Opiniones

"El Periódico digital para el sur de Córdoba"

Dos tipos de pelis

En vista del artículo sobre las películas oscarizadas que tuve que leer, por alusiones, con la firma de mi compañero en Sur de Córdoba, y buenamente amigo de letras, Julián Valle; imaginé que estaría agobiado pensando en qué cosas yo estaría viendo, metido en casa por culpa del coronavirus, y que si un verano me daba para un artículo de ocho películas, el encierro desde marzo haría propicio que fuera un libro con ochocientas. Pero no es así. Lo cierto es que, una vez me encerré en casa por el estado de alarma, el teletrabajo absorbió casi todo el tiempo libre, porque, además, tengo una hija pequeña con la que había que ponerse a hacer la tarea, jugar, pelearse para que se comiera las lentejas y otras luchas ordinarias, y extraordinarias por la parte que me callo, de tener cinco años. Así que, el poco tiempo libre que tenía lo dedicaba a leer y a investigar consultando hemerotecas. No ha sido hasta que terminó el curso, en julio, cuando pude ver una película completa del tirón, pero, para alegría y gozo de Julián Valle, no voy a hablar de ella.

Como decía, no he podido ver mucho, pero de ese poco, me he centrado en dos grupos distintos entre sí. El primero está formado por las películas basadas en cuentos de Julio Cortázar que el argentino Manuel Antín rodó: La cifra impar (1962), Circe (1964) e Intimidad en los parques (1965). Pese a que el lenguaje cinematográfico no es el mismo que el literario, destaco que Antín ha conseguido capturar la esencia de la narrativa de Cortázar. En La cifra impar notamos la presencia/ausencia del hermano del mismo modo que en el cuento Cartas de mamá, es una tarea que ahonda más en lo psicológico que en otros aspectos; también sucede en Circe, pero aquí el peso recae en el personaje de Delia Mañara, interpretado muy bien por Graciela Borges, quien juega con los recuerdos de sus antiguos novios y los sentimientos del nuevo. Menos me gustó Intimidad en los parques, que me parece menos lograda y con mayor interés en utilizar otras técnicas con la cámara.

El segundo grupo trata de las primeras películas que dieron vida a un personaje de Agatha Christie: Miss Marple. Son cuatro películas dirigidas por George Pollock, con el mismo tema principal compuesto por Ron Goodwin, y con la excepcional, porque lo hace de maravilla, Margaret Rutherford, como protagonista que da vida a la ya mencionada Miss Marple, que tendrá que acomodar su papel a ser anciana, criada, jinete, actriz de teatro y pasajera de un barco, si no me he dejado ningún rol atrás.

El tren de las 4:50 (1961), cuyo título original es Murder she said (esto es importante para luego), nos presenta a los personajes con los que compartiremos el resto de películas, no solo la anciana Miss Marple, sino también su amigo el señor Stringer (interpretado por el actor Stringer Davis, el marido de Rutherford) y el inspector Craddock (Bud Tingwell), con la dirección puesta en el argumento, en contar una historia, un crimen, pero bien. Después del funeral (1963) es, además de muy entretenida y divertida, cuando parece que el director ha querido darle más fuerza a Rutherford, se manifiesta más su personalidad y el empeño para resolver los asesinatos, en contraste con una policía menos… eficiente. La tercera película, La señora McGinty ha muerto (1964), no es menos entretenida y recomendable que la anterior, pues nos lleva al mundo del teatro, en la que, de nuevo, nos quedamos atrapados por la extraordinaria capacidad interpretativa de Margaret Rutherford, nunca mejor dicho, porque su personaje se convierte en actriz para atrapar al asesino. Por último, Asesinato a bordo (1964) cierra el ciclo de Rutherford como Miss Marple con una trama más peligrosa para nuestra protagonista.

Creo que tras hablar de este último grupo de películas, Julián Valle respirará algo más tranquilo, pues sé de su gusto por Agatha Christie. Además, durante el verano, me escribió un mensaje para comentarme lo que le estaba pareciendo Se ha escrito un crimen, que tiene por título original Murder she wrote y su protagonista, la ínclita Jessica Fletcher (interpretada por Angela Lansbury) se inspira en Miss Marple. Se diría que casi estuvimos en la misma onda. Casi.