Opiniones

"El Periódico digital para el sur de Córdoba"

¿Patria o muerte?

El llamado “seny” político catalán lleva unos meses destilando pinceladas surrealistas. Tantas que en la práctica han anulado la tradicional coartada de sensatez o sentido común utilizada por la Casta pujoliana mientras medraba sosteniendo los Gobiernos del PSOE y del PP.

     Ya nos regaló un primer brochazo (aviso) en las elecciones autonómicas del 27S cuando el teórico candidato a la Presidencia de la Generalitat ocupó la cuarta plaza en la lista de “Junts pel Si”. Más tarde se lanzó a un “dripping” sin complejos, envidia de Pollock, al clavar la división exacta en las asambleas de la CUP. El sábado 9 de enero de 2016 culminaron la hazaña al lograr la sinfonía de colores perfecta.

    El twitter de @cupnacional explicando el Acuerdo de Presidencia se estudiará en las facultades del ramo para explicar cómo se utilizó el método paranoico-crítico daliniano para justificar una decisión política. En él los Anticapitalistas catalanes, tras la letanía de que siguen siendo una candidatura independentista, socialista y feminista que luchará contra las privatizaciones, recortes y corrupción y enmarcar en rojo intenso – como debe ser - la Autocrítica, anunciaron el apoyo al nuevo presidente de la Generalitat, el militante de CDC y alcalde de Girona, Carles Puigdemont.

     Debe ser que lo único corrupto de ese partido era el clan Pujol y el único que recortaba, precarizaba, privatizaba y reprimía era Mas. El resto de los “convergentes” no pasan de almas cándidas que en el fondo de su corazón, a la izquierda de intereses económicos y bolsillo, sufren desconsoladamente por el dolor causado con las medidas neoliberales que se han ensañado con la clase trabajadora catalana. Si las aplauden y apoyan en el Parlament es para disimular. Una vez se alcance la Independencia, aflorará el espíritu solidario que permita crear una Catalunya triunfante, rica y plena.

     Ha vuelto a funcionar. Parece imposible no sucumbir a los cantos de sirena cuando estos vienen envueltos en la melodía de la “Patria en peligro” o el “Todo por la patria”, se pronuncie el lema en catalán o en castellano. Si se escuda tras un “acudid a salvarla” no hay quien bata a una bandera con el toro de Osborne o el burro del Ampurdán.

    Hasta hace unos días parecía que la CUP iba a lograrlo. La creíamos capaz de aguantar las presiones de la burguesía autóctona aunque llegasen envueltas en la senyera. Desde Andalucía el debate nos parecía serio y que la reflexión se imponía en las decisiones, haciendo caso omiso a la fraudulenta “Unión Sagrada” que antepone el concepto de Patria a la cuestión social.

    Ahora la CUP está en su derecho de intentar vender el acuerdo aprobado pero no veo en él ninguna primera piedra para lograr la República catalana por ell@s reivindicada. Por desgracia al doblegarse ante las condiciones impuestas por “Junts pel Si” me han recordado más al marxismo del “tengo mis principios, si no le gustan tengo otros” que a la organización bregada en el combate por los derechos sociales colectivos que con tanto ahínco han mermado sus desde ayer socios.

    En el “haber” de la balanza pondrá que ha logrado descabalgar a Mas pero al venir acompañado en el “debe” por un descabezamiento de las ilusiones despertadas, ha conseguido la pírrica victoria del ruido sin nueces.

    Si algo tiene la burguesía es capacidad para sustituir al dirigente caído. No hay nada que no se arregle con un busto y el nombre de una calle si al homenaje lo acompaña un sillón en un buen consejo de administración.

     Aunque puede que al final de elementos negativos saquemos algo positivo. No hace falta recordar a muchos catalanes que de la España casposa y “fachorrenda” (que encarna el PP y Ciudadanos apuntala con la ayuda de los Felipes González de turno) no solo quieren irse ellos. Tampoco es nuestro modelo de país.

    La España en la que creemos tiene la forma de una República federal a la que las distintas nacionalidades desean libremente pertenecer. Por ello no tenemos problema en apoyar que se celebre un referéndum de autodeterminación en las autonomías que lo reivindiquen.

    Los resultados del 20 D – se quieren silenciar en este nuevo escenario- han generado una ola de ilusión en gran parte de Cataluña. A nadie se le escapa que el panorama dibujado no tiene mucho que ver con el salido de las urnas el 27S. Por eso los nacionalistas catalanes no se han arriesgado a unas nuevas elecciones. Por eso la ilusión debe estar acompañada de valentía.

     La CUP ha apostado por ”construir Nación”. Nosotr@s debemos hacerlo por “construir una sociedad más justa” tal como lo han expresado l@s votantes de “En Comú Podem”. Máxime si a la tarea se suma la militancia de EUiA que se sintió traicionada la vez anterior y el importante sector que dentro del catalanismo anticapitalista antepone lo Social al “Patria o Muerte” porque se siente miembro del Precariado y de los trabajadores y es consciente de que la “Unitat Popular” no se construye con quienes nunca, por mucha piel de cordero que usen, defenderán sus derechos.

    Al igual que los correligionarios de Más, Rivera y Rajoy en la orilla que va ganando la batalla ideológica, lo mismo que nosotros en la orilla que va perdiendo, ell@s saben que la lucha de clases existente en el Mundo y en Europa...también se da en Cataluña.