Opiniones

"El Periódico digital para el sur de Córdoba"

De plena actualidad: la guerra de Charlie Wilson

Pocas películas explican tan bien la actualidad internacional del 2014 como “La Guerra de Charlie Wilson”, que será emitida esta noche de domingo a las 22:00 horas por TVE1, en lo que supone un verdadero y profundo servicio a los españoles por parte de nuestra televisión pública.

En este largometraje estadounidense, estrenado en 2007 y dirigido por el cineasta Mike Nichols, desarrollado en los ambientes políticos de los EEUU de los años 70 y 80, se aprecian nítidamente las relaciones de poder, los grandes lujos y los lucrativos acuerdos y negocios entre los congresistas norteamericanos y los lobbies o grupos de presión (algo no tan ajeno a la casta política partitocrática española), a la par que la expansión desde aquellos días de las tesis económicas de la escuela de Chicago, también conocidas como neoliberalismo, de la mano de la inglesa Margaret Thatcher y del yanqui Ronald Reagan. Todo esto, y más, se explica de forma bastante completa y pedagógica durante el film, aderezado con un fino sentido del humor y de la ironía, y con la presencia de dos estrellas del cine contemporáneo como Tom Hanks y Julia Roberts; pero sobre todo, encontramos en todo momento el trasfondo (complementario e imprescindible para comprender todo lo anterior y posterior) de cómo los EEUU financiaron y armaron a los guerrilleros mujaidines afganos (y de otras nacionalidades musulmanas que acudieron allí) durante la ocupación soviética de la mencionada nación centroasiática (1979-1989), guerrilleros islamistas liderados ya entonces por un tal Osama ben Laden.

Dicho apoyo financiero, estratégico y militar al yihadismo acabó siendo determinante, no sólo para la derrota militar de la URSS en Afganistán y la subsiguiente retirada de sus tropas a finales de 1988, sino para dar la puntilla al derrumbe final y a la descomposición económica, social y política del Imperio comunista soviético durante los tres años siguientes.

Pero hubo más consecuencias, que a la altura de esta segunda década del siglo XXI nos afectan –y mucho- en nuestras vidas cotidianas. En primer lugar, la aparición de al-Qaeda y el auge y expansión mundial del terrorismo yihadista, con la consiguiente restricción de libertades a escala planetaria auspiciada por EEUU y el Reino Unido (vigilancia masiva de la población mundial a través de internet y teléfonos móviles, aumento exponencial del gasto militar imperialista y del uso de robots volantes asesinos o drones, etcétera).

Tal como reconoció en 2012 la Secretaria de Estado y ex primera dama estadounidense Hillary Clinton, EEUU creó en el Afganistán de los 80 al monstruo terrorista que acabaría convirtiéndose en al-Qaeda (pueden encontrarse sus declaraciones fácilmente en internet reconociéndolo sin ambages, para verlo basta con poner en youtube su nombre y la palabra al Qaeda, y después pulsar intro) que, pocos años después, atentaría en Nueva York (1993), contra las embajadas estadounidenses en Kenia y Tanzania (1998), de nuevo y a gran escala en Nueva York (2001), Madrid (2004) y Londres (2005), y que sin embargo volvió en 2011 en Libia a ser aliado de EEUU, Reino Unido, Francia y la OTAN (incluidos nosotros), que se sirvieron de dicha internacional yihadista para derrocar y asesinar a Gadafi, y desde 2012 hasta el momento presente, en Siria, en que infructuosamente se intenta derrocar (con ayuda yihadista y apoyo financiero de Qatar y Arabia Saudí) al régimen laico de Bashar al Assad; que dicho sea de paso, es un régimen bastante perfectible y con represión también en su haber, pero al mismo tiempo con altas cotas de progreso y avances sociales en numerosos campos, y desde luego, mucho mejor que la alternativa de terror islamista que los occidentales, parece ser, queremos imponer.

Y en segundo lugar,  aquella victoria de los EEUU y sus aliados mujaidines yihadistas en el Afganistán soviético, tuvo para el mundo consecuencias económicas, sociales y políticas de largo alcance. En efecto, con la desaparición del mundo bipolar de la guerra fría y la subsiguiente hegemonía unipolar angloamericana implantada en el mundo durante los siguientes 20 años, se aplicó sin problemas en el mundo occidental esa nueva fase del capitalismo denominada globalización y/o neoliberalismo: economía financiera y de especulación favorecedora de burbujas capitalistas de varios tipos (urbanística, tecnológica, etc), recorte de gastos sociales de todo tipo, desaparición del Estado social en todos sus ámbitos y, complementariamente, recorte paulatino de los Estados-Nación destinado a medio-largo plazo a que éstos desaparezcan, etcétera.

Del origen de todo esto nos hablará la película, que no deben perderse. ¿Cómo se explica, pues, que ésta fuera producida y filmada en los propios EEUU? La causa puede ser muy sencilla. No por casualidad, su estreno en diciembre de 2007 coincidió en la nación norteamericana con el lanzamiento de la campaña electoral de Barak Hussein Obama para las elecciones presidenciales de 2008. El film fue, así, un apoyo mediático total para el partido demócrata, dado que en aquel quedan totalmente al descubierto las tesis neoliberales defendidas por el partido republicano de Reagan y la saga Bush durante los años 80, 90 y 2000.

Sin embargo, a seis años y un mes de su estreno, queda claramente demostrado –por sus hechos los conoceréis, dijo Jesucristo- que el señor Obama, premio Nóbel de la paz en 2009, es tan neoliberal, promotor de la guerra e imperialista, como Reagan y Bush (ya lo advirtió la revista falangista valenciana “Continuamos aquí” en su portada de noviembre de 2008: “Sionistas, financieros y ‘halcones’ eligieron antes que el pueblo americano”, puede consultarse también por internet). Y que las políticas económicas que se vienen implantando en el mundo desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, pero sobre todo desde los años 80, nos llevan al actual desastre económico y político mundialista-neoliberal (85 familias capitalistas sin patria poseen la misma riqueza que 3.500 millones de personas), con la cooperación entusiasta e interesada de las oligarquías políticas y financieras locales, algo en lo que en España, está clarísimo, se han puesto siempre muy de acuerdo el PSOE y el PP de Felipe González, José Mª Aznar, J.L. Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy.

Post data: muy interesante y recomendable también la 2ª película que emite esta noche TVE, ya casi a medianoche, titulada “La vida de los otros” (Alemania, 2006), sobre el espionaje omnipresente que realizaba Estado marxista sobre los ciudadanos de la República Democrática Alemana (1949-89), un régimen dictatorial comunista cuyos métodos (actualmente es esta la polémica de moda en Alemania tras saberse que EEUU tenía pinchado el teléfono de la canciller AngelaMerkel) no tienen nada que envidiar a los de la CIA o la NSA estadounidenses, según ha informado al mundo el ex espía norteamericano Edward Snowden.

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