secesionistas tienen derecho a posicionarse sobre lo que quieren, pero dentro de las leyes. Criticó los privilegios de la Iglesia Católica y de la hipocresía de la sociedad respecto al tema religioso.