Vende su propia voluntad el que recibe ajeno beneficio.
Séneca
Un andalucismo convertido en deformada comedia quinteriana, sobrevuela por el azul cielo de esta tierra machadiana, humillada y ofendida.
Los viejos roqueros, sin perder la calma del tiempo vivido, llamamos oportunismo y protagonismo desnaturalizado con caculos políticos ante espejos cóncavos que nos avisan de la nostalgia en su empeño de volver al franquismo, disfrazado de demócrata con Ayuso como guía del barco.
Un remedo del abrazo de Vergara entre Juan Manuel Moreno presidente de la Junta de Andalucía y Alejandro Rojas Marcos, el político al que se le voló la paloma por la prisa y el protagonismo desmedido.
Más no se asombre ciudadano, no debe asombrarse ningún andaluz con dos dedos de frente y el concepto de ética y estética imposible de divorcio, ante tanta cochambre. Intereses creados con oscuros interiores patrióticos.
Indalecio Prieto, que era vasco y socialista, insistía una y otra vez, que el voluntarismo en política, seguro que es un fracaso. Claro que otra cosa bien distinta es el oportunismo pactado deseoso de un giro camuflado hacia la derecha por coger en marcha el autobús de recalcitrante nostalgia, disfrazada de Mago de Oz, folclorista, dispuesta a bailar las sevillanas que les señale sus altos poderes.
Ha sido la mayor exhumación practicada hasta la fecha en nuestro país. De la fosa común de Pico Reja, en Sevilla -una de las más grandes de Europa- se han recuperado los restos óseos de casi 1.800 personas asesinadas por el franquismo. Tras tres años de trabajos que han finalizado este martes.
A partir de las numerosas excavaciones llevadas a cabo se han identificado los restos óseos de 10.076 "sujetos", la exhumación de 10.051 de ellos y el descubrimiento de "evidencias de represalias" en los vestigios de 1.786 personas, que corresponden con el número de la "población asesinada", según el informe mensual de Aranzadi.
Piensa estimado lector si entre los cientos de cadáveres asesinados vilmente por la derecha santificada de aquellos tiempos, que es la misma que ahora disfrazada de pájaro democrático, los investigadores descubrieran los restos de la siempre viva imagen de Blas Infante.
Complicada situación para quien se siente líder e indiscutible protagonista del andalucismo; que no significa ser andaluz; en este mercado político de los oportunistas, algunos como la mente trastornada, el excomunista Ramón Tamames, la Macarena de Vox, disfrazada de víctima propiciatoria, que demuestra cómo se podría ganar la vida de extra en el cine con papeles secundarios. Y no hablemos mucho del nefasto Pablo Iglesias con sus bravatas de izquierdismo, acorralado, al que le puede salir el tiro por la culata de su izquierdismo televisivo, cuando ya a la derecha andalucista, no le interesa; tras el abrazo de Vergara. Que dios nos coja confesados y con el bocadillo de calamares y la tortilla de patatas, si el negocio les sale bien a estos nuevos andalucistas.
¡OH! Andalucía que triste este carnaval político de máscaras y mentiras del nacionalismo oficial de tres al cuarto.