Leo con calma, pese a sentir el tiempo en los talones La sal del olvido, novela de Yasmina Khadra que me va envolviendo en la trama que interpretan unos personajes que ya no tienen otra razón de ser que la de héroes perdedores, porque a pesar del alboroto, no literario, de la lucha a brazos partidos por la que transcurren los entresijos políticos en el cuarteto del Partido Popular formado por Casado, Almeida, Ayuso y Alvares de Toledo, toda una señora envuelta en capa y espada, que no está dispuesta a que la dejen fuera de juego en una lucha que ha salido de la trastienda política del Partido Popular, que al parecer no tiene suficiente con ese(1) Watergate ibérico cuyo final si es que llegan a la meta, será tras una cacería barriobajera en plena calle sobre la figura de la ex portavoz del PP en el Congreso, Aguirre no ha podido hablar de una forma más clara.
La ex presidenta de la Comunidad de Madrid ha definido a Álvarez de Toledo como “la mejor portavoz que han tenido nuestros principios y nuestros valores en el Congreso de los Diputados. Sin ninguna duda”, mientras va describiendo con pasión ese país tan complejo como Argelia, sus tormentos, sus dificultades para liberarse de sus tradiciones, y coger el paso difícil en un mundo moderno. A la sufrida Argelia que lo abismo vive la euforia de la independencia, el mundo de Adam se derrumba cuando su mujer lo abandona. Incapaz de superarlo, se lanza a vagabundear por los caminos al encuentro de otros náufragos de la vida: un enano en busca de la verdadera amistad, un músico ciego de profético cantar, un psiquiatra que lee a Gógol y Pushkin, veteranos marcados por la guerra, presidiaros convalecientes... Espejo cruel de una sociedad llena de esperanzas, pero de la que él se excluye sin posibilidad de redención. Hasta el día en que sus viejos demonios le dan alcance.
Adam como protagonista incansable que ha vivido la revolución y lucha entregando su vida en favor de la revolución tallada por Ben Bella todo un símbolo de La liberación de la compleja Argelia, en gran parte esclava aun de una arraigada sociedad que no se deja vencer por la que sostiene este modesto maestro de enseñanza primaria que se niega a aceptar La derrota del tiempo vivido por los valores en descomposición hacia la degeneración del poder de un conservadurismo surgido por aquellos que apostaron por la revolución de la independencia cuya delegación, para que, puede servir de triste, lamentablemente a ese ultraconservador viviente y fantasmal que vivimos todos aquellos que apostaron por la República y una sociedad libre de espalda a toda religión enemiga de la libertad.
No todas las comparaciones deben resultar molestas. Esta que se entromete a empujones en mi crítica a la novela ejemplar que "Yasmina Khadra, una vez más, en un libro lleno de emociones, hurga en el alma de su personaje, para mostrar que éste no acepta la derrota. El mejor ejemplo que como en los versos de Luis Cernuda:
”Abajo pues la virtud, el orden, la miseria;
“Abajo todo, todo, excepto la derrota,
Derrota hasta los dientes, hasta ese espacio helado
De una cabeza abierta en dos a través de soledades,
Sabiendo nada más que vivir es estar a solas con la muerte”
(1) Escándalo_ El 1 de marzo de 1974, un gran jurado en Washington, DC, acusó a varios ex ayudantes del presidente Nixon, quienes se conocieron como "Los siete de Watergate": ...